Articulo Único / Ángel Mario Ksheratto

Unicah-Calvo, números rojos

En la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, los números rojos, son extremadamente favorables… Sí, así como lo lee: favorecen a la familia del rector Rodolfo Calvo Fonseca, quienes en conjunto, cobran alrededor de 800 mil pesos mensuales por concepto de salarios, prestaciones, viáticos y diversas prerrogativas que contempla la ley laboral.
Mientras los cercanos al cuestionado funcionario universitario gozan las mieles de un presupuesto desordenado, la institución se hunde en deudas, retrasos en todas las materias y en un desprestigio como nunca, en toda la historia de la casa de estudios más importantes de Chiapas, se había tenido; de ahí han egresado ilustrísimos personajes, a quienes se ha ultrajado con la imposición de un neófito que se ha saqueado impunemente los recursos públicos para su manutención.
En la página de «transparencia» de la UNICACH, nada es transparente; en los informes relacionados a egresos e ingresos, las cifras son contrastantes, confusas y deliberadamente manipuladas, bajo argumentos contables imprecisos y contrarios a lo que establece la Ley de Transparencia, asunto que parece importar poco, tanto a la administración de la institución, como a las autoridades encargadas de procurar el uso racional y honrado del erario, y combate a la corrupción.
Los números que la misma UNICACH ventila en público, son preocupantes. Desde la imposición de Calvo Fonseca, el personal «de confianza», aumentó a 368 plazas, de las cuales, solo 81 personas aparecen formal y oficialmente en el tabulador de salarios, con emolumentos muy superiores a la capacidad y perfil académico de los involucrados.
Solo en el rubro de sueldos a familiares y amigos cercanos al rector, en éste año (2019), la UNICACH ha erogado 4 millones 052 mil 884 pesos; la cifra corresponde a 81 funcionarios «de confianza» y que ocupan cargos de secretarios, directores administrativos, coordinaciones académicas y otros que no se especifican en la página de transparencia y aparecen bajo el rubro «empleado».
De esos cuatro millones y fracción, los familiares del rector, se llevan casi 800 mil pesos mensuales; así, un hijo del rector —que no aparece en la nómina oficial, pero es el encargado de adquisiciones y adjudicaciones—, cobra 50 mil pesos, sin impuestos, con el cargo de «asesor» de la rectoría. Julio Fonseca, medio hermano de Rodolfo Calvo, percibe 40 mil pesos como secretario particular; Jesús Fonseca León, sobrino del rector, cobra 45 mil pesos, como director del Centro Universitario de Información y Documentación, área que por cierto, ha presentado más fallas que aciertos.
Braulio Calvo Domínguez, percibe 28 mil pesos como secretario académico, sin reunir el perfil requerido; Alan Calvo Cuesta, también familiar, 30 mil pesos, como secretario administrativo, Balzareti Calvo Gómez, asignado a Venustiano Carranza, cobra 21 mil pesos mensuales y Joaquín Pérez Calvo, jefe de departamento, 27 mil 160.
La familia política del rector Calvo Fonseca, también es ampliamente favorecidos: Sergio Escobar Cabrera, cuñado, tiene un sueldo de 48 mil pesos, como director de seguridad interna. Belem Palacios Cabrera, cobra 58 mil pesos como abogada general de la UNICACH.
Jaime Velázquez Carrillo, tío político y sin plaza específica en recursos humanos, tiene asignado un sueldo de 30 mil pesos; Ricardo Díaz Velázquez, sin ningún nexo con las bellas artes y la cultura, cobra 30 mil pesos en el área de «Artes», en tanto que Lisandro Caballero Velázquez, percibe 32 mil pesos como «coordinador».
Al multicitado rector, la UNICACH le paga, libre de impuestos, 85 mil pesos netos, aparte de otras prestaciones (algunas no contempladas en la ley) que elevan su salario bruto a 95 mil mensuales, más lo que percibe en la nómina confidencial y en materia de viáticos y gastos personales que incluyen el pago de servicios de particulares. Solo éste reducido grupo de cercanos al rector, habría cobrado este año, con aguinaldo incluido, casi 8 millones de pesos. Si hacemos cuentas, en los últimos tres años, los 81 «funcionarios de confianza» de la citada Universidad, han cobrado en total, cerca de 50 millones en salarios.
A lo anterior, hay que sumarle los gastos superfluos y los pagos a sindicatos y agrupaciones, para mantenerlos en silencio; a éstos, la rectoría les adjudico en éste 2019, dos millones 538 mil pesos, aproximadamente, bajo rubros como viáticos, actos culturales, representaciones, fiestas, conmemoraciones, nómina extraordinaria (pago de personal de los sindicatos) y viajes a otras partes del país y el estado.
La contratación de personal por honorarios, es confusa; los números no les cuadran. Así, en este año han erogado 81 mil 189 pesos para pago de empleados que solo duran un día y cobran hasta 3 mil pesos y otros que, «trabajan» un mes y se les paga 400, 600 u 800 pesos.
El despilfarro es descomunal; en éste año, personal de esa universidad realizó 436 viajes por los que erogó un millón 430 mil 156 pesos, aproximadamente. Éstos fueron, supuestamente, viajes de supervisión, promoción de carreras, visitas de cortesía, realización de prácticas, atención de proyectos, reuniones, traslados, comisiones, en México y el extranjero. Solo en viajes a Cuba y Guatemala, se erogaron cerca de 150 mil pesos.

Transitorio
Muchas veces, los empleados de la UNICACH, deben abandonar sus labores por la falta de energía eléctrica, servicio que les fue cortado por un enorme adeudo con la CFE. Igualmente, muchos proveedores, exigen el pago de servicios prestados. ¿Y la lucha contra la corrupción?

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