Querian usar a activistas para intereses personales

Maestrantes del Centro de Estudios para la Construcción de Ciudadanía y la Seguridad (Cecocise) de la Unach, se instalaron en huelga de hambre frente a la Rectoría, denunciaron malos tratos y represiones por parte de los directivos del programa

Ana Liz Leyte

Alumnos de la maestría en defensa de los derechos humanos del Centro de Estudios para la Construcción de Ciudadanía y la Seguridad (Cecocise) de la Unach, se instalaron en huelga de hambre frente a la Rectoría y denunciaron malos tratos y represiones por parte de los directivos del programa, presuntamente, bajo la omisión del rector de esta universidad, Carlos Natarén Nandayapa.
Marlon, Rosalía, y Marieta son los tres maestrantes que denunciaron haber sido dados de baja del posgrado, por no querer abordar temas de investigación que presuntamente trastocaban intereses políticos y posiblemente particulares de José Adriano Anaya, quien además de ser coordinador de la maestría, es dueño de un medio informativo (periódico Contrapoder).
«Desde hace dos semanas se nos indicó que ya no podíamos acudir a la clase, debido a que nosotros como defensores de derechos humanos, llevamos un caso de violación real y en particular yo me negué a demandar al presidente municipal Carlos Morales, debido a un caso de la Meseta de Copoya y como no le serví y no logré el convenido de publicidad ante el ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, nosotros fuimos dados de baja», denunció Marlon López Camacho, uno de los tres huelguistas.
Los tres estudiantes, expresaron llevar casos reales como el de la Meseta de Copoya, irregularidades en los procesos legales de mujeres en prisión y la omisión de las autoridades en San Cristóbal de Las Casas respecto a la contaminación de afluentes, por parte de una famosa empresa refresquera.
Debido a que sus temas son de interés público, presuntamente José Adriano Anaya y su esposa Yolanda Altamirano –ambos docentes–, les pedían instalarse en huelga de hambre fuera de la empresa refresquera o demandar al actual alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Carlos Morales Vázquez, sin embargo, los jóvenes al oponerse fueron hostigados y cesados.
«Yo fui llamado pendejo cuando yo le enseño un convenio de publicidad donde José Adrián Anaya tenía el convenio con el anterior presidente municipal, Fernando Castellanos, donde recibía una cantidad de 37 mil pesos mensuales, a lo cual dije que no me iba a prestar a sus intereses mezquinos», dijo López Camacho (sic).
Los jóvenes indicaron que la manera en que se les hostigaba consistía en rechazar todas sus propuestas de proyectos, con la finalidad de que al final, no tuvieran qué tema presentar y como consecuencia, ser cesados de la maestría y la beca por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en donde recibían 11 mil pesos mensuales.
Sobre esta situación hicieron un llamado al rector Carlos Natarén a que impida que sea vulnerada la situación estudiantil, pero también que frene la creación de mafias de este tipo al interés de los posgrados que únicamente cumplen intereses de unos pocos.

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