Cifras oficiales de corrupcin respaldan desconfianza social en las instituciones / Hector Estrada

El hartazgo social expreso en las constantes denuncias y manifestaciones sociales, en algunos casos con ejemplos extremos, son muestra de un México donde la percepción de corrupción e injustica en todos sus niveles han llegado ya a escenarios alarmantes.
A propósito del Día Internacional Contra la Corrupción (mañana 9 de diciembre), el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI) publicó nuevamente los resultados de la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, realizada en 2013, donde los datos parecen un claro diagnóstico de la actual efervescencia social.
Para aterrizar los resultados al plano local, según la encuesta, al menos ocho de cada 10 chiapanecos tienen la percepción de vivir en un lugar donde la corrupción es «frecuente o muy frecuente» y el 8.3 por ciento de la población asegura haber sido víctima directa de la corrupción en algún momento.
Como se espera o como percepción social lo señala, son los policías, los partidos políticos y el Ministerio Público quienes menor confianza generan entre la ciudadanía debido a ser catalogados como los más coludidos y corruptos de la estructura gubernamental. Así es, lo mismo que mucha gente piensa, pero esta vez sustentado en cifras generales.
En México hasta 2013, 30 de los 32 gobiernos estatales contaban con un programa anticorrupción, sin embargo sólo 13 incluían una evaluación para los resultados de dichos programas. Además de que actualmente únicamente el 27% de las administraciones municipales o delegacionales cuentan con un programa anticorrupción.
Los datos antes mencionados son muestra fehaciente de la situación que hoy enfrenta el país entero, con una población hastiada, desesperada y hasta desquiciada por la corrupción e injusticia que ya son tema de todos los días. Con sectores enardecidos que se mantienen en las calles al llamado de protesta y manifestaciones extremas que llegan al grado de la inmolación.
Más allá de discursos huecos en cadena nacional para anunciar estrategias y más estrategias de seguridad a fin de apaciguar el clamor social, lo que México necesita son verdaderas reformas políticas emanadas de intelectuales y no de la misma clase política.
Lo que el país requiere son acciones que verdaderamente sacudan a las mafias de sus entrañas, para finalmente y con el paso del tiempo devolver la credibilidad en sus instituciones, la fe de los mexicanos en su país; en una nación que tristemente da la percepción de estar secuestrada por el engaño, la injusticia y la corrupción.

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