Provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, alrededor de mil 500 personas emprendieron este Domingo de Ramos la marcha de este arduo viaje, con la fe de llegar a Estados Unidos (EEUU); el Instituto Nacional de Migración (INM) cerró los puestos de control en Chiapas para dar paso libre a los centroamericanos
Portavoz Staff
[dropcap]C[/dropcap]on sus dos hijos, uno seis meses y el otro de dos años, Katerin Gisel García caminaba bajo el ardiente sol huyendo de la pobreza y violencia de su país; ella es una madre soltera y se dedicaba a la venta de bisutería en Honduras, pero las pandillas le exigían pagar una cuota para no hacerle daño, y el 26 de diciembre pasado decidió tomar sólo una mochila con ropa y buscar otro destino.
El pasado 5 de enero, Katerin cruzó a territorio mexicano sin papeles en una balsa y de ahí se trasladó a Tapachula, donde tramitó una solicitud de protección ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, la cual le fue negada; es por ello que ahora es una de las integrantes del «viacrucis migrante en la lucha»
Provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, alrededor de mil 500 personas emprendieron este Domingo de Ramos la marcha de este arduo viaje, con la fe de llegar a Estados Unidos (EEUU); el Instituto Nacional de Migración (INM) cerró los puestos de control en Chiapas para dar paso libre a los centroamericanos.
Este grupo de indocumentados atravesarán el país durante 30 días desde los límites de fronterizos de Chiapas y Guatemala hasta EEUU, con el objetivo principal de realizar este desplazamiento es para pedir respeto a sus derechos migrantes y solicitar refugio tanto en México como en las tierras del vecino del norte.
Dicho recorrido es bautizado con el nombre de «Viacrucis migrante en la lucha» por coincidir con la Semana Santa. Después de que transiten por la ciudad de Tapachula, harán una escala en Oaxaca, en donde los migrantes se reunirán con activistas y organizaciones de derechos del migrante; en el poblado de Ixtepec abordarán el tren carguero «La Bestia» para seguir hacia el norte.
Luego harán otra parada en Puebla donde se reunirán con abogados para analizar sus posibilidades legales sobre la petición de refugio; la siguiente ruta será la Ciudad de México, con base en el portal Eje Central.
El coordinador del colectivo Pueblos Sin Fronteras, Rodrigo Abeja, comentó que hasta el sábado pasado por la noche la lista de los migrantes era de mil 200, entre ellos habían más de 300 mujeres con dos a cuatro niños cada una; 12 mujeres embarazadas; adultos mayores; personas con discapacidad y una veintena de integrantes de la comunidad Lésbico, Gays, Bisexual y Transexual, y el resto eran hombres, de acuerdo con medio locales. Además, es la primera vez que 150 niños viajan sin padres.
Por su parte, el director de dicha organización señaló que «en estos tiempos, el ataque de Donald Trump hacia los migrantes está siendo algo muy marcado, hay muchos migrantes que no se les está respetando el asilo», afirmó Irineo Mujica, director de Pueblos Sin Fronteras y Coordinador del Viacrucis.
La peregrinación dio inicio a las 7:00 horas en el parque central Miguel Hidalgo de Chiapas gritando: «¡Los migrantes no somos criminales, somos trabajadores, internacionales!; ¡por qué nos matan, por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina!; ¡manchadas de rojo, están las fronteras porque ahí se mata a la clase obrera!; los «sin papeles»», expresaron.
Todos ellos caminaron los primeros tres kilómetros bajo la vigilancia discreta de autoridades como el INM, el Centro de Investigación de Seguridad Nacional, la Policía Federal y la Policía Estatal; en ese transcurso una hondureña que se identificó con el nombre de Keyla Cáceres, quien cargaba un niño de un mes de nacido, fue auxiliada por sus compañeras debido a que el golpe de calor y la falta de alimento, le provocaron mareos.
