Campaña en el Congreso / Rodrigo Ramn Aquino

Tal y como lo habíamos previsto, la campaña por la diputación federal del Distrito 9 de Tuxtla será de las más competitivas y vistosas.
No sólo porque los principales competidores, Emilio Salazar y Alejandra Soriano, tienen la suficiente exposición mediática por ser legisladores locales, sino porque creen conocerse el uno al otro y saber de qué pie cojean.
Las propuestas de ambos, que bien se pueden resumir, en el caso del abanderado por el PRI-Verde, en mayor generación de empleos y más desarrollo económico para la capital —una de las principales demandas de la ciudadanía— y mayores oportunidades de educación.
O las de Soriano: gestionar mayores recursos desde la Cámara Baja para mejorar los servicios básicos de la ciudad, tan deficientes en los últimos años, o demandar transparencia y rendición de cuentas a quienes han endeudado a la ciudad al estado o crear programas para los sectores más vulnerables, principalmente los adultos mayores y las madres solteras.
Sí, estas propuestas, que son las que más deben socializar entre la población, ayer pasaron a segundo plano porque en la sesión ordinaria del Congreso del Estado tomaron la tribuna para decirse lo que les nació de su ronco pecho.
Alejandra Soriano desenvainó el machete y le espetó a Salazar haber defendido lo indefendible y aprobar la cuenta pública del ex gobernador Juan Sabines. Salazar le dijo que no tenía razones para defenderlo, que en su caso no eran amigos y que en lugar de ponerse a lamentar por la deuda, se puso a trabajar para sanear las finanzas, restructurar favorablemente las formas de pago y aligerar la carga fiscal.
Los dos estuvieron convencidos de sus razones, quizá Soriano se apasionó más, pero el resultado es el mismo: tomaron la máxima tribuna del estado para hacer campaña (¿negra, de ataques? Puede ser) y eso no está bien. Deben cuidar muy bien los espacios en los que se expresan. Deben cuidar de no convertir al congreso en una arena electoral durante estos dos meses de proceso.
Deben, por el contrario, concentrarse en convencer al electorado allá en la calle, allá en las casas, allá en sus reuniones privadas. Propuestas y no descalificaciones. Sí, la tentación es grande, pero ¿acaso no tuvieron dos años de ejercicio legislativo para decirse todo lo que tenían que decirse?
Le digo, fue el segundo día de campaña y ya la intensidad se disparó. Falta mucho qué ver y de lo que aquí le daremos cuenta.

Ágora

De las 28 reglas electorales de Ricardo Homs hoy le presentamos la tercera: Antes de iniciar campaña es recomendable hacer labor social en la región —o entre el segmento de población que interesa—, sin manifestar intereses políticos o electorales, a fin de generar una vinculación de confianza, afecto y respeto entre candidato y ciudadanía.
El servicio desinteresado por parte de quien aspira a ser candidato se convierte en el vínculo emocional más fuerte que puede unir al ciudadano con un candidato.

Corrillo

Al dirigente del Partido Mover a Chiapas, Enoc Hernández, le cayeron infraganti entregando despensa del gobierno del estado. Se descuidó y ahora tendrá que padecer el linchamiento en redes sociales y de coberturas noticiosa.

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