Remolino Negro, gladiador de la vida

Albañil de profesión y luchador por convicción ha tenido por motivación sus cuatro hijos, uno de ellos ya inmerso en este deporte y otro que anhela, pasen los años para seguir los pasos de su padre

Ismael Quintero / Colaboración

[dropcap]A[/dropcap]lbañil de profesión y luchador por convicción, así es «Remolino Negro», quien ya con 23 años como gladiador profesional sigue subiendo al ring como si fuera la primera vez; su motivación son sus cuatro hijos, uno de ellos ya inmerso en este deporte y otro que anhela, pasen los años para seguir los pasos de su padre.
Fue en 1992 cuando comenzó a entrenar pero no fue casualidad. «Lo traigo desde nacimiento porque me llamaba mucho la atención, miraba la lucha libre por televisión, por eso decidí ser uno de ellos, entrené muchos deportes como karate y lucha olímpica, pero me quedé con la lucha libre».
Inspirado en elementos nacionales como «Atlantis», «el Hijo del Santo», «Blue Demon Junior», y «Huracán Ramírez», es cómo tomó la decisión de iniciar este camino de luchador. «Se me hacía bonito y decía que los luchadores eran de plástico, por eso decidí entrenar la lucha libre y gracias a Dios llegué a hacer las cosas que hacía un luchador, todo lo aéreo es muy bonito y lo logré».
Aunque para eso tuvo primero que entrenar y darse cuenta que el esfuerzo valdría la pena años después. «Mi maestro fue el «Veneno 2», de ahí me acerqué con otros profesores como «Los Astros», «La Bestia» y finalmente me quede con el «Askari» o conocido también como «Tarot Mágico», el gran maestro del estado de Chiapas y le aprendí muchas cosas, sin embargo, he aprendido un poquito de cada uno».
Su nacimiento como luchador fue con el nombre de «Remolino Negro», pero como se dio en una época en que comenzaron a salir las miniestrellas, adoptó el de «Astrito»; su rival fue «Gatito» y «Doctorcito Salvaje». Eran cuatro miniestrellas nada más, pero por diferentes circunstancia dejó la lucha libre por varios años y a su regresó lo hizo nuevamente como «Remolino».
Entre un personaje y otro, la diferencia es la técnica y la rudeza pero «Remolino Negro», las dos esquinas las maneja bien. «La gente me recibió como técnico y me sigue recibiendo bien como rudo, porque ellos ven la calidad de luchador que soy, los dos me gustan, porque siempre le pongo muchas ganas para que la gente termine satisfecha y contenta».
Su satisfacción no para ahí, ya que entre todos los problemas que pueda tener, el trabajo físico y cansado que sienta, siempre sus hijos serán su motor. «Me siento orgulloso que ya vengan los Junior, el primero es «Astrito Junior», muy pronto saldrá «Remolino Negro Junior.», son dos que vienen y me da mucho gusto», recalcó.
Al cuestionarle si hubo algún momento en el que trató de persuadirlos de seguir sus pasos como luchador, contestó: «Para mí es un gran orgullo tenerlos como luchadores, los he apoyado, les he enseñado lo poco que he aprendido en todo este tiempo como profesional, para que no tengan errores y sean de los mejores».
El apoyo por parte de su esposa ha sido importante. «Mi familia me apoya, eso me tiene muy contento y ver que a mis hijos les gusta la lucha libre, me motiva a seguir adelante, para que no se termine el «Remolino Negro», más ahora que ya vienen los Junior, con mucho más ganas cada día».
Pero así como tiene dos hijos varones que seguirán sus pasos, también está la más pequeña, la princesa de la casa, quien podría también ser luchadora o no, aunque lo más importante en estos momentos es que ve a su papá como su héroe; siempre que va a luchar le desea mucha suerte y le dice: «Ten mucho cuidado papito, no te vayas a lastimar».
En su carrera como luchador ha tenido varios rivales pero nadie como «Flashito», con quien hasta la fecha, cada que se encuentran se dan con todo y no es para menos, haber perdido el cinturón Mini Panamericano en el Deportivo «Roma» no se olvida, e incluso «Astrito» podría seguir la rivalidad en algún momento.
Sin embargo, se dijo tranquilo y con ganas de seguir luchando porque también esta actividad le ha dejado muchas anécdotas, como enfrentar a elementos de la Triple «A», entre ellos como «Octagoncito», «La Parkita» y «Mascarita Sagrada», gladiadores a quienes veía por televisión y que posteriormente tuvo el privilegio compartir el vestidor y el cuadrilátero.

FRASE
«La gente me recibió como técnico y me sigue recibiendo bien como rudo, porque ellos ven la calidad de luchador que soy, los dos me gustan, porque siempre le pongo muchas ganas para que la gente termine satisfecha y contenta» Remolino Negro

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