Putin alienta a dejar atras las heridas de la URSS

El presidente ruso inaugura un memorial en recuerdo de quienes perecieron en las oleadas de terror tras la revolución bolchevique de 1917

Agencias

[dropcap]E[/dropcap]l presidente de Rusia, Vladímir Putin, inauguró ayer por la tarde en Moscú el llamado «Muro del Dolor», un memorial dedicado a las víctimas de la represión política en la URSS. El memorial, seleccionado por concurso, es el proyecto de mayor envergadura apoyado por el Estado, que se ejecuta en recuerdo de quienes perecieron en las oleadas de terror tras la revolución bolchevique de 1917. De este acontecimiento histórico, sobre el que los rusos no han llegado aún a un consenso, se cumple un siglo el próximo 7 de noviembre. «Estos crímenes no pueden tener ninguna justificación», dijo Putin en la ceremonia. La apertura del memorial es, para el presidente ruso, «especialmente actual en el año del centenario de la revolución».
«Espero que esta fecha será entendida por nuestra sociedad como un motivo para pasar página sobre los sucesos dramáticos que dividieron el país y el pueblo, y que será un símbolo de superación de este esta división, un símbolo del perdón mutuo y de que la historia de nuestro país se acepta como es, con sus grandes victorias y sus páginas trágicas», afirmó el jefe del Estado. Putin hablaba así a los miembros del consejo de derechos humanos, una entidad consultiva adjunta a la presidencia, que ha tenido un papel clave en la ejecución del monumento.
A bordo de un autobús y en compañía de los miembros del consejo, Putin se dirigió desde el Kremlin al cruce de la avenida Sájarov con el anillo circular, el lugar donde se alza el memorial, obra del escultor Gueorgui Frangulian financiada por empresas, particulares y también por la administración pública.
La inauguración de un monumento nacional a las víctimas del terror fue una idea expresada por el líder comunista Nikita Jruschov en 1961, que la asociación Memorial, dedicada a mantener viva la memoria histórica, rescató en los últimos años de la URSS. Putin le dio forma en septiembre de 2015 al firmar el decreto para construir el monumento. Un total de 170 piedras procedentes de diversos campos de concentración del Gulag, desde Solovki a Kolimá, han sido utilizadas en la confección del conjunto escultórico, que ocupa más de 5000 metros cuadrados en torno a un muro de bronce con un bajorrelieve en forma de atormentados cuerpos humanos, donde puede leerse la palabra «recuerda» en varios idiomas.
Putin señaló en la ceremonia que la represión había causado la muerte y el sufrimiento a millones de personas, y que, «para comprender» basta visitar el polígono de Bútovo [lugar de fusilamientos en las afueras de Moscú] y otras fosas colectivas de las víctimas de la represión, de las que hay muchas en Rusia». «La represión no se compadeció ni del talento, ni de los méritos ante la patria, ni de la sincera entrega a ella. A cualquiera le podían formular acusaciones inventadas y absolutamente absurdas», afirmó el jefe del Estado, que iba acompañado del patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kiril.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *