Barbasco, el tuberculo mexicano y base de anticonceptivos

Presentan Laboratorios en la selva. Campesinos mexicanos, proyectos nacionales y la creación de la píldora anticonceptiva, libro que reconstruye el descubrimiento que aportó a la historia de la ciencia y de México

Aquínoticias Staff

Durante la presentación del libro Laboratorios en la selva. Campesinos mexicanos, proyectos nacionales y la creación de la píldora anticonceptiva, Claudia Agostoni Urencio y Ana María Carrillo Farga, especialistas del Instituto de Investigaciones Históricas y de la Facultad de Medicina, lo describen como la reconstrucción de la historia social de la industria del barbasco, tubérculo que crece en el sur de México y que en 1940 se descubrió servía como materia prima ideal para el desarrollo de hormonas sintéticas esteroides, mismos que se utilizan como anticonceptivos.

Los hechos descritos en la obra de Soto Laveaga, académica de la Universidad de Harvard y colaboradora del Seminario Universitario de Historia, Filosofía y Estudios de las Ciencias y la Medicina (SUHFECIM), considera la especialista Claudia Agostoni Urencio «se trata de una importante e innovadora contribución, no sólo a la historia de la ciencia sino también del país, resultado de un arduo y singular trabajo de investigación que se originó a finales de la década de 1990, cuando la autora formaba parte de un equipo integrado por académicos mexicanos y estadunidenses para estudiar usos y propiedades terapéuticas de diferentes plantas medicinales en el Herbario Medicinal del IMSS, en el Centro Médico Nacional Siglo XXI».

Del texto resaltó dos aportaciones: el detalle con el que la autora analiza las formas en que los recolectores del barbasco hicieron suyo el lenguaje de la química y de la ciencia, «lo que les posibilitó abrirse nuevas vidas en el campo, desafiar nociones locales y nacionales de lo que implicaba ser mexicano a mediados del siglo XX».

Así mismo, como «químicos y científicos de diferentes compañías farmacéuticas trasnacionales y nacionales se apoyaron en los numerosos y supuestamente intangibles conocimientos de los campesinos mexicanos».

Por su parte la universitaria Ana María Carrillo Farga refirió que la autora de Laboratorios en la selva…, entrevistó a botánicos, químicos, burócratas y personajes clave como el desarrollador de la píldora, Luis Ernesto Miramontes, así como a más de 50 exrecolectores de barbasco, a partir de lo que explica cómo el tubérculo cambió la vida de 100 mil campesinos que lo recogían en Oaxaca, Veracruz, Tabasco y Chiapas.

Con información de la Gaceta de la UNAM

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