Terremoto los exhibe

El gobierno de Manuel Velasco Coello no sólo extinguió este año el Fondo Estatal para la Atención de Desastres Naturales —evidenciado con ello falta de interés por la seguridad ciudadana—, sino que ante la crisis derivada del sismo de 8.2 grados Ritcher del pasado 7 de septiembre, algunos miembros del gabinete han sido blanco de críticas y reproches por su cuestionable desempeño

Omar Flores Penagos / Portavoz

[dropcap]A[/dropcap]ntes de la extinción del Fondo Estatal para la Atención de Desastres Naturales (Foeaden), por disposición de los integrantes de la LXVI Legislatura del Congreso del estado, Portavoz ya había advertido en enero de la poca prioridad que el gobierno verde de la entidad le daba a la seguridad de sus ciudadanos ante el caso de desastres.
En la edición número 62 con fecha del 3 de enero de este año, se informó acerca de los dramáticos recortes que se efectuaron en el tema. Antes de su desaparición, el Foeaden afrontó una merma en su presupuesto de 157 millones 070 mil 797 pesos; pasó de percibir 237 millones 539 mil 675 pesos para el Ejercicio Fiscal 2016, a 80 millones 468 mil 878 para el actual; no obstante, el 26 de abril pasado, mediante el decreto número 164, se determinó su extinción ya que se consideraba había cumplido con su propósito.
En el Periódico Oficial del Estado número 292, Segunda Sección, fechado el 26 de abril pasado, se lee: «Tomando en consideración que, el Fideicomiso «Fondo Estatal para la Atención de Desastres Naturales» (Foeaden), ha cumplido con los fines para los cuales fue creado, contribuyendo a la atención de la reconstrucción de la infraestructura pública dañada por la ocurrencia de treinta desastres de origen natural que afectaron a la población de 108 municipios de la Entidad, logrando con ello la consecución de su objeto, por lo que resulta procedente su extinción».
Lo que pasó cinco meses después, es historia y dolor vivido por las y los chiapanecos que ahora esperan la actuación de las autoridades para recobrar lo que el terremoto les arrebató. Ya hay voces que alertan acerca de que la ayuda no está llegando o está siendo condicionada; lo cierto es que Instituto para la Gestión Integral de Riesgos de Desastres del Estado también ha sido menoscabado por los recortes presupuestales pues en 2016 se le asignaron 238 millones 078 mil 263 pesos; y este año, 101 millones 900 mil 881. Esto se constata al comparar las cifras de los respectivos presupuestos de Egresos del estado, de los dos últimos ejercicios fiscales.
Se verifica, además, que este 2017 la Secretaría de Protección Civil recibió menos recursos para su funcionamiento pues se le designaron 4 millones 612 mil 227 pesos, cuando en 2016 su presupuesto ascendía a 5 millones 529 mil 647 pesos.
Luego de implementar los recortes y ante las actuales circunstancias ocasionadas por el sismo del jueves con epicentro en Pijijiapan, la Secretaría de Gobernación decretó Emergencia Extraordinaria para 118 de los 122 municipios, según el comunicado 276/17, a fin de que se asignen recursos para atender a la población afectada.

Impericias de la clase gobernante

Se evidencia no sólo la ineficiente administración de recursos en un estado de alta sismicidad, sino la falta de preparación ante una contingencia de este tipo, el desinterés por temas torales como la seguridad de la población, la ineptitud de la clase gobernante e incluso, falta de sensibilidad puesto que no se ha hecho más que ir de impericia en impericia.
Esos elementos saltaron a la vista en la Reunión Extraordinaria del Consejo Estatal de Protección Civil. Se denotó la inoperancia del secretario de Salud, Francisco Ortega Farrera, quien fue increpado por un molesto Manuel Velasco Coello —gobernador que ha sido visto así en raras ocasiones—, debido a que el centro de salud de Tonalá no estaba en funciones, lo que debía resolverse de inmediato.
Por si no bastara con ello, en la misma reunión, el titular del Fondo de Fomento Económico, Óscar Ochoa Gallegos —el mismo que en mayo le dedicara una estrofa de «El rey» de José Alfredo Jiménez—, hizo alarde de su insensibilidad al informar que los deudos que dejó el terremoto ya contaban con el apoyo de actas de defunción, ataúdes y carpas. Ante micrófono abierto, añadió: «Su café, su pan, su carpa, para que sea un dolor menor y un mensaje de usted señor gobernador».
El cinismo fue tal que puso sobre la mesa la propuesta de que el gobernador acuda a los municipios damnificados, a otorgar de propia mano recursos de «mil y mil 500 pesos» para pequeños negocios que a causa de la falta de energía eléctrica hayan perdido materia prima, a fin de que compren insumos y reactiven la economía.
No ha dado una tampoco la pareja que conforman Velasco Coello y su esposa Anahí Puente Portilla. Luego que desde la cuenta oficial del mandatario fuera compartido un video en el que visitan a pobladores de las comunidades afectadas, los internautas no tardaron en titularlo «Anahí y Manuel Velasco gobernador de Chiapas actúan ante tragedia como en novela». En el clip, se les observa acongojados en medio no sólo de afectados, sino de todo un equipo fotográfico que se encarga de inmortalizar el momento en imágenes y video.
Lejos de aminorar, las críticas aumentaron después que Anahí compartiera mediante su cuenta de Twitter, un video en el que solicita ayuda para los damnificados puesto que antepone comentarios acerca de su apariencia personal, aunque es claro que buscaba el efecto contrario.
«Muy despeinada, muy mal arreglada, muy fea y no me importa nada. Lo que me importa ahora es ayudar a la gente», admite la actriz de Televisa. Ahora su prioridad es apoyar a la población y no dar conciertos, explicó durante su transmisión.
Ante ello, uno de los que expresó su molestia fue el sacerdote Alejandro Solalinde, quien compartió el clip en sus redes sociales y reclamó: «En manos de quienes estamos! #RapiñaElectoral #MuyDespeinada».

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