Articulo Único / Angel Mario Ksheratto

PRI, el gran perdedor

Pese a las incidencias en algunos municipios y la capital donde hubo quemas de urnas y robo de papeletas, las elecciones no fueron lo que se esperaba en todos los sentidos: no hubo la extrema violencia que se esperaba de una facción del magisterio en paro laboral y tampoco, el derrocamiento del sistema partidista hegemónico liderado por el PRI y el PAN. Se tenía la percepción que la izquierda, dividida y debilitada como está, remontaría las expectativas y daría un sorpresivo golpe que dejaría noqueados a los partidos preponderantes.
Pero no. A nivel nacional, la votación a favor de la izquierda, fue mínima. A la hora de cerrar ésta columna, el PRI llevaba asignadas 108 curules, el PAN 85, MORENA 24, PRD 16, PVEM 14, MC 14, PANAL 2, ES 1, PT 1 y un independiente. Si sumamos las eventuales curules de la demolida y desprestigiada izquierda en base a los datos preliminares del PREP, apenas alcanzarían los 40 espacios en San Lázaro, diputados insuficientes para hacer el contrapeso necesario a una derecha cada vez más fortalecida y, claro está, aliada del Ejecutivo Federal.
Las razones de fondo por las que la izquierda ha quedado muy abajo en las elecciones, las conocemos todos: escándalos de corrupción, alianzas con grupos al margen de la ley, ambiciones desmedidas, pleitos entre grupos y tribus de poder; desafortunadas posturas ante los grandes temas nacionales y falta de congruencia ideológica. Eso y la suma de personajes que han crecido bajo la sombra de la impunidad, el saqueo, la corrupción y el abuso, fueron determinantes para que hoy, apenas constituyan una minoría legislativa que si bien le va, logrará algunos céntimos por aplaudir en la Cámara de Diputados Federales.
Tomando en cuenta a los virtuales diputados de los partiditos chicos que, por regla general, se suman al PRI y al PAN durante las votaciones, éstos habrán obtenido ya, 225 curules, más las plurinominales que en virtud de la votación, inflará los números de ambos partidos. En esas condiciones, el presidente Enrique Peña Nieto, tiene ahora, todas las facilidades para realizar las reformas que considere pertinentes, sin demasiada oposición.
A nivel nacional, el PRI mantuvo su poderío y se robustece, no sé si para bien o para mal. Quizá más para lo segundo, me temo.
Pero en el plano estatal el otrora partidote, queda mal; muy mal. De las doce diputaciones, solo llevaba preliminarmente, dos a favor. La de San Cristóbal de las Casas y la de Bochil. Ello obliga a preguntarnos si al PRI le conviene la permanencia del senador Roberto Albores Gleason, cuyos resultados no creo que satisfagan a una dirigencia nacional que en Chiapas, ha perdido prácticamente todos los votos cautivos y los duros.
La dirigencia de Albores, no ha sido efectiva y por lo tanto, las posibilidades de que sea removido del cargo, parecen ser las acciones más inmediatas que su partido habrá de tomar en consecuencia. El senador, lo hemos dicho insistentemente, no ha tenido capacidad de diálogo y acercamiento con la militancia de su partido, pese a ser poseedor de un discurso sano, renovado. Por alguna razón, no convence a nadie… Ni a sí mismo, parece.
Lo grave es que viene un proceso local y, si la tendencia es a favor del PVEM, el PRI podría desaparecer o cuando menos, caer hasta un tercer lugar, lo que a ese partido no convendría de ninguna forma.
De cumplir sus promesas los virtuales diputados electos y por provenir del partido gobernante en la entidad, se tiene la esperanza que el presupuesto para Chiapas, aumente considerablemente. Fue lo que prometieron, a pesar que no convencieron. No va a ser fácil lograrlo, especialmente si tomamos en cuenta que para la bancada priísta en el Congreso de la Unión, son los hermanitos menores, los que los dejaron mal parados.
Lo destacable de éste proceso es que, como ha quedado anotado al principio, a pesar de los barruntos de violencia, los comicios transcurrieron de buena forma; aceptable, si recordamos que había serias y graves amenazas de estallidos violentos. Hubo entre 15 y 20 incidentes que no pueden ser tasados de extrema gravedad que incluyó quema de papelería electoral, robo de urnas, uno que otro garroteado y detenidos, principalmente en Ocosingo.
Sobre la compra de votos, ¿qué podemos decir? ¡Todos los partidos invirtieron para adquirir sufragios mal habidos a cambio de una despensa, una gorra o una playera! Dato curioso: El PRI estuvo canjeando vales para electrodomésticos a cambio de votos y mire la paliza que se lleva. No le alcanzó para nada. Con todo, podemos decir que fue una elección lejana a los pronósticos. Afortunadamente para los chiapanecos y para los mexicanos.

ksheratto@gmail.com
@ksheratto

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