Actitudes suicidas y autolesiones, una solicitud de auxilio que no debe invalidarse

9 de cada 10 personas muestran señales previas de dañarse o atentar contra su vida, señalan expertos

Lucero Natarén / Aquínoticias

«En la sociedad mexicana aún persisten diversos mitos sobre los actos autolesivos y suicidas». De acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estas son acciones que se realizan para calmar un estado emocional que se presenta por múltiples factores y se trata también de una forma de pedir ayuda.

«Quien desea suicidarse si está considerando el morir, -es un riesgo-, pero también hay una parte de ellos que dice no, hay algunas razones que la persona puede tener para mantenerse con vida», explica la experta en intervención clínica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Liliana Guzmán Álvarez.

Según la especialista en psicología Daniela Esquivel González, 9 de cada 10 personas muestran señales previas de dañarse o atentar contra su vida. «Si alguien anda diciendo que va a suicidarse hay que tomarlo en cuenta, es un riesgo latente», acentuó González.

E incluso, afirman, que detrás de las autolesiones y suicidios hay también trastornos de ansiedad o mentales. Sin embargo, antes de cometer algunas de estas acciones, generalmente se presentan comportamientos como cambios en la alimentación, la higiene personal e irregularidades en el ciclo del sueño, «o en algunos casos pueden obsequiar o transferirse objetos valiosos, incluso cartas o textos de despedida», comentó Oscar Hernández Aguirre de la FP.

Las especialistas concluyen en que hablar sobre estos temas es una manera de prevenirlos, por ello, las universitarias recomiendan preguntar directamente a la persona involucrada si hay algún tipo de riesgo.

Por otro lado, Eduardo Matamotoros Mendoza, comentó que es necesario tomar en cuenta que luego de una autolesión o intento de suicidio, las personas sienten vergüenza, culpa, incluso arrepentimiento. «Lo importante será acercarnos, preguntar cómo podemos ayudar, pero no invisibilizarlos, darles espacio, validar la emoción. Además de dirigirlos con un especialista».

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