Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

Las cartas sobre la mesa

Creo es tiempo, al menos el mío, de poner las cosas en claro y poner las cartas sobre la mesa. De nada sirve o poco aporta aunque válido entenderán, que a diario se escuchen voces sobre el estado que guardan las cosas en la entidad qué, a propósito del tercer informe de gobierno de Manuel Velasco Coello, por mandato constitucional, está próximo a entregar y como se estila ya, a escuchar su mensaje. Se impone ni qué. Y ahí andan muchos, me incluyo, mascullando sobre de lo mal que este gobierno está haciendo las cosas en lo que va de su administración, con desatinos por decir lo menos, en la conducción de la entidad y por supuesto afectando a todos los que acá cohabitamos. Pero decía es tiempo de jugar con las cartas abiertas incluso como póker, en la que la carta esperada sea sola ésa la que se mantenga volteada a los demás jugadores. Pensemos que esa carta sea la que se abrirá en el 18. Las demás siempre tienen que estar a la vista de los demás y en esos demás me refiero al pueblo. Ya basta de especular digo porque hasta hoy no hay quién lo pueda comprobar, de que sí al inicio de la administración güerista era su mamá doña Leticia la que mandaba. Más tarde pero temprano aún en su gobierno, figuras de su mismo partido cuya baraja iba desde el número dos es decir Eduardo Ramírez Aguilar hasta el amigo «Migue», claro está pasando por Fernando Castellanos actual presidente municipal de Tuxtla, Eduardo Zenteno hoy flamante diputado federal y hasta el joven Rubio secretario técnico de MVC, se disputaban el beneplácito del que manda en palacio y creo que todos, de una forma u otra, estaban y espero estén, en el ánimo desanimado del góber «Güero». (Cómo se me pegan chingaderas)
Pero prosiguiendo con el entuerto, decía, ya basta de que sigamos especulando sobre de sí, Manuel, ha impuesto a fuerza de matar de hambre a el gremio periodístico y no se hagan de manera significativa a los señores editores –es la lectura-, cuando desde las oficinas de Icoso, no es que nieguen el pago sino que recurren al consabido; «debo no niego, pago no tengo», y ahí tienen a decenas o quizás centenares de compas mascullando su enoje o mejor dicho encabronamiento por la manera que los tratan. La indiferencia y desprecio para con la prensa, ciertamente como diría Chente Fox, es inaceptable. Dolosa y vil. ¡Carajo no se vale! Hay dignidad ¿o qué no? La verdad es que al mandatario estatal ni le importa lo que se dice y escribe y además ni lee ni escucha ni ve. Me queda claro. Sabe que con dinero baila el perro. Pero por más que redireccione a unos cuantos periodistas y medios los íngrimos recursos que destina para su arista informativa, no le alcanzarán para tapar el sol con uno de a mil. Les quede claro. Y si las voces que se alzan son de enojo mínimo, no es porque necesariamente, advierto y adelanto conjeturas, que el motivo sea por el no pago que ciertamente gravita negativamente en los hogares de los comunicadores. Sino que por contrario, quienes manejan la paga en la entidad empezando por Icoso que debe ser para medios y periodistas, se diluye en otras manos o incluso en las mismas que deberían estar procurando difundir la obra gubernamental y cumplir a cabalidad con los convenios. Se entiende o se los explico con manzanas.
Las cartas sobre la mesa, insisto, es lo más prudente si lo que se quiere es construir futuro para Chiapas desde la responsabilidad gubernamental claro, en principio procurar la concordia ciudadana. Pero parece que ello no está en el radar gubernamental o al menos de la mayoría de sus colaboradores. Cuando en un gobierno lo que reina es el desorden ¡el caos!, las malas conciencias siempre están alertas para sacar la mejor raja. En fin los que están sin identidad ni pertenencia al destino de las y los chiapanecos, se largan valiéndoles madres sobre los que aquí viven. Que siempre estarán. Por eso y una vez más y creo que le merecerá al joven gobernante el mismo desprecio a la atenta misiva que hace no mucho publiqué pero le insisto; sí realmente abrazó desde su niñez –se entiende- el emular a su señor abuelo don Manuel Velasco Suárez, quien también gobernara la entidad (1970-1976); incluso y no quiero herir susceptibilidades empero es menester señalar a su señor padre, que estoy cierto de no haber muerto tan joven estaría dándole consejos, por ejemplo, para que de una vez por todas asuma su real poder que representa la investidura de Gobernador Constitucional del estado Libre y Soberano de Chiapas, ambos lo harían. Me queda claro. Nadie le regaló el triunfo señor gobernador, fueron los votos de la ciudadanía quienes le otorgaron el mandato. La confianza. Por eso duele y encabrona que un puñado de sátrapas incrustados en su gobierno por propia decisión de usted o recomendados y sabemos de quiénes, hoy tengan a la entidad en zozobra y desesperanza. Nadie atina a estas alturas, ya no digo qué será del destino de la entidad sino qué de sus propias e individuales historias cuando la vox populi vox dei (la voz del pueblo vos de dios) no cejan en gritar, silenciosamente, sobre el hurto a las arcas estatales sin el menor recato, prurito y respeto a usted y a Chiapas. Me queda claro. ¡Señor gobernador!, pongamos: ¡las cartas sobre la mesa!

Ya de salida

Hoy nuevamente asistí a la sesión ordinaria (martes y jueves) del congreso local, y como lo advertí en ocasión pasada sí pude ingresar. No hubo y no es que a Chiapas le falten problemas, no hubo decía, toma del congreso por parte de algún grupo inconforme. Algo han de estar haciendo bien nuestras autoridades. Pero en fin, como siempre llegué casi al final solo para escuchar algunos posicionamientos en asuntos generales de algunas diputadas y diputados. Simple protagonismo, los más advierto. Gusto y gustó saludar a muchos compañeros periodistas que hace ya un buen de tiempo no saludaba… en el congreso aclaro. Obvian las razones. Y no acababa de saludar a los del gremio incluido por supuesto al flamante director de comunicación del poder legislativo, cuando ¡saz!, que se acaba la sesión. Mmmm me dije, estos están peor que el «gaucho veloz» je. (Luego se los explico)…// Y ahí un personaje que la verdad sea dicha, más parece Papa que presidente del congreso, porque todas y todos se acercan a él como esperando la bendición. Sí me refiero a Eduardo Ramírez Aguilar, del que por cierto, sentí un frío sepulcral al saludar éste a mis compañeros saltándome olímpicamente. ¡Carlos César! (mi amigo Núñez Martínez), ¡cambie de pin!, le grita ERA haciendo una señal romana; ¡Daniel!, se escucha nuevamente decir al más buscado… por la prensa; ¡quiero hablar contigo te espero! Se refería al maestro Flores Meneses. Ah y no voy a comentar sobre lo que dijo a la prensa que por demás, resulta realmente baladí. Bueno me voy (de escribir la columna je) escuchando a Gleen Miller, Benny Goodman, Artie Show y Tommy Dorsey, de las grandes bandas, así pues, me retiro del aire. Ah y recuerde, como decía Pepe Figueroa; no es nada personal…// Me queda claro. Salu2.

 

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