Keyla, una campesina madre soltera, explicó que decidió abandonar su natal Honduras debido a que trabajando en la siembra de café, por un sueldo de 120 lempiras (120 pesos) no le alcanzaba para mantener a sus dos menores hijos. Con lágrimas en los ojos, la hondureña dijo que dejó a su hijo de tres años de edad, con su hermana, debido a que le sería difícil viajar con los dos.
En tanto, por medio de un video compartido en Facebook por Cultura Migrante, un participante del Viacrucis denunció que actualmente existe «un proyecto en México de militarización encubierto de administración tributaria donde se merman los derechos humanos y al libre tránsito; estando dentro de tu país te revisan según de manera fiscal».
«Mirando hacia el sur»
En otras partes del sureste del país también ha comenzado un movimiento similar; con el nombre de «Mirando hacia el Sur», el albergue de migrantes centroamericanos llamado «La 72», situado en la ciudad de Tenosique, Tabasco ha dado inicio este fin de semana al «Viacrucis Migrante 2018».
Este año, la intención de los organizadores es fortalecer las estructuras sociales en el camino de los migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador a su paso por México, ya sea para quedarse en este país o, como casi todos ellos, cruzarlo y llegar a EEUU; estructuras «que las personas víctimas del desplazamiento en Centroamérica encuentran en su camino y les proporcionan todo tipo de ayuda», de acuerdo con información del portal Aleteia.
Del 1 al 24 de marzo se llevó a cabo una misión de visita, observación y contacto con personas y organizaciones que apoyan a los migrantes en los tres países que conforman el «Triángulo Norte» de Centroamérica.
Este lunes, en «La 72» realizaron una reunión con promotores populares de Derechos Humanos de personas migrantes y ayer, ahí mismo, se llevó a cabo una reunión con personas y organizaciones interesadas en crear un grupo de ayuda integral a personas migrantes en el dicho estado.
Por último, del 29 al 31 de marzo, en la ciudad de Tenosique, se efectuará una Pascua Migrante con lo que se espera «ir tejiendo caminos humanitarios en las rutas migratorias, generando solidaridad y ayuda integral».
Otro de los intereses de este Viacrucis Migrante 2018, es que, al cruzar a México por el Estado de Tabasco, la meta será la declaración ciudadana (no gubernamental) de Tenosique «como ciudad que acoge, protege, promueve e integra a las personas en movilidad forzada», comentaron los organizadores.
Para lograr lo anterior, en Centroamérica, los miembros de «La 72» acudirán a las personas y organizaciones de la sociedad civil que ya cuentan con un trabajo de ayuda a las personas migrantes y buscarán otros contactos.
Además, en Tenosique, reforzarán la Escuela de Promotores Populares de los Derechos Humanos de las Personas Migrantes que se encuentran en las rutas migratorias de acceso a este municipio y en Tabasco; convocarán a personas y organizaciones que quieran colaborar con «La 72» en la atención integral a las personas indocumentadas.
De acuerdo con dicho medio, «La 72» es una Casa del Migrante administrada por la Provincia Franciscana «San Felipe de Jesús» en el Sureste de México. Se trata de una organización de la sociedad civil, sin fines de lucro, dedicada a la atención integral a las personas migrantes y refugiadas que se internan a México por la frontera del municipio señalado, uno de los puntos más conflictivos y peligrosos en la ruta migratoria.
«Nuestra tarea fundamental es acoger, consolar, acompañar al ser humano vulnerable, en este caso las personas migrantes y refugiadas, tan castigadas por los sistemas extractivos vigentes», se lee en la declaración de principios de la organización, casa-hogar-refugio que atiende cerca de 14 mil 000 personas cada año.
Recibe el nombre de «La 72» en memoria de los 72 migrantes asesinado en San Fernando (Tamaulipas) entre el 22 y el 23 de agosto de 2010. Durante los últimos años ha evolucionado como casa de atender a personas migrantes en tránsito a personas refugiadas que huyen de la violencia en Honduras y El Salvador, que vienen a México para pedir protección internacional de sus vidas.
