Articulo Único / Angel Mario Ksheratto

Samuel Toledo «limpia» sus huellas

No ha sido, ni remotamente, un buen alcalde. Su administración se ha visto plagada de escándalos de corrupción, de tal manera que su tesorero no ha tenido empacho en exhibir las ganancias que del ejercicio público, han obtenido. Con todo y eso y en una acción deplorable, Samuel Toledo Córdoba Toledo, pretende dejar «basificado» a éste, Salvador Betanzos, lo que ha llamado la atención de la opinión pública y, por supuesto, desatado una serie de protestas.
El alcalde capitalino busca con ello, dejar una plataforma de espías que lo mantengan al tanto de las eventuales investigaciones en torno a la corrupción en que se debatió su administración, lo que le facilitaría la huida a tiempo, en virtud de la amenaza que se cierne sobre él, tras conocerse las deslealtades y traiciones a quienes le ayudaron a alcanzar la presidencia municipal.
Pero a más de eso, conformó un equipo de gente capaz de eliminar todo indicio de corrupción, como ya lo hacen en las últimas semanas. Según trascendió, un equipo de técnicos en computación contratado por el todavía alcalde y su equipo financiero, ha estado «limpiando» cualquier huella que implique a los funcionarios del ayuntamiento en los malos manejos que se llevaron a cabo en detrimento de los tuxtlecos.
Esa es la razón de fondo por la que Toledo Córdoba Toledo, intenta dejar como «trabajador» de base a su actual tesorero, quien en innumerables veces ha dicho a sus allegados que ya no necesita trabajar más. Por supuesto que no necesita trabajar más, pues el desfalco multimillonario en que ha incurrido, le da para holgazanear el resto de su vida. Por eso, la urgencia de ocultar afanosamente las pruebas en contra de todos ellos.
La lista de gente que Samuel Toledo busca dejar como «trabajadores de base», es larga. Todos o casi todos los directores de área y departamento, están siendo además, sindicalizados, con miras a no ser despedidos por la próxima administración. Eso, como todos saben, genera un grave problema de administración interna, lo cual es una irresponsabilidad del actual alcalde.
Lo grave de todo es que se pretende que los «trabajadores de base» que quiere Samuel queden incorporados al Ayuntamiento, sigan ganando los mismos sueldos. José Francisco González Liévano, Mayra Yanela Velázquez Méndez, Fernando Humberto Ornelas Cuéllar, Leticia Duna Soriano Ramos, tienen actualmente, sueldos de 25 mil, 27 mil 428, 31 mil 678 y 30 mil 222 pesos, respectivamente. Otros como Víctor Hugo Andrade Martínez, Ana Cecilia Chacón Solís, Ana Guadalupe Díaz Coutiño, María Lucero Interiano López y Adriana León Molina, obtienen salarios similares a los arriba mencionados, pese a que, según empleados del mismo ayuntamiento, no se presentan a sus lugares asignados, por lo menos, en la nómina.
En total, 30 directores y jefes de área los comisionados por Samuel para espiar a la siguiente administración. Para ello, por desgracia, cuenta con el apoyo del actual dirigente del sindicato de trabajadores, quien no ha tenido la capacidad para quedarse con la boca cerrada. A conocidos y extraños, ha dicho que para apoyar la petición del alcalde, fue ampliamente beneficiado. Mientras tanto, la base trabajadora, la que gana menos de cinco mil pesos mensuales, corre el riesgo de ser expulsada para dar el espacio a quienes ganan muchos miles de pesos.
Quienes pretenden quedarse en el Ayuntamiento, por cierto, fueron activos impulsores del voto a favor del PAN en las elecciones pasadas. Violando la ley electoral y las disposiciones internas de la alcaldía, fueron activistas de la campaña panista, con quienes, se dice, habían pactado impunidad a cambio de inducir el voto a favor de ese partido.
La deslealtad de Samuel Toledo, arrastró a todos a un callejón sin salida, pues por el bien de la ciudadanía, quienes fueron partícipes de la corrupción de la actual administración, no solo deben ser cesados, sino llevados a los Tribunales para que respondan por el mal uso del erario público. Obviamente, el alcalde Toledo, no debe quedar exento de esa responsabilidad, en virtud de ser él el principal artífice de las mañas y artimañas que tienen a Tuxtla Gutiérrez en bancarrota.
El próximo alcalde, debe terminar con esa red de corrupción y complicidades. Si Fernando Castellanos permite que los mismos sinvergüenzas que ayudaron a Samuel Toledo a saquear al Ayuntamiento, estará poniéndose la soga al cuello. Y por muchas razones. La limpieza de corruptos, debe ir a fondo. Dejarlos en el mismo lugar, es darle puerta ancha al saqueo, la impunidad y la desvergüenza. ¿Actuará el alcalde entrante toda esa basura?

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