Articulo Único / Ángel Mario Ksheratto

Foto: Jorge Rí­os.

Corrupción penitenciaria

[dropcap]D[/dropcap]ías antes que saliera a la luz pública el video en el que se aprecia a un grupo de prisioneros en pleno festejo, un familiar de uno de ellos, entró a las oficinas del Subsecretario de Ejecución de Sanciones Penales y Medidas de Seguridad para dejarle un paquete; se trataba de un «extra» que recibió además de los 30 mil pesos —por cada módulo y área— que exige mensualmente a los internos.
Desde que José Miguel Alarcón García asumió el cargo, cuentan parientes de algunos presos, las condiciones carcelarias cambiaron drásticamente y no para recuperar el control de la autoridad en los centros penitenciarios, sino para presionar a los reos a aumentar las cuotas extorsivas que, sumadas —solo en el penal número 14, denominado «El Amate», con sede en Cintalapa—, alcanzaría los 300 mil pesos mensuales, aproximadamente, más otros rubros ilícitos, como los permisos especiales, trasiego, privilegios y tratos preferenciales. Agréguele lo recaudado en los demás penales.
Para lograr el objetivo, a través de Pascual Martínez Cervantes, Alarcón García, nos afirman varias fuentes, impuso medidas coercitivas y eliminó diversos beneficios y logros que administraciones pasadas habían alcanzado con los representantes de la población interna.
Martínez Cervantes, restringió en gran medida la libertad de culto, el ingreso de ayuda humanitaria, limitó el suministro de medicamentos e incluso, ordenó medidas para que los espacios de recreación, se rigiesen por normas que afectan el proceso de reinserción.
Tras el escándalo, la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Gabriela del Socorro Zepeda Soto, anunció la separación del cargo de Pascual Martínez Cervantes y del subdirector de «El Amate»… Solo temporalmente, mientras se investiga «la veracidad» del video que dio a conocer el periodista Vinicio Portela, a través del portal Agencia55.mx.
Nuestras fuentes nos confirman que sí; que las imágenes corresponden a un espacio dentro de dicho penal y dos datos más: que varios de los personajes que aparecen en el video, efectivamente, se encuentran en «El Amate» y que la fiesta, sí se llevó en fechas muy, pero muy recientes y de la cual, tuvieron pleno conocimiento Martínez Cervantes y Alarcón García.
A la suspensión de los directivos del penal número 14, vino el nombramiento del sustituto, por parte de José Miguel Alarcón García: impuso a Juan José Trujillo Cruz, quien era director del penal número 13, con sede en Tonalá. Al nuevo director de «El Amate», ya lo habían corrido de ese mismo cargo, por actos de corrupción.
Nos cuentan nuestras fuentes que incluso, extorsionaba a su propio personal; si un guardia de seguridad solicitaba permiso por una emergencia de salud, le exigía de entre mil y dos mil pesos. Que si pasaban cerca de él y no le saludaban, les exigía una compensación monetaria. Y a los presos, ni se diga. Se supone que fue cesado por esos actos, por los que además, lo inhabilitaron para ejercer un nuevo cargo público.
Con ese currículum, la corrupción dentro de los penales para afectar a los presos, no solo se mantendrá, sino que crecerá exponencialmente. A quien la secretaria Zepeda Soto debió correr, es a José Miguel Alarcón García, que es quien, de acuerdo a testimoniales, presiona a los presos; es quien extorsiona y amenaza a la población reclusa.
Porque de seguir así las cosas, no nos sorprenda que en un futuro muy próximo, los presos tomen acciones extremas. Los penales son una bomba de tiempo. Y para evitarlo, se debe poner a funcionarios decentes y no ambiciosos y soberbios, que expongan a la administración del gobernador Escandón, a escándalos mayores y lo peor, a la repulsa generalizada.
Para el colmo, Alarcón García, grita a todos los vientos que es ahijado de su jefa inmediata, lo cual, según él, le da manga ancha para incurrir en arbitrariedades y corruptelas. La señora secretaria, está en la obligación moral de no solo cesarlo, sino de investigarlo y sancionarlo, pues al final, quien cargará con todas las culpas, será el mandatario y no el que ahora, abusa de su cargo. ¿O no?

Transitorio

En los tiempos de la dictadura pablista, la casa de gobierno (que por cierto, ahí sigue en desuso), fue utilizada para auténticas fiestas sodomo-gomorristas, a las que nunca —o casi nunca—, faltaba doña Rosario Robles Berlanga, invitada por el generoso anfitrión, el modosito Emilio Zebadúa. Desde entonces, su sociedad no se disolvió, al grado que ahora, a ambos, la ASF y la FGR, les han congelado sus cuentas bancarias por la «Estafa Maestra». Muchos de esos recursos fueron utilizados para campañas electorales y gastos personales, y no para combatir la pobreza. Finísimas personas.

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