Madres de migrantes desaparecidos continúan en su búsqueda de pistas en territorio mexicano, que las lleve a sus seres queridos
Lucero Natarén / Aquínoticias
La XV Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos continúa su camino en territorio chiapaneco. Las mujeres centroamericanas pisaron territorio mexicano el 15 de noviembre, anunciaron que su ruta culminará el 3 de diciembre.
Estas madres centroamericanas llevan 15 años en resistencia y, como cada año, recorren parte de la ruta migratoria buscando las pistas que los lleven a encontrar a sus hijas e hijos desaparecidos en territorio mexicano. Ellas realizan acciones de búsqueda y de protesta, planean recorrer 13 estados, caminando sin perder las esperanzas y buscando impactar a la sociedad mexicana «a la que piden solidaridad con su causa», según se lee en un comunicado emitido por el Movimiento Migrante Mesoamericano.
«La Caravana de Madres busca enviar un fuerte mensaje de repudio a los poderes mundiales, gobiernos e instituciones. Decirles que sus modelos de gestión de la migración, lo que asumen erróneamente como un problema, agravan criminalmente la situación que ellos mismos causan en esta era de acumulación capitalista por despojo y violencia y que no lograran, por más muertos que produzcan, ordenar y controlar los flujos migratorios».
Este domingo recorriendo las calles de Tapachula, Chiapas, gritando sus consignas y exigiendo justicia.
«Únete, únete, que tu hijo puede ser»; «señor, señora, no sea indiferente, desaparecen a los migrantes en la cara de la gente»; «Ahora que estamos todas, ahora que si nos ven, abajo las fronteras, van a caer, van a caer».
El lunes continuarán su travesía de Comitán y posteriormente a San Cristóbal de Las Casas, donde realizan actividades, para llegar el miércoles a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, donde también tendrán actividades, para luego continuar su ruta a Coatzacoalcos y los demás estados. El 3 de diciembre dejarán territorio mexicano, saliendo de Tenosique, Tabasco.
Agradecen la solidaridad de las madres mexicanas y asociaciones civiles, así como a defensores de los derechos humanos que las apoyan en su lucha, continuarán su camino sin perder las esperanzas de encontrar a sus hijas e hijos.
