Analisis a Fondo / Francisco Gmez Maza

Extremismo reaccionario

  • Quién puede calificar el manejo de la pandemia
  • Debe ser de criterio académico; no ideológico

Creo que el gobierno del presidente López Obrador no ha comentado y menos respondido a un «informe» (o mejor dicho enjuiciamiento), en torno al manejo «renuente» de la pandemia, divulgado por la Universidad de California en San Francisco, que pone barrida y trapeada a la administración del tabasqueño en materia de salud pública.

Perdón, pero tal documento más parece elaborado por ideólogos del PAN que por expertos de una Universidad, en quienes debe prevalecer la temperancia en juicios de valor.

Advierten los autores del «informe», todos empleados del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la UCS, que la «renuencia» de México, de López Obrador, obviamente, a gastar dinero, realizar más pruebas, modificar la estrategia, o reaccionar ante nueva evidencia científica, contribuyeron a que el país (México) fuera uno de los más afectados por la pandemia de coronavirus.

De acuerdo con un despacho de la agencia de noticias estadounidense, Prensa Asociada (AP), en opinión de los «expertos universitarios», que analizaron la estrategia mexicana de manejo de la pandemia de covid-19, México habría tenido una cifra de muertes significativamente menor (a este jueves 15 de abril, la Universidad Johns Hopkins tenía registrados 210,812 fallecimientos en México), si hubiera actuado ante la crisis sanitaria como el promedio de los gobiernos.

Sin embargo, la cifra «real», no registrada oficialmente y mucho menos atribuida a alguna fuente o una metodología de cálculo, según el estudio de la UC, es de unos 330,000 fallecimientos. Quiero saber de dónde obtuvieron esta cantidad. Hace falta una explicación científica, matemática, de cálculo. Simplemente así, sin fuente, más parece una invención de reportero volador.

Los «matemáticos» de la UC en San Francisco suponen que algunos errores cometidos por las autoridades mexicanas serían el hecho de que no hayan recomendado el uso de cubre bocas, implementado restricciones a los viajes, proporcionado suficientes pruebas y equipo de protección, ni establecido medidas de distanciamiento social. Jamás hablan de la responsabilidad de cada uno de los ciudadanos frente a un peligro grave como podría ser una epidemia. El gobierno es el culpable. «Decisiones clave sobre cómo enfrentar la crisis de salud se basaron en supuestos injustificados, sin una evaluación suficiente de los riesgos que entrañaban dichos supuestos», concluye el informe, que acusa al gobierno mexicano de una concentración excesiva de la autoridad, por supuesto que en manos del doctor López-Gatell, así como «una campaña gubernamental que priorizó mantener las apariencias y la política partidista antes que la salud».

El «estudio» así, parece dictado por alguno de los ideólogos extremistas del Partido Acción Nacional. De investigación académica tiene lo que tiene la plataforma política y los documentos «doctrinales» del partido albiceleste.

Los autores del «análisis», con todo, pueden tener toda la razón en sus apreciaciones, en torno al manejo de la pandemia por las autoridades de la secretaría de salud, pero la duda intriga en el momento en el que toman partido y acusan al gobierno de López Obrador de «populista» irresponsable, sin explicar qué significa la palabra «populista».

(En su concepción, lo mismo tendrían que afirmar de su gobierno, de Donald J. Trump y, ahora, de Joseph (Joe) Biden, pues el manejo de la pandemia en Estados Unidos ha sido uno de los peores. Al miércoles por la noche ya contabilizaban más de medio millón de muertos, que seguramente crecen de acuerdo con «la (críptica) metodología aritmética» de los «académicos» de San Francisco.

Aseguran por ejemplo que «no es una coincidencia que los países con el peor desempeño, en su respuesta a la pandemia de covid-19, tengan líderes populistas». (Qué entienden por populismo, por «líderes populistas». Tienen que explicarlo, porque sus presidentes republicanos (extrema derecha) y demócratas (no creo que Biden sea de izquierda) podrían también ser calificados de populistas. Y vaya que ese «populismo» mata gente de color en las calles, o invade naciones e impone dictadores.

Gobiernos de extrema derecha como el de Estados Unidos o el de Brasil no han tenido muy buenos resultados en la contención de la pandemia, como dije más arriba. Los «universitarios» de San Francisco acusan a los gobiernos «populistas» de minimizar la gravedad de la infección (ellos escriben afección, palabra que no tiene nada que ver con infección), desalentar el uso de mascarillas, dar prioridad a la economía en lugar de a salvar vidas, y negarse a unir fuerzas con sus oponentes políticos para desplegar una respuesta coherente».

De verdad, creí que este «informe» de la Universidad de California era un ejercicio académico serio, de análisis científico (no con el método de Marx, por supuesto, que es el más acertado, pero académico), por cierto, avalado por la OMS. Pero, lamentablemente, sus autores lo elaboraron con intenciones políticas facciosas y aparecen como portavoces de la derecha más recalcitrante, que se cubre con el velo de la academia. Parece más bien un panfleto distribuido por FRENAAA, o Va por México.

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