Poligrafo Politico / Darinel Zacarias

¿Síndico o Timador?

«Sano es desbastar ese ambidiestro nudo gordiano de un tajo. Nos vendemos la herida y cortemos el pasado»
Joaquín Sabina

Motejado como «El Albahaca», el Síndico de Tuxtla Chico Romeo de la Cruz Chávez fue denunciado por diversos ciudadanos, a quienes les bajó dinero para seguirlos manteniendo en los puestos administrativos que han venido desempeñando.
Para nadie es un secreto a voces que el arribo de la alcaldesa Deysi Aguilar se debió a un trabajo cercano con la gente más desprotegida. Su campaña de austeridad, le permitió llegar sin presiones ni compromisos.
Sin embargo, quién ha tratado de sacar tajada es Romeo de la Cruz Chávez, quién desde los primeros días que triunfaron en la urnas, trató de meter el diente y en el rayado, exigió 120 espacios laborales.
Este sujeto también conocido por sus instintos lascivos como la «Epazota», desde la primera reunión de Cabildo, empezó con su beligerancia.
La idea es causar encono y rabieta para querer incrustar a la gente, a la que puso cuota de piso. La exigencia de manejar la nómina e incrustar a sus cuncas, familiares y demás testaferros.
Él sí atenta contra los principios que tanto promueve el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Para él no existe el No robar, No mentir y no traicionar.
A leguas se le nota su collar. El dueño, el exedil y usurero Eddy Morales. Con quién trató de pactar y vender la causa.
La radiografía de su felonía, obra en diversos dispositivos móviles, con pruebas fehacientes de su desmedida ambición.
La Albahaca no sólo pactó con Dios y con el Diablo. Su avaricia lo llevó a crear una red de corrupción, extorsión y artimañas.

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