Poligrafo Politico / Darinel Zacarias

Demonios sueltos

«Dense prisa si me quieren enterrar, pues tengo la costumbre de resucitar» Joaquín Sabina

En Chiapas se vive las elecciones más embrolladas, no sólo se trata de un proceso desdibujado y con diversas especulaciones. El alquimista electoral, mueve constantemente el pandero. En la jungla hay sobresaltos, zozobra y rebeldías.
La guerra mediática en los lavaderos digitales y de papel, no se han dejado esperar. Las descalificaciones, los escarnios entre adversarios y los grupos de choque, construyen infiernitos para la confusión del electorado.
Se firmó en diversos municipios el sonado pacto de civilidad, el órgano electoral los llamó a la cordura, la prudencia, el respeto y la procuración de una fiesta cívica electoral en santa paz.
Sin embargo, en redes sociales se desatan los demonios. Reina e impera la pavura, el agravio. Nadie regula eso, es un campo de batalla.
Las calumnias y la difamación, son el pan del diario vivir. Bajo el yugo de la clandestinidad, un ejército de seudónimos se dedica a denostar.
La pavura es lo de ellos, le juegan al ensarapado. El objetivo es restar siempre a la imagen de quién ellos consideran lleva la delantera en este proceso electoral.
El ingenio de los memes y la burda idea de influir en quienes sufragan, es el propósito. Sano es la libertad de expresión. Recurrir sí, a la argumentación, a la crítica elegante.
Para la gente pensante e inteligente, quienes escriben desde la oscuridad e impregnados de lo visceral, es semilla en terreno infértil. No prospera, se acaba, muere o queda soterrado.
Excelente seria que esos pactos de civilidad se cumplieran a cabalidad. Los testaferros soltados en los ríos cibernéticos tienen dueño, de eso no hay duda. Desde los centros de mando o cuartos de guerra, se fragua.
Gustan de ofender, de atacar, de amedrentar de una manera torpe o ramplona. Llevan el collar del dueño. Movidos por la ira, el infortunio y el encono. Abundan a raudales en tiempos avives,
Pasa la elección y pasa su enojo. Acaba su rabia. Atroz es el papel que juegan, desestabilizan a las mentes parcas, huecas. El ciudadano de hoy, sabe de esa beligerancia.
Los de mecha corta, se suben al entarimado. Los bajan a su nivel, se prestar a engordarles el caldo. El votante inteligente, lo exorciza. Sí, lo ignora. No hay nada más deplorable para un demonio que el verse ignorado.
Falta poco para que muten de instigadores o subversivos a lémures. Acaba la fiesta electoral, acaba su dolencia.
La credibilidad se gana. La aberración y abulia igual.
PD1: En Cacahoatán nada detiene a Carlos Enrique Álvarez Morales. Está a escasos días de hacer una verdadera historia en la Villa de las Hortensias.
PD2: Gracias a mi amigo Enrique Zamora Morlet por la celebración del Día de la Libertad de expresión. Nadie puede conocer de cerca las penurias del gremio, que él, que lleva en el alma el oficio más bello, diría Gabo.
¿Quién dijo que tengo sed?

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