Castellanos, ¿otro Yassir? / Rodrigo Ramn Aquino

Fernando Castellanos Cal y Mayor encabeza con amplio margen las preferencias electorales entre mil tuxtlecos encuestados por la casa Mitofsky.
Al mes de mayo no hay quien le alcance sugiere el más reciente levantamiento estadístico dado a conocer. Es pues Fernando el cuadro político idóneo para encabezar la alianza PRI-PVEM. Pero, ¿es el político idóneo para encabezar la administración de la capital de estado?
Es la pregunta que se debe hacer, lector, lectora: ¿Un joven menor de 30 años tiene los suficientes recursos para hacer frente a tal responsabilidad?
Fernando en un destacado perfil político del partido Verde en el estado. Ha pasado por malas, como aquella ocasión que lo agarraron con harta paga en el aeropuerto o las veces que lo sentaron en sus aspiraciones durante el sexenio pasado.
Este es su tiempo, sí. Es joven y tiene talento para este asunto de la cosa pública, sí, pero nadie pude negar que de momento su carrera está ceñida al abrazo permanente y protector del número uno del estado.
Entonces uno se pregunta ¿podrá trascender? ¿Es Fernando un rostro que seguiremos viendo en la política chiapaneca pasada la euforia verde? O ¿será ave que pasa el pantano manchándose?
Él tiene las determinaciones, por más presión que ejerza el grupo de poder al cual pertenece. Él debe decidir.
Se le compara todo el tiempo con el expresidente municipal capitalino Yassir Vázquez, él lo sabe. Sí, aquél invento sabinista es el mejor ejemplo de lo que no debe ser. La gente teme se repita la historia.
Castellanos sólo ha sido diputado local, y quizá sea presidente municipal. La legislación y la administración en poco tiempo. ¿Qué hacer para no ser otro Yassir?
Si quiere seguir vivo políticamente. Si quiere que su familia lo vea con orgullo. Si quiere hacer carrera. Tendrá que hace las cosas bien. ¿Está dispuesto, tiene lo necesario? Sólo él puede responder.
Finalmente, a nosotros, los capitalinos, nos queda decidir en las urnas prácticamente entre dos: entre uno que ya fue presidente, que ya conocemos en las buenas y en las malas o un proyecto completamente nuevo, con todo el riesgo que ello conlleva (riesgo y consecuencia que también conocemos). El voto nunca ha sido tan importante.

Ágora

El candidato o candidata debe convertirse en el intérprete de las expectativas del elector. Conectar con la ciudadanía es el objetivo de cualquiera que busque un puesto de elección popular, para ello siempre será fundamental identificar cómo hacerlo, pues de ello depende el éxito electoral.
La regla 14, de Ricardo Homs, nos señala que el liderazgo —que es la esencia del trabajo político— tiene su origen en la capacidad de un miembro de la comunidad de convertirse en representante de los intereses de sus conciudadanos.
Es decir, quien asume el compromiso de guiarles en la búsqueda de soluciones, la defensa de sus intereses o el aprovechamiento de las oportunidades que se presenten, obtendrá lealtad y el voto comprometido de la ciudadanía.
El candidato —convertido en líder— debe tener la suficiente sensibilidad para identificar las necesidades inconscientes del electorado, incluso cuando los mismos ciudadanos no han identificado estas necesidades y por tanto no son conscientes de ellas.

Corrillo

¿Cómo entender que en el registro del partido Verde haya de todos color y también verde? Priistas, panistas, perredistas, petistas, etcétera, fueron a manifestar su interés de contender en la venidera elección local. Si el PRD era el reciclaje del PRI, ¿el PVEM lo es de arcoíris entero?

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