Al Son del texto / Tina Rodriguez

Y ahora resulta que van a multar a los alcaldes por no rendir cuentas a tiempo ante el OFSE, y no son pocos, son los más y desde luego, no las van a pagar de su bolso, porque aún existe la anomalía de que los munícipes hacen lo que quieren sin tener un castigo ejemplar, pues violan la norma de las cuentas claras, en una entidad cansada de saqueos, malos gobernantes, y cinismos como éste de que en tiempos en que los sistemas están actualizados al segundo, no pueden reunir la comprobación de gastos en un mes.
La verdad ha faltado autoridad, y más cuando le anuncian que los van a sancionar en caso de no cumplir.
¡Hay que sancionarlos y ya, de su sueldo directo!
Cada año es lo mismo, y cuando no es el presidente de la comisión de hacienda del congreso del estado, lo hace el presidente del órgano de fiscalización, anunciando éstas cosas de sanciones, y no hay otra que pensar mal para obligar a estos irresponsables a negociar su situación ¿Cuál otra intención hay? y lograr una prórroga, en tanto agradecen a quien correspondan «la comprensión» en algo tan conocido como los llamados diezmos, que ya son de a quince por ciento.
Porque una cosa es comprobar y otra entregar obras de buena calidad.
Las denuncias dadas a conocer cuando arrestaron al ex alcalde de Tapachula, el panista Emmanuel Nivón, son solo una probada de la enorme corrupción en los municipios, entre esas tantas el dato oficial en torno a los 70 automóviles de uso oficial que durante su administración fueron rematados a una sola persona en 140 mil pesos; es decir, en 2 mil pesos cada vehículo, incluidas unidades de lujo.
Porque esa es la otra: traen unidades como si fuéramos un estado rico, no paupérrimo, desgastándose a diario para poder llevar a la mesa de la familia alimentos nutritivos, no los llenadores como se hace en la gran mayoría de las casas chiapanecas, a falta de los recursos suficientes que permitan casa, vestido y sustento dignos, como lo marca la constitución vilipendiada que tenemos.
Los municipios son la célula de la nación, es decir, lo que cohesiona el pacto federal y curiosamente han sido los más desatendidos, en lucimiento casi siempre de los gobiernos estatales, cuyo titular es el que debe destacar por sobre todo el aparato administrativo.
No deben de llegar al cinco por ciento los municipios de la entidad que sean autónomos, si es que hay uno, pero ni esos datos son dados a conocer a la opinión de los gobernados, como tampoco el gasto diario, y menos a través de los instrumentos de transparencia que son elefantes blancos, instalados para más gasto y muy poca efectividad, y desde dónde le dan los pitazos a los funcionarios cuando, desde alguna organización o particular preguntan sobre sus andanzas presupuestales.
¿Así cómo?
Así que eso de que anunciarles que van a sancionar a los alcaldes, es como avisarle al ladrón que ya van por él.

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