Promulgada Ley del Embudo: Zoe

El Grupo Parlamentario del PRD devela nueva marquesina contra la reforma energética; evoca poema de Pablo Neruda

Redacción 

[dropcap]A[/dropcap]l develar un nuevo mensaje de protesta, «Promulgada Ley del Embudo», contra la Reforma Energética, los senadores del Grupo Parlamentario del PRD reiteraron el plan de acción planteado en el Manifiesto al Pueblo de México.
Al explicar el sentido del mensaje de la marquesina, el Senador de Chiapas, Zoé Robledo, dijo que es un reflejo de lo que piensa la mayoría de los mexicanos respecto a la promulgación de las leyes secundarias de la Reforma Energética.
Robledo explicó que se trata de una nueva evocación a Pablo Neruda, en su poema épico El Canto General, publicado por primera vez en nuestro país en 1950 por los talleres Gráficos de la Nación, con ilustraciones de Diego Rivera y de David Alfaro Siqueiros.
En el libro se hacía un recorrido sobre la historia de América, pero un historia de América vista desde la visión de los vencidos, la visión de América del despojo, la visión de América de los daños a las riquezas naturales, la visión de América de un pueblo que ha sido siempre reprimido pero que ha siempre resistido.
«Y su poema se titula Promulgación de la Ley del Embudo. Estamos repartiendo en estos momentos estas postales que tienen la redacción de este poema, que de manera casi premonitoria describe un proceso legislativo como el que acabamos de vivir y describe la forma cómo se promulga una ley entre celebraciones, risas, aplausos, cuando no es otra cosa más que la instauración de eso, de la Ley del Embudo, lo más ancho para mí, para el resto lo más agudo.»

FRAGMENTO DEL POEMA:
Y al fin llevaron al Congreso la Ley Suprema, la famosa, la respetada, la intocable Ley del Embudo. Ésta fue aprobada. Para el rico la buena mesa. La basura para los pobres. El dinero para los ricos. Para los pobres el trabajo. Para los ricos la casa grande. El tugurio para los pobres. El fuero para el gran ladrón. La cárcel para el que roba un pan. París, París para los señoritos. El pobre a la mina, al desierto.

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