Tierra traga sueños de campesinos

En ejido Roblada Grande» del municipio de Villaflores, vive doña Reynalda Hernández Ruíz con su hijos, de un día para otro empezó el martirio para esta familia. De la nada y sin razón aparente, un socavón que inició como un hoyo pequeño ha ido tragándose las cosechas, su única fuente de alimento e ingresos; para colmo, el lugar de es de tránsito y el peligro es latente para los habitantes de la región

Alejandra Lorena Chávez

[dropcap]E[/dropcap]l socavón se abrió en la parcela de Reynalda Hernández Ruíz, en el ejido «Roblada Grande» del municipio de Villaflores, «arrebató sus sueños» de su familia, y al paso de los días, representa un riesgo creciente para los lugareños por que el diámetro de la fisura natural aumenta en esta zona que es vía de tránsito para los campesinos.
El pasado 05 de septiembre dos días antes de la Conmemoración del terremoto de magnitud 8.2 que sacudió mortalmente a Chiapas, doña Reynalda volvía a casa después de haber estado internada en el hospital, los vecinos al ver su llegada, no dudaron en informarle lo sucedido en su parcela.


Ella aún fatigada por la enfermedad no le puso mucha atención al suceso narrado, les dijo a sus hijos lo único que ella se preguntaba era: ¿qué será?.
Después de un rato de digerir la noticia, y sus hijos notando un poco su poco entendimiento del suceso, le dijeron que irían a buscar un carro para ver de qué se trataba lo que le habían intentado explicar.
Al verlo notaron un pequeño orificio del tamaño de una noria pero profundo como un poste de luz, explicaba doña Reynalda.
Ese día por la madrugada llovió más fuerte lo que ocasionó que el hueco se hiciera más grande y hasta el momento no ha dejado de crecer.
Su vecino don Bersain Pérez Gonzáles quien conoce la parcela explicaba que hace 10 días el socavón aún era pequeño pero ahora ya agrandó.


La preocupación de don Bersaín y su familia es que este socavón ya está cerca del camino, sobre todo porque vendrá el tiempo de levantar el poquito maíz que sembraron y no van poder meter el carro.
«Si, da temor pasar por estos lados porque fue de la noche a la mañana que se hizo este derrumbe».
Doña Reynalda está consiente que lo han perdido todo, con profunda nostalgia y aguantándose el llanto explicó, – «es lo único que tenemos y que se nos está hundiendo y pues no sabemos lo que realmente es».
Don Jorge Luis, un trabajador de esa zona, con su fumigadora a cuestas no dudo en contar su experiencia.
«El terreno si lo conocía yo, lo conozco, el terreno estaba parejo pues, cuando venimos a ver dijeron que era 8 o 9 metros lo que se había hundido, ahorita ya se hundió más y con todo y milpa, la gente tiene miedito, saber cómo vaya a estar porque aquí transitan muchos en el camino».


En la parcela se tenía siembra de maíz que el socavón ya se lo tragó, por esos días los hijos de doña Reynalda sembrarían frijol, la señora está agradecida con Dios por librar a sus hijos.
Sin embargo, la tristeza acompaña a doña Reynalda, sabe que la parcela es el sitio de trabajo de sus cinco hijos y la pérdida del maíz mermaría la fuente de alimento en esta temporada del año. Su trabajo por años para poder comprar esta parcela y se vaya hundiendo la desespera.
Elias López Hernández, uno de sus hijos, nos acompañó caminando durante kilómetro y medio por una senda de piedras y lodo a la parcela, que es su fuente de trabajo conmocionado recordó que ese día junto a sus hermanos y vecinos iban a empezar a sembrar frijolitos, y exclamó en agradecimiento «Solo Dios sabe por qué hace las cosas».
Sobre todo porque él relata que en el lugar donde el socavón se creó es donde siempre comienza la siembra y la cosecha porque ese espacio contiene la mejor tierra.
Elias con un rostro de confusión comenta: «Para que mentir…Yo me siento bastante frustrado y agitado, también porque es un pedazo de tierra que con esfuerzo conseguimos y de pronto se nos va, no sabemos si podemos seguir trabajando o ya no».


Por ahora, doña Reynalda desea sentirse protegida y pide a las autoridades le ayuden con algo porque lo perdió todo, pero sobre todo busca dar confianza a los que transitan por este camino y desea realicen el estudio pertinente ahí, les aseguren que es confiable el paso, si se va a seguir hundiendo. «Las personas pasan todos los días por este camino para ir al trabajo a caballo a pie o en carro en tiempo de cosecha es la única carretera», refirió.
Por su parte, el comisariado ejidal, Ruben Pérez Díaz, explicó que el día viernes llegó al lugar protección civil de Villaflores, quienes tomaron unas fotos para turnarlo a Protección Civil del Estado y den seguimiento.
La preocupación del Comisario y las 800 familias que conforman Roblada Grande, es que está senda es la única vía que comunica con un ejido llamado » El Potrillo», y es el paso de mucha gente, y por ahí es la trayectoria en la que se está agrandando este socavón.
Durante los 63 años de fundado el ejido, jamás había acontecido un evento natural de esta magnitud lo que tiene a los habitantes preocupados sin embargo protección civil asegura que se harán los estudios necesarios para determinar lo acontecido.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *