Oposicin se niega a participar en elecciones chavistas

La Mesa de la Unidad Democrática crea un frente amplio en Venezuela para exigir condiciones transparentes en próximas votaciones

Agencias

[dropcap]L[/dropcap]a Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición de los partidos de la oposición, decidió este miércoles no participar en las elecciones presidenciales convocadas por la chavista Asamblea Nacional Constituyente para el 22 de abril por considerar que no cumplen condiciones ni garantías democráticas. «Retamos al gobierno de [Nicolás] Maduro a que se mida contra el pueblo en unas elecciones de verdad. Para que estas sean posibles, le invitamos a dejar el miedo y a aceptar las condiciones electorales contenidas en el documento hecho y aprobado por unanimidad por los cancilleres de Bolivia, Nicaragua, San Vicente (escogidos por el propio gobierno venezolano), México y Chile, al finalizar la jornada de negociación el día 2 de diciembre en República Dominicana», reza el comunicado de la alianza difundido este miércoles. «Convocamos al país a salirnos del cerco de pensar que la decisión frente a esta farsa es participar o no. Estas no son elecciones. Nuestro objetivo es lograr elecciones de verdad», recalca la coalición.
En el documento promovido por la oposición en las negociaciones en la ciudad de Santo Domingo se establecen, entre otras exigencias, la realización de comicios en el segundo semestre de este año. También se propone la conformación de un Consejo Nacional Electoral equilibrado, la invitación a misiones de observación internacional independientes en todas las fases del proceso, el voto de los venezolanos en el exterior. La oposición también demanda el acceso igualitario a los medios de comunicación públicos y privados, la revocatoria de las inhabilitaciones a partidos y líderes, y la realización de las auditorias técnicas que permitan brindar «transparencia» y «confiabilidad» al proceso.
La MUD no ha descartado escoger a un líder unitario en unas eventuales votaciones que solo cumplan con las condiciones legales. «Estamos listos para participar. Pero, en caso contrario, no cuenten con la Unidad Democrática ni con el pueblo para avalar lo que hasta ahora es solo un simulacro fraudulento e ilegítimo de elección presidencial», agregaron.
Los opositores también han convocado a la constitución de un Frente Amplio Nacional para articular fuerzas sociales y políticas que consigan este año elecciones «limpias y competitivas». Ángel Oropeza, coordinador de la MUD, ha asegurado que en los próximos días dictarán líneas de acción para el desarrollo de esta organización.
La decisión era hasta hace poco un secreto a voces. El martes, Primero Justicia (PJ), el partido del excandidato presidencial Henrique Capriles, había anunciado que tampoco participaría en los comicios. De los grandes cuatro partidos de la MUD, autodenominados el G-4, el primero en apartarse del proceso electoral fue Voluntad Popular, fundado por Leopoldo López.
Con un sistema electoral controlado por el chavismo y el retiro de los partidos fuertes de la oposición de la contienda, la reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela es inminente. Su contrincante hasta ahora es el pastor evangélico Javier Bertucci, conocido por estar involucrado en el escándalo de los Panama Papers en 2017 y por haber estado detenido por contrabando en 2010.
La decisión, adoptada por las fuerzas mayoritarias de la alianza tras días de debate interno, se debe a la ausencia de garantías democráticas. El Gobierno venezolano trató de imponer sus reglas del juego en la mesa de diálogo instalada en República Dominicana. Esa presión hizo saltar por los aires las negociaciones y finalmente el oficialismo optó hace dos semanas por fijar los comicios, que ahora quiere hacer coincidir con la votación del nuevo Parlamento, sin escuchar a la oposición.
El golpe obligó a la MUD a decidir si participar en un proceso electoral cuyo resultado ya está escrito o redoblar el pulso al régimen. Finalmente prevaleció un criterio mayoritario. La oposición, una amalgama muy frágil de 18 partidos nacionales, llevaba meses dividida, tiene distintos criterios sobre la estrategia y no está vertebrada por un liderazgo claro tras sufrir ilegalizaciones e inhabilitaciones de dirigentes. Las principales formaciones ya habían manifestado su rotundo rechazo a la elección, pero esta posición tenía matices en cada organización.
El chavismo aceleró su deriva hace un año al ordenar la disolución del Parlamento de mayoría opositora. Esa decisión desató una oleada de protestas que dejó más de 120 muertos y sumió al país en el caos. No obstante, las fuerzas críticas con el Gobierno se mantuvieron unidas. Primero, contra la elección de una Asamblea Nacional Constituyente. En segundo lugar, aceptando concurrir a las regionales celebradas en octubre. El nulo control ejercido sobre esos comicios, las sospechas de fraude y un mal resultado fracturaron a la MUD, cuyos principales partidos optaron por no presentarse a las municipales de diciembre.
Pero ahora los principales partidos opositores vuelven a intentarlo. Ayer convocaron a la constitución de un frente amplio para articular fuerzas sociales y políticas que consigan este año elecciones «limpias y competitivas». Y la MUD tampoco ha descartado la posibilidad de escoger a un líder unitario para unas eventuales elecciones que solo cumplan con las condiciones legales.

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