Vicky Rincn, aprovechando el momento
Rodrigo Ramn Aquino

En medio de un ir y venir de encuestas que muestran la supuesta preferencia electoral de los tuxtlecos, uno de los perfiles considerados con posibilidades de hacerse de una candidatura para contender en 2015 aprovecha el malestar ciudadano por el atraso de las obras de infraestructura en la capital chiapaneca.
Con la excusa de que un amigo cronista le pidió fotos del tiempo en que fue alcaldesa de Tuxtla Gutiérrez, doña Victoria Rincón hace uso de las redes sociales para comparar, sin expresarlo abiertamente, claro, las condiciones físicas de la ciudad durante su gestión con las que actualmente se viven.
Imágenes de calles limpias, ordenadas, gente participando en el desarrollo municipal contrastan con las obras en proceso, el polvo y el tráfico, lo que ha motivado diversos comentarios positivos a su persona y a su gestión.
En estricto sentido, la administración de doña Vicky es recordada positivamente, particularmente en los temas de orden y planeación (aunque algunos críticos afirman que llegó a exagerar), lo que es la herida abierta en estos momentos.
Desconocemos si está siendo asesorada por un experto o es su instituto político, pero la señora Rincón está aprovechando el momento, el desencanto generalizado, para posicionar su imagen y su proyecto. Eso es comunicación política.

Ágora

Reacción de mi amigo el escritor yajalonteco Alejandro Aldana luego de leer el artículo «¿Se justifica la existencia del Fondo de Cultura Económica?», publicado ayer en Excélsior: «Leo Zuckerman siempre se ha destacado por su indómita estupidez, vendido a Televisa desde hace muchos años, el tipo ha tenido una plataforma mediática para defecar sobre los embebidos televidentes, amparado en un reducido marco conceptual, sin más miras que un neoliberalismo descafeinado, y la ventaja de ser amigo de ciertos «intelectuales» orgánicos que se han prestado a convertirse en «ideólogos» de las peores tretas del gobierno. Ahora el tipejo se atreve a pedir la desaparición del Fondo de Cultura Económica, aún con todas sus deficiencias, es de las pocas instituciones de las que podemos sentirnos orgullosos los mexicanos. Por la estupidez de la declaración, tiene todo el tinte de provocar, crear una cortinita de humo. Los escritores, poetas, intelectuales de México no son una clase pudiente, económicamente estable, al igual que todos los mexicanos están sufriendo la tremenda crisis en la que nos tiene el patrón del tipejito Leo, el no menos tipejo Peña. La economía mexicana se va al traste y el imbécil (nótese como va subiendo la indignación), pide la desaparición de un Fondo que nos ha permitido y nos permite leer a lo mejor de la producción intelectual del mundo a precios (ya no tan bajos) decentes. ¿Se le olvida al culicagado (palabra tomada del diccionario filosófico de Colombia), que muchos estudiantes somos regulares lectores del Fondo?, estudiantes que de plano estamos en la lona de los dineros.»

Corrillo

La abuelita Candita (hasta la fecha existe la duda de si se llamaba María Candelaria o Cándida) fue, para mí, todo un caso. Aguerrida mujer tuvo 11 hijos de dos matrimonios a los que sacó adelante mediante su trabajo como comerciante. Orgullo que la hizo dura y calculadora. Con una buena porción de elitismo, me relegaba de mis hermanos y de su corazón porque me parecía a mi padre (moreno y chaparro él, ni Dios lo quiera). Pero los años pasaron y ella se olvidó de sí misma y de sus sentimientos. Volvimos a empezar. Y en el último trecho de su vida nos quisimos todo lo que al principio nos ahorramos. Saludo este día su recuerdo.

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