Analisis a Fondo / Francisco Gmez Maza

¿Será por aquello de que con dinero…?

A 9 meses del alumbramiento
Breve repaso de la democracia

Un año y 7 meses

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador es un comunicador muy eficiente. No tiene otro interlocutor (pareciera que no lo quiere tener) que no sean las mayorías. La agenda que impone diariamente a los medios de propaganda es social; con el pueblo, con los pobres. Le interesa que lo escuchen las mayorías, aunque la macroeconomía esté derrumbándose (no así la economía de los poderosos empresarios que incrementan sus caudales con inversiones overnight.)
A López Obrador las mayorías lo aman, pues. Tanto lo aman que, si la democracia fuera realmente el gobierno del pueblo, el mandatario rebasaría a los grandes genios de la propaganda social y política. Bueno. Hasta los miembros más prominentes de su partido – Morena-, lo aman y se doblan ante el líder. Si Morena se desvía de sus principios, me voy del partido, amenaza el hombre. Si AMLO se va, me voy con él, revira la presidenta del movimiento (porque sociológicamente Morena no es un partido político, sino un movimiento que aglutina a alacranes, cucarachas, chinches, sabandijas, gusanos, toda una fauna entreverada de bondad y perversidad.)
Aunque hay que aclarar que a los morenistas lo que les entra por el oído izquierdo le sale inmediatamente por el derecho: No acababa López Obrador de mandar al carajo a los malvivientes políticos de Morena que sólo van por el hueso, cuando los diputados intentaban violentar el reglamento de la Cámara. Y lo hubieran hecho si el presidente de la mesa directiva, Porfirio Muñoz Ledo, en el ocaso de la vida, no rectifica y anuncia su renuncia al cargo. Sólo así los diputados lopezobradoristas aceptaron dejar la cabeza del cuerpo legislativo en manos de la derecha, que es, digamos, la segunda fuerza política.
No obstante, nada convencidos de que tienen que irse al carajo como se los ordenó el líder, insistieron, hasta ya muy entrado el plazo, en obstaculizar el nombramiento de los miembros de la presidencia camaral. (cameral, como lo acostumbran políticos mexicanos es un anglicismo que no tienen mucho que ver con nuestras cámaras legislativas, que más bien son centros de intercambio comercial entre 500 jugadores y otros más)
Pero fuera de los politiquetes, como les dice mi compadre Jorge Anaya, experto en lenguaje escrito, hispano y anglosajón, a las masas no les importa nada más que López Obrador, como el salvador que los va a llevar a la tierra prometida. Paul Joseph Goebbels, el genio de la propaganda política, se queda chiquito ante la capacidad propagandística del gobernante mexicano de atraer a las multitudes que tienen en él una fe ciega. Crea en la mente de sus millones de seguidores expectativas que se toman como realidades en la mente de quienes están absolutamente convencidos de que con #AMLOVE el cambio está garantizado. Pero todo es mental.
Todo se maneja mediáticamente. La mañanera es el instrumento de comunicación clave, fundamental. Es magister dixit, lo que comprueba mi convicción de que no todo lo elegido por las mayorías es democrático. Es un juego – ¿ves?-, me dijo el otro día un chavo de la Rebel en el graderío del estadio olímpico. Lo importante es estar en la mente y corazón de «los mexicanos». Lo demás se va arreglando solo. O hace como que se arregla. Habría que ver si se ha eliminado la corrupción, a nueve meses del gobierno actual. El presidente dice que ya se eliminó, que ya no hay corrupción. Habría que escudriñar en la hechura de los libros de texto gratuitos, por ejemplo. En este espacio hemos abordado este asunto y no es nada bonito lo que ahí ocurre.
¿En verdad ya no hay impunidad? Los casos en curso – Rosario Robles, Emilio Lozoya, y otros, más bien parecen persecución política. Dónde está el ícono de la corrupción, Carlos Romero Deschamps. Dónde los demás dirigentes sindicales que se siguen despachando con los bienes de los trabajadores. Dónde… Dónde… Y podemos seguir.
La inseguridad y la violencia campean y se agudizan. El 23 de febrero a quien esto escribe le vaciaron el departamento de la información que guardaba en sus archivos tanto materiales como virtuales. Y el Ministerio Público, ante quien se presentó la denuncia y los videos del robo perpetrado por un par de facinerosos pelafustanes, ratas de dos patas (recordad a Paquita, mi tocaya), se hizo como el tío Lolo.
Y me pregunto: ¿Hay realmente un sistema de Salud y seguridad social? ¿Un sistema hospitalario digno de un país democrático? El hospital de especialidades del Centro Médico Nacional se deteriora al ritmo de la marimba chiapaneca.
Y ya ni hablar de la Economía, del petróleo. Menos de las energías limpias. No saben los expertos de Rocío qué son estas maravillas. Le siguen apostando al asqueroso aceite contaminante de la madre Tierra, el petróleo y los gases minerales. ¿Política industrial? ¿Empleo para abatir la pobreza y la desigualdad? Muy precario. Aumentaron el salario mínimo, pero al tiempo aumentaron los precios de los productos de primera necesidad y los servicios. Y se intenta abatir estas carencias con dinero. ¿Será por aquello de que con dinero hasta los perros bailan? Pero no se dejan ayudar.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *