PRD, la esperanza sigue viva: Victor, El Chamba

Un miembro fundador del Sol Azteca en Chiapas invita a los verdaderos perredistas a recuperar los ideales por los cuales nació el partido

Rodrigo Ramón Aquino

[dropcap]E[/dropcap]n esta ocasión vamos a platicar con uno de los fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Chiapas, uno de aquellos que creyó que un cambio en el país y en el estado era posible, uno de aquellos que apostó por un proyecto de nación basado en ideales y en estatutos encaminados a la justicia social, pero que en el camino se convirtieron en letra muerta ante la tentación de privilegiar intereses personales o de grupo una vez situados en el poder.

Para Víctor Manuel Pérez López, miembro fundador del Sol Azteca en Chiapas y actual consejero estatal, las condiciones y la necesidad en que se da el nacimiento del principal partido de izquierda en el país las rememora como quien recuerda el nacimiento de un hijo, el día de bodas, el primer coche. En su narrativa cada acontecimiento es emocionante: cada manifestación, cada muerto, cada persecución. En sus recuerdos aún vale la pena morir por principios y valores.

«Empezamos a trabajar remando contracorriente, porque en Chiapas la situación era más complicada todavía debido a los movimientos sociales, a lucha agraria, pero poco a poco fuimos creciendo en influencia a nivel nacional y en el estado. Aquí el auge lo tuvimos en 1994 con la candidatura de Amado Avendaño a la gubernatura, que sumado a la dinámica del movimiento zapatista, se reforzó la lucha por la democracia.»
Para Pérez López, Amado Avendaño fue quien ganó la elección del 94, pero, afirma, en ese momento fue difícil probarlo fehacientemente. Se dio la batalla al grado de que Eduardo Robledo Rincón se vio obligado a renunciar, comenzando así un periodo de interinatos que en nada benefició a la vida democrática del estado, al contrario, comenzó a esparciste, como enfermedad malevolente, la corrupción de los liderazgos sociales.
«Amado Avendaño no era militante del PRD, era un periodista que había mostrado empatía con las causas de izquierda, había luchado a su modo por reivindicar la igualdad social. Tenía mucho carisma y popularidad y por ello se aceptó la candidatura.»
Para nuestro entrevistado, en toda la historia perredista en Chiapas sólo ha existido un cuadro, un liderazgo, auténtico de izquierda, que pudo competir por la gubernatura del estado; esta figura no es otra más que la del doctor Gilberto Gómez Maza: «Lamenté mucho cuando el doctor se salió del partido. En su momento se lo hice saber. La lucha sólo podía continuar desde adentro, fuera ya nada se podía hacer.»
Víctor Manuel afirma que a falta de liderazgos auténticos, formados desde las bases, el partido comenzó a debilitarse y con el tiempo se vio obligado a importar candidatos. Eso les pasó con Pablo Salazar Mendiguchía, con Juan Sabines Guerrero, con María Elena Orantes López.
«Empezaron a haber componendas, acuerdos en lo oscurito para imponer a tal o cual candidato. Los acuerdos con el PRD nacional que sólo beneficiaban a unos cuantos terminaron menguando el ánimo de la militancia chiapaneca, mucha de la cual se alejó del partido.»
A lo anterior se suma la inconsistencia electoral. El partido amarillo ha gobernado muchos municipios en la entidad, algunos de ellos en más de tres trienios (como es el caso de Jitotol o Las Margaritas), pero la tentación ha sido grande por parte de quienes detentan el poder, han caído en corrupciones, malversaciones, que han terminado por menguar la confianza de la ciudadanía y ya no refrendan el apoyo.
No obstante la poca salud del partido y la pérdida de confianza de la ciudadanía, Víctor Pérez no pierde la esperanza de que es posible cambiar las condiciones de vida de miles de chiapanecos. Para él los principios, ideales y estatutos siguen hoy más vigentes que nunca porque aún no se salva la gran brecha desigualdad social.
«Aún podemos ver claramente pobreza, analfabetismo, falta de salud, falta de vías de comunicación, la falta de democracia, la violación a los derechos humanos, la desigualdad. Se ha avanzado, pero no se ha concretado el proyecto por el cual nació el partido.»

BUSCA LA DIRIGENCIA
Para acabar con el dicho «acuerdo mata estatuto», Víctor Manuel Pérez López le dará una última oportunidad a su esperanza: participará en el proceso interno de selección de nuevo dirigente estatal del partido, «porque varios compañeros fundadores me lo han pedido».
«Nosotros decimos que hubieron muchos compañeros valiosos que hoy ya no están con nosotros. A mí me tocó convivir con ellos, caminar con ellos, sufrir con ellos, pero hoy nos preguntamos dónde están. Por eso hacemos un llamado a los que se retiraron y están por ahí esperando; a ellos les decimos que el cambio aún es posible.»
Con la representación en Chiapas del Movimiento Progresista, que a nivel nacional encabeza Marcelo Ebrard Casaubón, y con la esperanza de que el proceso de este año sea diferente con la probable coordinación del Instituto Nacional Electoral, Pérez López buscará que el PRD vuelva a estar en manos de quienes lucharon por su creación y quienes lo hicieron crecer a ras de lona.
«Todavía se puede hacer algo por el Partido de la Revolución Democrática. Hemos militado desde la fundación y vamos a hacer un último esfuerzo, pero depende mucho de la dirigencia nacional, de cómo vayan acatando las decisiones que se vayan tomando abajo. Retomemos el lema del partido y le demos vida: Democracia ya, patria para todos».

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