¡Ese Toro, enamorado de la Luna!
«No dejes que te impidan galopar ni los ladridos de los perros ni la quijada de Caín»
Veo a un Toro, tranquilo, con hartas ganas de sacar a la vaca del monte. Que vaca, al buey de la barranca, donde lo sumió la administración saliente. Esos que llegaron con proezas de convertir el agua en vino y de multiplicar los peces.
Aun se recuerda, a la ex administración que se propagaban como la nueva era de políticos, se auto llamaban salvadores, eran la luz en un túnel sin salida, decían. Eran el Big Bag, ese génesis de la política gubernamental que sacaría a la Perla del Soconusco de la marginación.
Recuerdos a la yunta «Chaconista» cuando se autoelogiaron, en su muy humilde «austeridad» de viajar a Europa, todo es miel sobre hojuelas. Para luego ver llegar los tiempos de exaltar los logros y al final, tratar de ocultar sus yerros.
Sin saber, que hoy desean jugar el papel de gatos, esos que viven de ¡todo a la tierra y luego al olvido! Sin olores ni colores.
Pero si hablas con ellos, tienen la osadía de jactarse de que en su administración no dieron tregua al despilfarro; tampoco fue de ocurrencias ni de oropeles, jamás de espectáculos. ¡Cinismo puro!
Se atreven los alfiles «Chaconistas» a decir que su gobierno fue de ideas mediáticas. De consenso, respeto y libertades. Es decir será color rosa. Dalay.
El «Toro» tiene voluntad, tiene capacidad y sobre todo, es un político que sabe que no puede vivir de lamentaciones. Cree en la justicia y sabe, que tarde o temprano el brazo de la justicia tendrá que alcanzar a quienes protagonizaron el saqueo más grande que Tapachula pudiera sufrir.
Tapachula quedó devastada, saqueada, ultrajada. Hundida, endeudada. Entraron hordas de políticos pobres, mendigos. Salieron muchos, ricos, engrandecidos, puritanos. Chintos fresas, metrosexuales arrogantes, mercenarios, payasos y demás.
Hoy, no se sabe nada de esos pararrayos, de esos consentidos, aeronautas oficiales, cortesanos, de los alfiles oficiales, de los jilgueros de oropel. Ya contentos con el jibarito. Embotados del placer, vértices de la falacia y de la procacidad.
Pero pesar de los pesares, de brincos y desgarres. Del canibalismo mismo. El «Toro» anuncio un plan emergente de trabajo. Sabe que no hay tiempos para desperdiciar en sollozos y clamores. Sabe que tiene en sus manos la posibilidad de devolver un poco de brilló a su Perla. Hay voluntad, respaldo y sobre todo confianza, vamos mi estimado «Tali» ¡Ese Toro enamorado de la Luna!
• ¡Vamos a Rompernos el Alma por Cacahoatán! Kike Álvarez
El edil de Cacahoatán Carlos Enrique Álvarez Morales, anunció ante su equipo de trabajo, que en los próximos días darán el banderazo de obra, para poder iniciar los trabajos para la edificación del «Unidad Médica Municipal» el cual permitirá ofrecer servicios en la materia a las familias vulnerables de Cacahoatán y de las diversas comunidades de la otrora Villa de las Hortensias.
Carlos Enrique Álvarez dijo que esta encomienda estará dirigida por un ex edil de Cacahoatán y un excelente profesionista de la medicina Rosendo Sánchez Castañeda, quien llamó a otros galenos, enfermeras y trabajadoras sociales, para formar un equipo sólido y con alta vocación de servicio.
Sin duda Carlos Enrique Álvarez Morales sabe que el plan emergente de austeridad, no es sinónimo de obstáculo para no trabajar y dar resultados.
Austeridad, no significa «cruzar los brazos» tampoco jugar el papel de «holgazanes» significa, dar resultados concretos, en tiempo y forma.
Reconoció que su gobierno está conformado por personas capaces y que tienen la voluntad de ¡Romperse el alma por Cacahoatán!
En este sentido, se sabe que paralelamente Carlos Enrique Álvarez iniciará con la escuela de inglés, como uno de los propósitos de campaña e instruyó a su personal para poner en marcha este nuevo proyecto.
Ya logró devolver la luz a los edificios públicos, así como a las principales arterias de este fronterizo municipio. También reactivó las casetas de seguridad que por tres años fueron guarida de delincuentes.
Busca iluminar todo Cacahoatán e iniciar trabajos y programas de vivienda, como Piso Firme y Techo Digno.
Carlos Enrique Álvarez Morales, tiene ganas de trabajar. Es hombre de experiencia, de esos que no se cuecen al primer hervor, sabe trabajar y dar resultados. Conoce de administración pública. Tiene capacidad sumamente «Probada».
Sin quemarle mucho incienso, es un político que conoce las necesidades de su pueblo, hombre de palabra, solidario y sobre todo, quiere seguir dejando huella en su natal Cacahoatán.
Enemigo del egocentrismo. Funcionario alejado de los reflectores. De ahí su expresión coloquial ¡Vamos a rompernos el alma por Cacahoatán!
PD1.- Un enorme saludo y mis mejores deseos para mi amigo Juan Carlos Orellana. A quién también le llueve sobre mojado, pues recibe una administración muy dañada y golpeada. Sabemos de la capacidad de «Yolonam» y sabrá salir bien librado. Tuxtla Chico, necesitaba un hombre de visión. ¡Dios lo Bendiga!
PD2.- Asume, Victor Manuel Cruz Roque, la titularidad de Comunicación Social del H. Congreso del Estado de Chiapas. Muy acertado nombramiento. Muy profesional en la materia. Abrazo ¡Maestro!
PD3.- A mi amigo Gerardo Garrido, porque tengo fe en él, que a mi Unión Juárez, le irá bien, con un funcionario de su catadura política. La esencia viene en frasco pequeño. ¡Seguro estoy, sabrá dejar huella de gigante!
¿Quién dijo que tengo sed?
