Esto se va a descontrolar / Rodrigo Ramn Aquino

A la hora de la comida de ayer nos llegaron las primeras informaciones. Habitantes de Chenalhó retuvieron en San Cristóbal de Las Casas al presidente del Congreso del Estado, a otro legislador y su respectivo personal de seguridad.
Se encontraban en una mesa de diálogo y negociación en la curia de San Cristóbal de Las Casas. Precisamente viendo si llegaban a entendimientos por el tema de la presidenta municipal Rosa Pérez.
Ni las cruces en las paredes inhibieron la violencia con que irrumpieron y extrajeron del lugar al presidente del partido Verde y exsecretario General de Gobierno.
Se los llevaron con rumbo desconocido. Los primeros avisos llegaron a los equipos de trabajo de las diputadas Judith Torres y Patricia Conde, cuando éstas, nerviosas aún por lo sucedido, daban detalles acelerados del «levantón».
Los whatsapps lo confirmaron. Luego videos de los momentos exactos. La tecnología acelerando las cosas. ¿Y la tardanza de las fuerzas del orden?, pues había tiempo de sobra para interceptarlos rumbo a su localidad. No es cosa menor. Se trata del titular de uno de los poderes del Estado. No es Eduardo. Es la investidura.
Luego llegó la foto. Eduardo Ramírez y Carlos Penagos, cansados, ¿golpeados?, maltrechos, fastidiados, humillados. ¿Su culpa? Sostener que las autoridades constitucionalmente electas debían mantenerse en el cargo. Que como Legislativo no iban a ceder a chantajes y presiones. ¿Y el Estado de Derecho?
Es muy probable que la alcaldesa Rosa Pérez renuncie. Que la obliguen a renunciar a cambio de liberarlos. Regresarán los legisladores y no con buenas noticias. Regresarán vapuleados pero también como un recordatorio útil de que si las cosas siguen como están, «esto se va a descontrolar» (ojalá hayan visto ese video).

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¿Por qué insistimos en el seguimiento del proceso de elección de los nuevos consejeros del IEPC de Chiapas? Y más aún ¿en la correcta e imparcial conformación de un consejo general que responda a las demandas ciudadanas de respeto a los principios democráticos y que abone a la recuperación de la credibilidad en las instituciones por parte de la ciudadanía?
Bueno, por la sencilla razón de que el conflicto de Chenalhó y el secuestro de del presidente del Poder Legislativo, pudo justamente evitarse si los entonces consejeros electorales, cuya presidenta era María de Lourdes Morales Urbina, hubieran garantizado el respeto irrestricto a la paridad de género en las candidaturas.
Si desde un principio se hubiesen respetado las reglas, los hombres no habrían ido a campaña y no se sentirían con tanto derecho y burlados por salir chispados dos días antes de la elección. Y si decidían en resistencia a las tendencias del mundo, no aceptar la posibilidad de tener a una mujer como presidenta municipal pues siempre quedaba la opción de conformar un Concejo y todo más calmado. En fin, lo que mal empieza.

Corrillo

Extraña costumbre esa de vestir a los hombres transgresores con indumentaria de mujer. De acuerdo a su lógica, los hombres que no tienen palabra son como mujeres. Ser mujer, por tanto, es vergonzoso. No extraña pues que se resistan hasta el derramamiento de sangre a que una mujer lleve el mando del gobierno municipal.

Contacto:
9611395592

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