Analisis a Fondo / Francisco Gmez Maza

«Golpistas de una derecha rancia»

Opositores, «enmascarados de sociedad civil»: MFB
Serenos, organícense, pero no a gritos ni claxonazos

Se han adelantado los tiempos electorales y ya muchos adversarios del gobierno están metido en una campaña ácida, muy agresiva, a veces insolente, inclusive llamando al magnicidio desde la ultraderecha de Monterrey, que no presagia elecciones intermedias fáciles para nadie.
Los demonios del averno han sido desencadenados y empezaron a pulular como nuevo coronavirus por todo México. Amenazan con lograr que se suelte el tigre.
Andrés Manuel López Obrador no es lo de menos. Es el objetivo de las oposiciones. Por qué no se va, preguntó hace unos días mi querido colega y amigo, José Martínez Mendoza, en su Contracolumna.
Los panistas andan furibundos; los «ciudadanos» de la franquicia de Dante Delgado Ranauro, otro tanto; los perredistas, aunque moribundos, gritan desde palacio de gobierno de Morelia en voz de Aureoles Conejo; los intelectuales al servicio del «círculo rojo» no duermen, no paran, no descansan, como que tuvieran que desquitar algo; pequeños grupos de la clase media acomodada, dando bocinazos, azuzados por Frenaaa, pidiendo la cabeza de «López», y los lopezobradoristas, contraatacando como si fueran los voceros de los 30 millones de ciudadanos que votaron por el tabasqueño el primero de julio de 2018.
El único cuerdo, con sus asegunes, ha resultado ser el sonorense Manlio Fabio Beltrones, quien hizo una fugaz aparición el domingo 5 de julio, y mediante un video llamó a los priistas a la congruencia, a la prudencia, a no caer en esa guerra insensata y hasta magnicida, desplegada por integristas analfabetos políticamente, cuyo objetivo es sacar de palacio nacional a «López» porque, «por supuesto, nos está llevando al comunismo».
Manlio Fabio Beltrones Rivera, expresidente del PRI, ex legislador, ex líder de la mayoría priista, ex gobernador de su estado, llamó a sus correligionarios a alejarse de movimientos golpistas, como los que quieren quitar al presidente Andrés Manuel López Obrador, que llegó de manera «contundente y democrática» (Palabras de Manlio).
«Tendrán grandes tentaciones, incluso autoritarias», pero los priistas deben estar atentos «para denunciarlas y evitarlas», y estar enfocados en el triunfo en las urnas en 2021 y 2024, les dijo el sonorense a sus correligionarios. Confesó que él es un crítico de todos aquellos que, desde ahorita, están diciendo o quieren instrumentar quitar al presidente de la República en turno, que «llegó de manera contundente y democrática…
Y califica a los «golpistas» como hombres de derecha sumamente rancia, disfrazados, enmascarados de sociedad civil, a la tenemos que denunciar y (de la que) nos tenemos que alejar».
El sonorense terminó su arenga, advirtiendo a los priistas: «La reflexión, y, sobre todo, la autocrítica a los errores cometidos, como cualquier otro partido político, así como recapacitar y reconsiderar, nos puede evitar caer en esa polarización de liberales y conservadores, lo que dista mucho de ser la profundidad del debate que todos queremos».
Pero, todo augura a que Morena tendrá que bregar muy duro e inteligentemente para llegar a las elecciones del año próximo con más fuerza que cuando ganó la presidencia, no sólo para mantener la hegemonía en el Congreso de la Unión, sino para despojar a su oposición de las 15 gubernaturas que permanecen en manos de ella.
Las encuestas dicen que el partido del presidente aún tiene la sartén por el mango. No piensan así los analistas de la televisión comercial, ni los opositores, quienes ciertamente no llegarán a ningún lado si no se serenan y organizan tranquilamente, con el corazón ardiente, pero con la cabeza fría, para competir electoralmente.
Aunque no sean priistas, todos tendrán que leer el mensaje de Beltrones Rivera, si es que realmente quieren sacar de la presidencia a López Obrador. Tienen la oportunidad del año venidero y, aún más, el referéndum de la revocación de mandato.
Cálmense, amigos. Están en todo su derecho de ir en contra de López Obrador, por supuesto. Igual que las mayorías que lo llevaron a la presidencia y que continúan apoyándolo.

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