Poligrafo Politico / Darinel Zacarias

¿Cómo van a domar a la fiera disidente?

«Corre, dijo la tortuga, atrévete, dijo el cobarde (…) No me grites, dijo el sordo» Joaquín Sabina

Para nadie es un secreto que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación pactó con Andrés Manuel López Obrador, vendió su cariño y la sentencia es ahora el cumplimiento a los caprichos de la disidencia.
La lucha del magisterio y el derrocamiento de una política mesiánica propagada por los testaferros del peñismo, fueron los factores que orillaron a la disidencia a mutar su amor a la ideología izquierdista y de regeneración.
El hartazgo fue el azafrán que avivó la alianza de facto entre AMLO y el ejército más grande de Latinoamérica: El magisterio.
Lo que negociaron para una lucha electoral con el tabasqueño, se avizora un proceso de coacción y de exigencias en el sexenio venidero. En política no hay amigos ni aliados, hay intereses. Se rompen y el amor, muta. Se esfuma.
Decía acertadamente un homólogo «La disidencia, se va a rehusar a perder esa zona de confort que, han conquistado a base del chantaje y manipulación» y lo que se vivió en los últimos cuatro días fue la primera muestra del iceberg.
¿Dónde torcerá el rabo la marrana? Verá estimado lector, la aparición de la maestra Elba Esther Gordillo y sus declaraciones, son señales de que regresa por sus fueros.
Su liderazgo y el dominio que siempre tuvo, la colocan como la dueña absoluta de las estructuras magisteriales. Y es aquí donde empezará los jalones y los arrepentimientos.
AMLO les cumplió ya su primera exigencia. Tirar la Reforma Educativa o al menos que vaya, pero con arreglos a modo, para satisfacción del magisterio.
La otra petición de los líderes magisteriales fue un «presupuesto educativo» que garantice mayores beneficios. La respuesta de Andrés Manuel fue –No habrá presupuestos ni dinero para organizaciones-
Entonces, la llamada Cuarta Transformación y la Austeridad Republicana que promociona López Obrador está centrada en dar palo a donde impera la corrupción y en el sindicato magisterial, la principal bandera es eso: La corrupción.
Y si el magisterio está acostumbrado al chantaje y el mercadeo, utilizando como bandera la educación de nuestros niños y jóvenes, no veo que existan chiles que les embone.
Ya les abolieron la reforma que tanto daño les auguraba, según ellos. Ya crearon diversos grupos de disidencia, bajo la premisa de no dar vida a falsos redentores sindicalistas de la educación.
Sin embargo, todo es demagogia y saliva. Todos se agrupan, sí, pero buscan su zona de confort. Saciar sus intereses y los de su gavilla, todo es lucha menos los verdaderos factores que nos colocan en los tabuladores como analfabetas y estándares de educación bajos.
López Obrador de no tener compromiso con Elba Esther y de haber cedido ya al primer capricho de los docentes democráticos, nada lo detiene para poner candado a esas luchas estériles que sólo afectan a terceros y que engordan las cuentas bancarias de unos cuantos.
Habría que estar atentos a las historias venideras. AMLO y su arenga de sanear y depurar lo que dañe al país, estamos seguros prenderá las alarmas de los líderes magisteriales y vendrá la declaratoria de guerra al oriundo de Macuspana.
¿Se acabarán las prebendas y los cacicazgos consentidos?
PD: La culminación del periodo de Carlos Eugenio Ruiz Hernández llega a su fin. Parece que su sucesor es carta fuerte del nuevo gobierno y se llama José Antonio Molina Farro. Esperemos lo que diga la Junta de Gobierno de la Universidad Autónoma de Chiapas
¿Quién dijo que tengo sed?

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