Protagonismo de un exgobernador. ¿Dnde hemos visto esto?

Por Raúl Ríos Trujillo

Ahora que están tan de moda los protocolos a nadie nunca se le ha ocurrido escribir una guía fuera del poder, algo así como una especie de Manual de Carreño con instrucciones precisas para aquellos que tienen que irse luego de haber gobernado, yo pienso que es necesario que sepan cómo comportarse para que de plano no cometan algunos errores que en el pasado han pesado mucho a otras personas.
Dentro de la tradición política y el ejercicio del poder, para todos es común entender que existen códigos no escritos, cuando alguien rompe estos códigos se crean cismas que luego cambian la tradición, esto quiere decir que la moral política en los últimos años se ha roto para involucionar al caos.
Tampoco es como algo tan terrible, si acaso quienes verdaderamente lo lamentan son los propios políticos, con las reglas rotas del juego también arriban las nuevas normas dentro de la administración pública y con el tiempo, las generaciones de jóvenes actores en el ecosistema democrático llegarán a reinventar el sistema, pero lo que importa ahora es que la política luce como un lienzo roto imposible de reparar.
Por ejemplo, antes de Pablo Salazar Mendiguchía nunca antes se había dado el caso de que un gobernador entrante encarcelara a su predecesor, Juan Sabines Guerrero lo hizo y con este simple acto se rompió una regla inmaculada, únicamente el buen tino de Sabines a la hora de negociar con su compadre Manuel Velasco le permitieron no repetir su historia.
Para el caso de Manuel Velasco a unos días de abandonar el poder estamos viendo una especie de flahsback, no habían pasado ni dos días de su salida y manolo ya estaba dando de qué hablar en las redes sociales. Cuando el código indica un silencio permisivo que ceda los espacios de atención para el nuevo gobernante, el ahora exgobernador hacía ruido subiendo fotos con su esposa Anahí y su pequeño hijo.
No conforme con mover las aguas y haciendo lujo de miles de bots en Twitter y Facebook, Manuel siguió su actividad normal de nuevo Socialité moviéndose como pez en el ambiente del espectáculo en donde tan a gusto se siente.
Pero todavía vino más, justo cuando alguien soltó en la prensa el dato del viejo privilegio por ley que tienen los exgobernadores de disfrutar hasta por 15 años del servicio de guardias pagados con el erario de los chiapanecos, todo se tornó bizarro, caminando siempre un paso adelante MAVECO se dio el gusto de girar instrucciones al Congreso del Estado para que abrogaran la ley susodicha.
Incluso antes de que recibiera un regaño indirecto del propio Andrés Manuel López Obrador durante la conferencia de prensa matutina, Manuel ya había reaccionado en Twitter, primero indicando y aclarando en difuso al diario El Universal de que la tan mencionada ley no había sido confeccionada en su mandato y luego sugiriendo al Congreso derogarla, con este golpe maestro logró dejar en ridiculo al nuevo poder.
De esta forma, cuando el actual secretario de gobierno Ismael Brito dio a conocer que enviaría una iniciativa de ley para desarticular los privilegios a exgobernadores la nota ya no era nota, Manuel había renunciado (sin renunciar) a la canonjía, es decir, les madrugó en todo.
Pero como nada viene de la nada, hacemos un pequeño retroceso en el tiempo, esto ya habría ocurrido antes y para eso son las lecciones, para aprenderlas, si algo hizo Pablo Salazar mal fue picarle la costilla a Juan Sabines con su protagonismo, ahora sabemos la historia completa, ese error le costó la cárcel.
No estamos diciendo que ocurrirá lo mismo, de hecho es muy lejana la posibilidad de que se vuelva a repetir la noticia de un exgobernador encarcelado sobre todo si sopesamos su relación con el propio AMLO, pero todo puede suceder, por lo pronto ya hay señales de resquebrajamiento entre el nuevo y el antiguo régimen, dicen los que fueron testigos que en los últimos eventos en donde han coincidido el presidente López Obrador y el gobernador Rutilio Escandón no ha sido requerido el senador Eduardo Ramírez Aguilar, esto significa una primera grieta que debería preocupar al todavía fresco Velasco Coello.
Por lo pronto, muy necesario sería recordarle a MAVECO, que por menos de eso se le ha roto el huacal a varios, no vaya a ser la de malas, allá él y su ego de artista.

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