Renglones Torcidos / Francisco Felix Duran

Baccarat

Hierve el aire y se respira arena.
Inhalo, baja a mi garganta y quema,
siento nauseas y ganas de defecar
pero ya no demoro más en despertar.

Lleva tiempo sin llover y huele a muerto.
Hoy la tierra es regada con lamento
y es abierta y luego estallada
para ser burdamente resucitada.

A veces es bueno combatir la lluvia
sobre todo si vives en primavera,
pero también es bueno dejarla caer
y ver como se escurren las paredes;
para convertir el suelo en baccarat
y conducir las lagrimas de oro al mar.

A veces quisiera estuvieras aquí
sentado, leyendo una novela sin fin.
Te invoco con una oración al revés
y sin más consigo mirarte y me ves
e intento cargarte para no caer
porque solo tú tienes el cielo a tus pies.

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