Berriozabal, el «Disneylandia» de las plantas

El parque central de Berriozábal cada domingo se convierte en un enorme vivero en el que se pueden encontrar diferentes especies de plantas de ornato, medicinales y comestibles

Sandra de los Santos / Aquínoticias

El centro de Berriozábal los días domingos se convierte en «Disneylandia» para las y los amantes de las plantas. En este lugar se pueden encontrar un sinfín de plantas que tienen nombre de poesía: lluvia de estrellas, chulitas y alas de ángel.

Es domingo 17 de julio, el último día de la feria en honor a Jesús de Nazareno,  y las y los vendedores, que habitualmente se instalan en el parque central de Berriozábal –a unos 20 minutos de Tuxtla Gutiérrez- este día se colocaron a una calle aledaña y convirtieron cuadras y cuadras en un vivero.

Foto: Sandra de los Santos / Aquínoticias.

El parque, que cada domingo de 5:00 de la mañana a 4:00 de la tarde es ocupado por las y los floricultores y floristas, ahora es el terreno de otros productores que exponen en una feria artesanal, por una banda de música y de cientos de personas que llevan cargando en sus manos diferentes especies de plantas.

A Berriozábal se le conoce y reconoce por sus artesanos tejedores de hamacas y sillas; pero también por sus viveros. El municipio, ubicado a 911 metros de altura sobre el nivel del mar, es ideal para que crezcan diferentes especies  de plantas tanto de ornato, medicinales y comestibles.

Los domingo en Berriozábal floristas y floricultores ofrecen diferentes especies de plantas. Foto: Sandra de los Santos / Aquínoticias.

El espectáculo de la venta de todas estas plantas tiene su encanto, y este domingo de feria aún más. En lo personal jamás había visto un corredor tan largo de plantas: epazote, hierba buena, lavanda, romero, ruda, albahaca, menta, hortensias, bugambilias, rosas, crisantemos, y otras tantas plantas que de solo escuchar su nombre dan ganas de llevárselas a casa.

Además de plantas, Berriozábal también es conocido por sus artesanos dedicados a hacer hamacas. Foto: Sandra de los Santos / Aquínoticias.

La ventaja de que sean los propios floricultores los que ofertan es que por los 10 pesos que se paga por una planta de lavanda, romero, epazote o cualquiera de uso medicinal también ellos se preocupan por decir todo el cuidado que deben de llevar y el montón de enfermedades que pueden llegar a curar.

Para las señoras y señores de las plantas un domingo en Berriozábal es un sueño de colores muy fácil de cumplir.

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