Poligrafo Politico / Darinel Zacarias

¿Cancha pareja en Unach?

«Adán y Eva no se adaptan al frío, el padrino los ha decepcionado, les llueve sobre mojado» Joaquín Sabina

Se cerró las inscripciones rumbo a la rectoría de la máxima casa de estudios en Chiapas, son 19 los aspirantes, que los integrantes de la Junta de Gobierno deberán analizar de acuerdo al perfil y al proyecto académico.
Un tema de polémica y de diversos trasfondos. Polarizado por diversos grupos de poder, que en todo momento han visto en Unach, un jugoso botín. A nadie le desagrada la idea de manejar mil 200 millones de pesos anuales.
Confían en quienes integran la Junta de Gobierno para dar una nueva oxigenación a esta casa de estudios y que prevalezca una verdadera autonomía universitaria.
Dicen que ni el gobernador actual ni el electo meterán las manos. Han dejado la delicada decisión al libre albedrío. La lista de auscultación han entrado hombres y mujeres, que podrán aportar nuevos bríos a Unach.
La salida de los presuntos favoritos (Hugo Armando Aguilar, José Molina Farro y Eugenio Ruiz) despejó esa idea inadmisible de coacción y oficiosidad gubernamental.
Hoy, en esa lista de pretendientes a ocupar la silla en la colina universitaria hay de todos colores y talantes. Unos con muchas posibilidades, los avalan no sólo sus grados académicos, también su calidad moral y de honorabilidad.
Otros, sólo participan para saber que «cachan» no tienen mayor carta de presentación, que la del servilismo, el chantaje, el aforismo cotidiano con que se rigen ¡Perder, ganando!
El último en inscribirse inició una tanda de glorificaciones y elogios. Activó a su jilguería.
Aplausos, enaltecer sus supuestos logros y su papel de apagafuegos. La Unach no necesita bufones ni simuladores. Enoc Hernández nada tiene que hacer en esa lista de auscultación.
La Unach ya no debe ser ni debe verse como un fisco que mantenga supuestos académicos badulaques.
De esos de oropel que creen que ser escribanos de bodrios apolillados, les va generar reputación, fama y probidad.
No más de lo mismo. No más desvíos descomunales, no más árboles genealógicos en nómina.
Estamos en tiempos de acabar con esas prácticas de la componenda, del solapamiento y de ceder a la coerción.
Urgen académicos de verdad, no más de oropel. Basta de supuestos mentores que su único mérito es el compadrazgo. Muchos de ellos, acusados de acosadores, libidinosos y calenturientos.
Ya no hay aforo para esos clanes de académicos que solamente andan tras becas y recursos para alimentar sus egos. Sus bolsas, nunca, jamás para aportar a la investigación docente y a un compromiso con la verdadera educación.
Estos primeros días de diciembre será la Junta de Gobierno quien elija al que dirija los destinos de Unach. Hay en esa lista de aspirantes hombres y mujeres. La paridad existe.
Yo, sin temor a equivocarme y como mero ciudadano puedo decir que llevan un cuerpo de ventaja: López Arévalo, Rumaya y González Esponda. Simple y llana opinión.
Diría mi fino y estudiado amigo JJ, ¡Queda en la cancha de la Junta de Gobierno la decisión soberana de elegir próximo rector o rectora!

¿Cancha pareja? ¿Usted qué opina?
¿Quién dijo que tengo sed?

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