«Romboide» y las piruetas del dia a dia

Este noviembre, el luchador chiapaneco cumple diez años como profesional

Ismael Quintero / Colaboración

[dropcap]»[/dropcap]A jalones y estirones, pero seguimos en esta profesión», fue el sentir de Romboide, luchador chiapaneco que este mes de noviembre cumple ocho años como profesional y que a pesar de ocultar sus rostro con la máscara, en sus ojos denota el brillo por la emoción de cumplir un año más en los encordados.
«En noviembre cumplo ocho años como luchador profesional, comencé en el 2005 y hay vamos poco a poco, a jalones y estirones, pero seguimos en esta profesión la cual me gusta mucho por el ambiente, la adrenalina, por los vuelos, los lances; sé que implica muchos riesgos pero encanta este deporte», dijo emocionado. Recordó que su debut fue en San Cristóbal de Las Casas, ante luchadores «coletos». El trabajo que hace ocho años tenía lo llevó a conocer el deporte de sus amores.
«Me llamó la atención gracias a un compañero que sigue en este deporte, trabajaba en un negocio de tortas y este compañero me invitó a que practicara la lucha libre». Como todo aficionado siguió la lucha por televisión pero nunca pensó que algún día estaría en un ring, siendo cobijado por los compañeros de entrenamiento.
Al igual que muchos o la mayor parte de los luchadores de la capital del estado, su entrenador fue Azcary 78, quien comenzó su instrucción en el Deportivo «Roma». «Posteriormente me incorporé al Gimnasio «Energym», donde complementé mis conocimientos con el profesor —Gacela—; han sido los dos únicos profesores que he tenido, aunque le aprendo a todos», expresó.
Para muchos, sus anécdotas han sido ya durante su etapa de luchadores, sin embargo, para Romboide fue todo lo contrario; al igual que en su vida, también en su ingreso a este deporte le tocó sufrir, aguantar los castigos de los ya avanzados en el entrenamiento y vivir en carne propia que la lucha libre no es show, ni pantomima.
«Me daban un entrenamiento duro, me golpeaban demasiado, quedaba con el pecho y las piernas moradas, pero era una muestra para saber si me gustaba la lucha o nada más lo agarraba por puro entrenamiento», explicó.
De familia humilde pero con una enseñanza por parte de su padre (q. e. p. d.) de no dejarse de nadie y luchar por su sueños, aguantó cada entrenamiento. «Les demostré que era lo mío y seguí adelante y estoy por cumplir ocho años, gracias a Dios», relató.
Ya entrenando, la lucha se convirtió en su pasión, por lo que hace ya varios años con algunos compañeros viajaban a eventos de Triple «A» y del Consejo Mundial, vendiendo playeras, máscaras y otros accesorios de lucha; esto le dejó amistades pues fue relacionándose con luchadores de las grandes empresas, de quienes incluso recibía invitación para subir a luchar cuando un elemento hacía falta.
«Siempre en los viajes sabía que iba a vender pero llevaba mi equipo para luchar, así cuando había plazas que les falta gente, me tomaban en cuenta para llenar ese hueco, así me fui abriendo las puertas, me fui dando a conocer y las técnicas que aprendí con mis maestros, sobresaliendo poco a poco; me tocó entrenar con Aerostar, Billy Boy, Deccnis, los Payasos y con otros compañeros», platicó emocionado de recordar esos bellos momentos.
Su nombre es una de las muchas cosas que tiene bien presente en su mente. «El nombre de Romboide me lo dio prácticamente un gran luchador que en paz descanse, Abismo Negro; tuve la dicha de convivir y conversar con él en muchas ocasiones y más que un amigo, él me trataba como un hijo, incluso un día me dijo: -Mira hijo, si tú vas a seguir en el ambiente échale ganas-; incluso me preguntó, -Algún día, cuando debutes, ¿qué nombre te gustaría tener?-, A mí desde pequeño me ha llamado la atención los caballos y le dije que quisiera tener el nombre de Pegaso, pero ya había uno en Triple «A», hasta que me dio el nombre de Romboide, se me hizo pegajoso y me dijo: -Diséñate un equipo con rombos, tipo arlequín y de ahí vas a sacar bonitos equipos».
Con voz entrecortada, recordó cuando se enteró del fallecimiento de Abismo Negro. «Cuando él fallece, me dio mucha tristeza, no lo creía, me dolió mucho, por eso este nombre no lo cambiaría por nada, porque fue él quien me lo dio», comentó.
Recordó que al inicio de su carrera no tenía el apoyo de sus padres, en especial de su mamá, a quien no le pareció del todo porque veía por televisión que es peligroso y que muchos golpes traen consecuencias; en cambio, su papá no lo regañaba tanto porque también le gustaba la lucha libre; al paso del tiempo, ambos comenzaron a apoyarlo.
Durante la entrevista estuvo acompañado de su hermano, quien hoy es su pilar tras el fallecimiento de su padre, sabiendo que también tiene que ser el respaldo de su mamá, por lo que antes de terminar subrayó: «Espero que Dios me siga dando vida y seguir demostrando lo que es el luchador Romboide».

FRASE
«El nombre de Romboide me lo dio prácticamente un gran luchador que en paz descanse, Abismo Negro; tuve la dicha de convivir y conversar con él en muchas ocasiones y más que un amigo, él me trataba como un hijo» Romboide

DESTACADO
Como todo aficionado siguió la lucha por televisión pero nunca pensó que algún día estaría en un ring, siendo cobijado por los compañeros de entrenamiento

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *