Vinculan cultura patriarcal con violencia en parejas

Samanta Peña, integrante de la Red Nacional Católica de Jóvenes por el Derecho a Decidir, expresó que principalmente las jóvenes mujeres aprenden a naturalizar la violencia a través de los mandatos de la religión, los cuales enseñan a que el amor todo los perdona, lo cree y lo soporta

Rodolfo Flores / Reporte Ciudadano

[dropcap]L[/dropcap]a Red Nacional Católica de Jóvenes por el Derecho a Decidir dio a conocer que la grave situación de violencia que permea en la sociedad es porque desde las etapas de noviazgo las agresiones tienden a naturalizarse.
Samanta Peña, integrante de la red, expresó que principalmente las jóvenes mujeres aprenden a naturalizar la violencia a través de los mandatos de la religión, los cuales enseñan a que el amor todo los perdona, lo cree y lo soporta.
Derivado de esto, entre la población las consecuencias tienden a ser muy negativas como el aumento del riesgo de una enfermedad de transmisión sexual, justificar los celos, embarazos no planeados, naturalizar los celos que en casos extremos derivan en feminicidios.
Y esto queda demostrado con los datos que arroja la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016, en donde se expone que el ámbito donde ocurren con mayor frecuencia la violencia es la pareja, ya sea el esposo o novio, con el 44 por ciento.
Aunado a ello el 79 por ciento de las agresiones no son denunciadas, pues las víctimas indicaron que no tenía importancia, o que no le afectó y la segunda razón por miedo a las consecuencias.
Por ello, el grupo de jóvenes hizo un llamado al estado mexicano para que garantice el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos, así como a brindar la educación sexual integral en las escuelas basadas en información laica, y libre de prejuicios.
Así también para que en los hogares no se promueva la cultura del machismo que en gran medida es responsable de la reproducción del modelo de violencia, a través del tiempo.
«En tanto que la iglesia pedimos que sea congruente con su misión de promover el amor en las personas el lugar del odio y la discriminación, pues en el amor no puede tener cabida la violencia», concluyeron.

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