Van nueve mil mas a la lista de desplazados en Chiapas / Hector Estrada

A veces es hasta incomodo hablar de un mismo asunto tan recurrentemente, pero cuando los hechos constantes son tan escandalosos resulta imposible omitir el tema. Esto es precisamente lo que sucede con las miles de familias que en estados como Chiapas siguen sumándose a la lista de los desplazados por la violencia.
Y es que, este fin de semana la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (CMDPDH) dio a conocer que durante los últimos cuatro años se han registrado nuevos desplazamientos poblacionales forzosos que han afectado a alrededor de nueve mil personas en Chiapas.
Según el reporte de este prestigiado organismo nacional, los desplazamientos forzados en México se han mantenido como una constante durante las últimas décadas, teniendo sus mayores repercusiones en los estados de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Sinaloa y Chiapas.
La cifra de «desplazados forzados» en México asciende a 89 mil 859 personas, de los cuales el 10 por ciento son de Chiapas, lo que significa un total de ocho mil 895 chiapanecos que hoy padecen también los estragos de sitios sin gobernabilidad, donde la «ley de las mayorías» termina adueñándose a la fuerza de localidades completas.
Junto al 10 por ciento de Chiapas, el 21 por ciento de los casos se presentaron en el estado de Guerrero; 14 por ciento en Oaxaca; otro 14 por ciento en Michoacán y el 12 % restante en el estado de Sinaloa.
En referencia a las cifras registradas durante 2014 y los dos primeros meses de 2015, la organización informó que a nivel nacional se han presentado 9 mil 89 nuevos casos del fenómeno de desplazamientos forzosos, de los cuales 23 fueron de movimientos masivos.
A diferencia de entidades como Michoacán, Guerrero y Sinaloa donde la violencia se encuentra principalmente ligada al crimen organizado y los enfrentamientos armados, en Chiapas y Oaxaca los desplazamientos tienen mayormente su origen en problemas agrarios y religiosos donde la falta de autoridades eficientes es el combustible idóneo para avivar el fuego.
En Chiapas, los linchamientos, enfrentamientos comunales, expulsiones religiosas, quemas de alcaldías, tomas de caminos y despojos ejidales siguen siendo tema de año con año, con autoridades municipales inoperantes que terminan sumándose a los violentos grupos de control o amedrentados por los mismos.
Son localidades donde el estado de derecho brilla por su ausencia y las autoridades judiciales han perdido el control. Esa es la realidad para los miles de desplazados en Chiapas, para las miles de familias, en su mayoría indígenas, que seguirán engrosando las listas extraoficiales de las víctimas de la violencia, mientras la ingobernabilidad impere en sus pueblos.

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