Al Son del texto / Tina Rodriguez

Desde luego que la desigualdad no se resuelve con programas sociales como señaló el senador Zoé Robledo; otrora fue una forma populista de atraer simpatizantes por parte de los gobiernos, y el paternalismo se comió a la iniciativa que generó múltiples formas de clientelismo.
Hoy por millones son aun los mexicanos que esperan todo del gobierno, incluso su desarrollo social, siendo lo otro cierto que no existen las herramientas suficientes para que esa población, lo logre por sí misma, sea por educación y falta de oportunidades, o por la falta de inversión e inversionistas que generen empleos dignos.
Porque a cómo están los montos del salario solo los generadores de empleo se benefician, pagando poco por la mano de obra, ganando bien en volumen, ampliado negocios, pero dejando en la misma y sin derechos laborales como salud mínimo, a sus empleados.
Esa es una verdad y queja constante.
La desigualdad se resolverá con empleo bien pagado, programas verdaderamente sustentables en los sectores productivos y sobre todo una nueva conciencia social en pueblo y gobierno que redunde aún se escuche muy trillado, en un compromiso con México.
Porque en éste país cada sector y los grupos dentro de esos sectores jala por su peculio, sin importar afectar los derechos de terceros, en un desgate social que nos tienen enfrentados cuando no en zozobra, con relación a la pobreza, el crimen organizado, la corrupción.
Y es la corrupción el flagelo de todas las instituciones y sus programas sociales, es una mención implícita en el convivir de la sociedad mexicana.
De ahí la importancia de su aniquilamiento, cosa que dudamos y en ello existe poco optimismo social, ante las noticias que a diario aparecen como testimonio de su vigencia.

Al Son que me toquen…

Aun las diferencias de siglas y desde luego de ideologías –se supone- que las diputadas en la presente legislatura, en cuanto y en torno a los temas de la mujer deben hacer causa común.
Como nunca hay una representación legislativa femenina en la sexagésima sexta legislatura, esto es que por primera vez hay 24 diputadas y 17 diputados en un congreso chiapaneco.
Trece de ellas fueron electas de 24 distritos que conforman el estado, o sea más de la mitad fueron votadas y, 11 más alcanzaron escaño por representación proporcional.
En medio de lo que fue la asignación aparte de comisiones, viene el trabajo político conjunto en favor de los derechos de las mujeres, en un afán de equidad de género, y no bajo un feminismo a ultranza.
Hay tiempo, tres años, para ver que logran las representantes aun sus distintas siglas.
Ahora bien, en los distritos chiapanecos, trece diputadas fueron electas, once más fueron varones.
Es decir que el voto fue a favor también de las mujeres.
Hay que aprovechar ese apoyo.

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