Alvarado; historia, comunicacin y periodismo… / Ruperto Portela Alvarado

+ Del «Alvaradito», «Alborada» y «El Quijote»…
+ Los viejos y nuevos hacedores de periodismo…
+ El logro del Ché Palacios y María Luisa Chávez…

«Cuando el periodista se convierte en un vocero oficiosos del gobierno, es su testaferro; por eso solo se tiene que ser el medio, el enlace entre el poder y la sociedad a la que debemos servir». Así defino yo la actividad periodística que tiene muchas vertientes de honestidad, pero también de corrupción.
Pero no es mi intención en este momento dar cátedras de ética y civismo periodístico, sino de poner en alto relieve el esfuerzo de mi amigo José Ángel Palacios Martínez y su esposa María Luisa Chávez por mantener con apego ético-social, un medio de comunicación que llega a su edición número 500 (quinientos) que ya es decir bastante y más de diez años de trabajo.
Me refiero a «El Quijote de Alvarado», donde plumas reconocidas como la del profesorRodolfo Figueroa Martínez, el maestro Marcelino Ramos Hernández, el presbítero Luis Rodríguez Pretelín, el arquitecto Carlos Buenos Flores y el doctor Rafael Miravete Oropeza,que han sido pilar en esta aventura de muchos años. No quisiera omitir algunos nombres que están inscritos en esta historia como el del «Cazachaneques», Hugo Alfonso García Pacheco, Enrique Escobar Cedillo, Carlos Alfonso Zamudio Martínez y otros que recordaré más tarde.
Queda la historia de un semanario como «Alvarado» al que muchos le conocieron como el «Alvaradito», del que José Ángel Palacios Martínez, director de «El Quijote de Alvarado»hace referencia en una entrevista al maestro Rodolfo Figueroa Martínez, otrora jefe de redacción y en la que menciona a los profesores Juan José Zamorano Cruz (director), Isidro Zamudio Uscanga (reportero estelar), Francisco José Zamorano, «quien además de ser directivo del semanario escribía la columna «Ráfaga» y el profesor Manuel Silva, tesorero.
Este fue un gran proyecto que inició el 20 de abril de 1960 y duró por diez años con 520 ediciones. El semanario «Alvarado», dice el maestro Rodolfo Figueroa, «es resultado de un pensamiento de masones de la Respetable Logia simbólica Estrella del Sotavento No. 61, con el fin de lograr se respetaran artículos básicos de nuestra Constitución Política, como: el tercero, quinto, veinticuatro, ciento veintitrés y ciento treinta, que de manera general estructuran el pensamiento liberal mexicano». Hoy este medio de comunicación es un referente del pasado histórico de Alvarado y su sociedad, al que debemos consultar.
Me es grato tener los recuerdos de aquellos paladines de la pluma que llevaron a plasmar la historia de Alvarado, sus gentes y sus paisajes como el semanario «Alborada» de autoría del presbítero más querido y añorado por los alvaradeños, don Luis Rodríguez Pretelín, quien es además arquitecto de muchas obras de las que hoy podemos admirar en nuestro pueblo querido. No hay que soslayar aquella publicación de «La Voz del Sotavento» que tuvo su historia y su momento.
Pero hoy es día de festejar… y en grande, porque pocos proyectos periodísticos de provincia y pueblos como Alvarado son tan longevos y este de José Ángel y María Luisa ha trascendido al tiempo con su historia, cultura y lucha por los derechos humanos y ciudadanos. Llegar a la edición 500, es ya de por sí una proeza y mantenerlo financieramente es casi hacerse el harakiri.
Por eso, como dice Albert Camus de los cuatro mandamientos de la prensa libre: lucidez, desobediencia, ironía y obstinación, «el periodismo debe rechazar lo que ninguna fuerza le podría hacer aceptar: servir a la mentira». Y en el «Quijote de Alvarado», lo hemos hecho de una u otra manera, porque estamos convencidos que servimos a la sociedad.
De manera personal reconozco el esfuerzo de mis amigos el Ché Palacios y María Luisa porque, en mi caso, me lancé a la aventura en 1985 de publicar el semanario «Otro Más»que solo llegó a ocho ediciones y luego en 1997, mi affaire fue con el también semanario tabloide de doce páginas «INDICE…» que consta de nueve números. No aguanté el ritmo de la información ni tampoco el financiero. Era yo desde el director hasta el corrector de galeras porque el primero se elaboraba en sistema caliente y el segundo ya en offset.
Puede ser que Alvarado sea un cumulo de periodistas, como los ya mencionados que incursionaron en esta actividad teniendo una profesión como base. Hay que mencionar al maestro, escritor y periodista Ángel José Hermida Ruiz a quien por su afición por el periodismo y una publicación con ese título se le conoció como «Pluma».
El maestro Hermida Ruiz, es de los alvaradeños de gran trascendencia en el proceso educativo por ocupar diversos cargos de relevancia en el sector, así como en el periodismo donde fue corresponsal de varios periódicos locales y nacionales, fue Director General de Educación Popular en el Estado de Veracruz (1962-68); Jefe del Departamento de Prensa de la Procuraduría General de la República entre 1959-63.
«Pluma», como se le conocía también por su capacidad periodística, fue director de las revistas: «Educación» (Xalapa, 1966-68); «Atlatl» (1970); «Ruta» (1971-73); «Audiovisual» (1974-76); «Caminito» (1976); «Maestro» (1984) y «Centenario» (1985-86). Pero hay quienes siendo poetas, escritores, compositores y músicos, como Pablo Zamudio Rosas, fueron parte de publicaciones varias en medios locales y nacionales.
En memoria escrita hay que signar al poeta, escritor y político alvaradeño, Justo A. Zamudio Vargas y a Francisco de Borja Delgado Figueroa, quien además de poeta y escritor fue destacado periodistas, entre muchos tantos otros que siguen hoy haciendo «talacha» y «tundiendo teclas» desde una máquina «Oliverti Lettera 22», una «Remington», o la mejor de las computadoras.
Habremos quienes abrazamos la carrera de periodismo por una u otra cosa y en esas circunstancias hay que recordar al maestro Rafael Delfín Almeida «Yito», quien fue corresponsal del diario «El Dictamen» por muchos años o su hija Romana Aurelia Delfín Tiburcio, mi compañera de grupo y la generación 1971-75, de la carrera de Licenciatura en Periodismo de la Universidad Veracruzana. Mi recuerdo a ella quien se nos adelantó en el camino.
Lidia Margarita Rosas Santiago «Lily Rosas», fue la primera alvaradeña que cursó la carrera de Periodismo al igual que mi amigo de juventud y parrandas, José Antonio Cruz Ballados, quien incursionó en el periodismo de la nota roja e información general para el diario «El Dictamen» mientras el que esto escribe, Ruperto Portela Alvarado, lo hice en el diario «La Nación» de la Ciudad de Veracruz escribiendo primero información de béisbol de la Liga Mexicana; después de la nota roja y por último fungí como jefe de redacción de esa misma casa editorial.
Desde este espacio que siempre lo habré dedicado a los más de diez años de vida de «El Quijote de Alvarado» y al esfuerzo periodístico y quizá financiero de mi amigo José Ángel Palacios y María Luisa, les quiero felicitar con toda la razón que les asiste, por sus consistencias y pertinencia que han demostrado a través del tiempo. Felicidades y que este proyecto sea para muchas décadas más… RP@…
Con un saludo desde estas tierras del pozol, el nucú, la papausa y la chinchuya…
Para contactarme: rupertoportela@gmail.com

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