Otro año de «opacidad navideña» en Chiapas

El gasto por la instalación de pistas de hielo y villas de Navidad no se ha transparentado desde que comenzaron a implementarse, a principios del gobierno de Manuel Velasco Coello

Julieth Rodríguez

[dropcap]Y[/dropcap]a se trabaja en el montaje de la pista de hielo y la Villa Navideña en la ciudad capital, ante la cercanía de las celebraciones decembrinas. No obstante, el gasto para estas instalaciones no se ha transparentado desde su implementación, a principios de este sexenio caracterizado por haber lanzado en su comienzo un plan de austeridad que propuso el Poder Ejecutivo.
En el primer año de su administración, 2012, el gobernador Manuel Velasco Coello inauguró la pista de hielo en los parques Central y Bicentenario de Tuxtla Gutiérrez para ofrecer a la ciudadanía diversión y atracción novedosa; lo ha hecho durante los últimos cuatro años y se ha vuelto una costumbre replicada en varios municipios de la geografía chiapaneca, sin embargo, tampoco se ha salvado de estar en medio de la polémica.
El montaje consiste en una pista de patinaje sobre hielo, una rampa que simula ser de nieve y pequeñas construcciones de madera que simulan ser casas tipo europeo; aunque podrían resultar atractivos para los locales, no así para turistas extranjeros.
El año pasado, la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes envió una carta al gobernador del estado para criticar la determinación de instalar estas estructuras en una zona de monumentos históricos como San Cristóbal de Las Casas, acción que consideró desalentaba el turismo.
«No entendemos cómo las autoridades turísticas y de patrimonio histórico permiten y alientan estas instalaciones que arruinan la belleza singular de una ciudad colonial y monumental como San Cristóbal de Las Casas», se lee en la misiva adjudicada al organismo que agrupa a 19 asociaciones de agencias de viajes.
Dos años antes de eso (2013), la restauradora egresada de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente, Nayeli Pacheco, publicó sus apreciaciones respecto a estas prácticas en un portal noticioso, en las que concluía que resultaba «irónico que se pretenda promover a San Cristóbal de las Casas como «Ciudad Patrimonio», cuando es el mismo Gobierno del Estado y Ayuntamiento quienes no respetan los valores culturales que otorgan unidad e identidad a la ciudad».
Calificó de «inadmisibles» la colocación de una pista de hielo y un árbol de Navidad de esas dimensiones en la Plaza de la Paz, frente a la Catedral de esa ciudad, ya que la pesada estructura representaba un riesgo estructural para los edificios circundantes, principalmente para la Iglesia; y el impacto visual de la carpa impedía la apreciación de los inmuebles históricos, así que resultaban acciones violatorias de la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas.
Además de ello, se ha denunciado que su instalación ha generado daños en el patrimonio municipal como fracturas en el piso; incluso el año pasado, los docentes en paro armaron su campamento con madera de la pista de hielo.

Montaña de dinero

Aunado a las violaciones a la ley, el presupuesto utilizado para estos espacios se mantiene en la opacidad. La empresa encargada de instalar tanto las pistas como las villas en Chiapas es la denominada «Ice Mountain», fundada en 2010 en la Ciudad de México pero que opera estos mismos servicios en diferentes estados de la República; es decir, sus principales clientes son los gobiernos estatales como Veracruz, Nayarit, Baja California, Baja California Sur, Morelos, Quintana Roo, Tlaxcala, Chihuahua, Zacatecas, Puebla y Colima, según se lee en la propia página web de la compañía.
En 2012, la alcaldesa de León (Guanajuato), Bárbara Botello Santibáñez, declaró a los medios que para la colocación de la pista de hielo y la villa navideña, se requirió de un presupuesto de 2 millones y medio de pesos.
Ese mismo año, el Ayuntamiento de Irapuato (Guanajuato) pagó a «Ice Mountain» más de un millón y medio de pesos por la renta de la pista, según documentó la prensa de esa localidad.
Por su parte, el año pasado, el secretario de Administración de Zacatecas, Le Roy Barragán Ocampo, informó que el gobierno de ese estado invirtió un millón 500 mil pesos en la instalación de la pista de patinaje.
Para Norte Zacatecas, declaró que se eligió a «Ice Mountain» mediante un proceso de licitación y que cuatro pistas similares serían instaladas en mismo número de municipios, con cargo a los Ayuntamientos; además, que el arrendamiento de los siete establecimientos de la Villa Navideña se lo cobraron «a comerciantes zacatecanos, 700 mil pesos por menos de un mes».
En todos los casos, incluso el de Chiapas, se habla de un presupuesto otorgado mediante una mezcla de recursos provenientes de la iniciativa privada y los gobiernos tanto estatales como municipales; pero la entidad no determina las cantidades económicas que se otorgaron.
De acuerdo con un boletín emitido por el Instituto de Comunicación Social de Chiapas, en 2015, Velasco inauguró una pista de hielo de 40 metros de largo y 20 metros de ancho; no se reveló el monto financiero que ello generó. No obstante, un año antes, «Ice Mountain» colocó una pista con las mismas dimensiones en Irapuato (Guanajuato), la cual tuvo un costo de un millón 237 mil pesos, según zonafranca.mx.
De haberse mantenido ese precio en un lapso de cuatro años, se hablaría de una inversión aproximada de 4 millones 948 mil pesos sólo por la pista, sin contar los demás elementos de la Villa Navideña. Sin embargo, a diferencia de otros estados que han dado a conocer las cifras monetarias que han desembolsado para estas instalaciones —que a su vez se han traducido en derrama económica—, en Chiapas la Navidad no pinta tan blanca después de todo.

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