Regularmente no me caso con los temas. Evito parecer sistemático tanto en las buenas como en las malas. Si bueno y breve, doblemente bueno, leí alguna vez y es lo que pienso ahora. Por tanto me excuso si al volver a abordar el tema del polémico encuentro sostenido entre el diputado federal Emilio Salazar Farías y el expresidente municipal caído en desgracia, Yassir Vázquez Hernández, le parece reiterativo. Intentaré convencerlo de lo contrario.
Seguro recordará que dos preguntas quedaron sin respuesta: ¿Quién tomó la foto? Y ¿quién estaría interesado en filtrarla a la opinión pública? De la primera me ha llegado recientemente información privilegiada que, sinceramente, no sé hasta qué punto sea lícito dar a conocer. Actuaré de buena fe y en apego al derecho de información le contaré de lo que me he enterado.
Quien tomó la foto de este encuentro en el pasillo principal de San Lázaro es el hijo del perredista Martín Ramos Castellanos, quien perdiera la diputación federal con cabecera en Villaflores contra Julián Nazar, así como la presidencia municipal de Jiquipilas en las pasadas elecciones. Para más referencias, este muchacho iba como séptimo regidor propietario en la planilla del candidato perredista a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, Daniel Rubín.
¿Qué labor desempeña este Ramos en la Cámara de Diputados? ¿A caso es asesor, acaso es cabildero? Ninguna de las anteriores. De acuerdo a un video de vigilancia interno, el hijo del político tiene más el perfil de paparazzi (palabra de origen italiano que se usa para denominar al que tiene una conducta de fisgón, entrometido y sin escrúpulos mientras ejerce su oficio de fotógrafo. Justamente el término se basa en el personaje Paparazzo de la célebre película de Federico Fellini: La dolce vita.)
Pues bien, en el material audiovisual en comento se ve a un joven de veintitantos años percatarse del arribo del exfuncionario público que, sobre el terrero de los hechos, goza de más fama de corrupto que de culpas (porque si lo piensa bien, 150 millones de pesos del proyecto por el que es muy probable pronto termine pasando una temporada en prisión, es un pelo de gato si consideramos que se trata de una ciudad capital). No lo quieren por el exgóber que lo hizo y lo deshizo. No lo quieren porque pudiendo deslindarse de culpas —por lo menos las que no le corresponden a él— insiste en proteger a sus amigos y socios. Pues que pague por eso.
Vayamos, pues, al punto: este muchacho ve a Yassir, lo sigue, confirma a quién llegó a buscar, presencia la reunión —oro molido dada la actual coyuntura política en Tuxtla Gutiérrez— y hace el respectivo y discreto clic. No es delito por donde lo vea, pero sí un gran negocio. De modo que es fácil seguir la ruta: buscó comprador o quedó bien con alguien interesado en arrastrar a la polémica al representante del Distrito Electoral Federal 9.
Esta es pues la versión de la historia que aunque no descarta del todo el llamado «fuego amigo», abre el universo de posibilidades y complica por mucho el descubrir la verdadera identidad del filtrador.
Ágora
PABLINFLAS SALAZAR: Jugando, jugando, nos dejó caer al sobrino en la nómina municipal. Carlos Vázquez Salazar es el director del Instituto Tuxtleco de Arte y Cultura. No lo precede buena fama. Verbidesgracias:
1. Cuando su tío era amo de horca y cuchillo en estas expoliadas tierras, Carlos fue acusado de cobrar cantidades millonarias por diseñar el logo de Jaguares de Chiapas, mismo logo que resultó ser un plagio.
2. Dueño de una galería, solicitaba obra a los creadores para promoverla y con fines de venta. Siguen esperando la obra o la paga.
Si con el reciclamiento de varias fichas pablistas se quiere abofetear a Juan Sabines (ojo por ojo, cachete por cachete), que lo hagan en vivo y a todo color, no a costillas de los ciudadanos. Digo… (de Arcadio Acevedo).
Corrillo
Sólo a rendir protesta del cargo y a decir que trabajaría decididamente por Chiapas llegó el diputado plurinominal priista Simón Valanci a la LXVI Legislatura de Chiapas. Así lo demostró al solicitar en la sesión ordinaria de este jueves licencia para separarse del cargo hasta por 69 días. Con 34 votos a favor, tres abstenciones y un voto en contra (Morena), el empresario se va y en su lugar asumió su hermano Marco Valanci.
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