Analisis a Fondo / Francisco Gmez Maza

¿Curas casados o amancebados?

Riesgo de cisma en la Iglesia católica latina
Ratzinger rompe su promesa de obediencia

La iglesia católica latina ha hecho muchos malos méritos en su propia contra, particularmente con las aberraciones de muchos sacerdotes y obispos que, contraviniendo sus propias leyes, reglas, votos y compromisos, han cometido y siguen cometiendo crímenes sexuales contra mujeres, monjas, jovencitos y niños que, inclusive en su propio lenguaje, claman venganza al cielo.
Para poder recibir el orden sacerdotal de manos de su obispo, entre otros compromisos, los aspirantes al sacerdocio tienen que hacer voto de castidad, lo que significa que deben vivir en celibato, solos, sin esposa, sin mujer, sin amante, sin pareja. Se supone que solteros van a tener más libertad de ejercer su ministerio sacerdotal en favor de su feligresía.
Esta regla del celibato es sólo una práctica de usos y costumbres y no un dogma de fe (en las iglesias católicas orientales, el celibato no es un mandato; muchos sacerdotes son casados) es defendida por los conservadores al interior de la iglesia occidental, en este caso, católica latina. También en otras grandes religiones se práctica el celibato.
Y al papa Francisco, promotor de cambios que le den nueva vida a la pastoral católica, simpatizante de la idea de llamar a hombres casados al ministerio sacerdotal, se enfrenta a la férrea oposición del ex papa Benedicto XVI, quien ha roto su promesa de no interferir en la pastoral de Francisco para reafirmar lo que él llama «la necesidad» de mantener el celibato entre el clero católico, justo en momentos en que el papa Francisco sopesa la posibilidad de aceptar hombres casados ala orden sacerdotal, debido a la escasez de religiosos católicos. La injerencia de Benedicto es extraordinaria dado que él prometió, al retirarse en el 2013, permanecer «oculto al mundo» y obedecer al nuevo papa.
La oposición de Benedicto XVI al sacerdocio de hombres casados, recogidas por agencias de prensa y periódicos digitales e impresos, está incluida en un nuevo libro, titulado «Desde el fondo de nuestros corazones: El clero, el celibato y la crisis en la Iglesia Católica», que Benedicto escribió junto con otro líder católico conservador, el cardenal Robert Sarah, de Guinea.
El diario francés Le Figaro publicó extractos del libro, la noche del domingo, Ese mismo día, o sea este domingo 12 de enero, Análisis a Fondo Diario publicó la nota titulada «Ratzinger consuma su oposición a Francisco y le presiona públicamente para que no ordene curas casados», citando a otro diario: Religión Digital. The Associated Press obtuvo copias del ejemplar preliminar en inglés, que será publicado el 20 de febrero por Ignatius Press.
La reafirmación del celibato, proclamada por Ratzinger, gira en torno a un tema delicado, sobre el cual el papa Francisco tiene pensado pronunciarse en las semanas próximas, y podría tratarse de un intento del papa anterior de persuadir al pontífice actual.
De acuerdo con expertos en religión, las implicaciones de esta injerencia podrían ser graves, dada la oposición a Francisco expresada por conservadores y tradicionalistas nostálgicos por el papado de Benedicto, y algunos de los cuales incluso consideran su renuncia ilegítima.
Sea lo que fuere entre los conservadores, las mayorías posconciliares estiman que el celibato no es una verdad de fe, sino sólo una costumbre en la iglesia latina, costumbre que ha provocado que muchos sacerdotes y obispos la violen y cometan en secreto acoso sexual y delitos sexuales como violaciones de mujeres, religiosas (monjas), jóvenes y niños. El caso más escandaloso en México ha sido el del sacerdote pedófilo y pederasta, Marcial Maciel, fundador de la congregación Legionarios de Cristo, que, siendo violentador de la regla del celibato y criminal, gozó de las bendiciones y una gran amistad del papa Juan Pablo II, ahora declarado santo.
Me gustaría ver a un sacerdote abrazando a su bebé y a su lado una mujer amorosa. Y no a un cura pervertido dedicado a violentar a cuanto pase por su vista.
La iglesia católica latina enfrenta el enorme peligro del cisma con dos papas. Uno que intenta seguir el camino de los cambios y del evangelio de Jesucristo. Otro que obedece al conservadurismo. Como dicen los campesinos de mi datcha. Habrá que ver de qué cuero salen más correas.

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