Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

La seguridad; errores y aciertos de AMLO

«Gracias por preguntar sobre mis notorias ausencias en este espacio. La razón, mi visión, pero atendiéndola. Saludos Juan Carlos Cal y Mayor.»

[dropcap]U[/dropcap]no de los grandes como graves temas del país, antes, durante y hasta lo que va de esta cuarta transformación, sin duda es el relacionado con los niveles de inseguridad que prevalecen aún y las acciones emprendidas. La inseguridad y violencia sin ser invento sexenal, arrastra desde un largo tiempo atrás graves índices que a raíz, y es significativo anotarlo, la guerra declarada al narcotráfico por el entonces presidente Felipe Calderón apenas iniciado su mandato, desató insisto, la ya de por sí creciente ola de delitos y asesinatos a grado de crímenes de lesa humanidad, que le ha valido al país una cifra cercana durante el periodo Calderón-Peña, a más de 250 víctimas mortales sumados a unos 25 mil desaparecidos y haciendo –literal- del país un cementerio colectivo.
Es cierto y nadie lo puede negar, las expectativas generadas por el nuevo gobierno federal con el presidente Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, las cosas en este rubro de manera gradual y sostenida, iban a empezar a mostrar índices halagüeños producto, casi en automático, de la instauración de un nuevo régimen de gobierno y no sólo de un gobierno distinto. Así e incluso ofertado desde su campaña por el entonces candidato Andrés Manuel, planteó aún sin conocer desde dentro el gobierno el cómo realmente estaba el país, planteando inicialmente regresar a los militares y marinos a sus bases y empezar, a partir de su ausencia en las calles, construir un nuevo cuerpo tomando como base a la policía federal y lo existente en materia de seguridad en el país, sumándose policías profesionales bien pagados y suficientes que garantizaran en principio, la seguridad de todos los mexicanos. Sin embargo, no tardó en darse cuenta que la ola de violencia e inseguridad en que vivían millones de mexicanos, no podría resolverse al menos no de manera efectiva, sin recurrir a un esquema digamos híbrido, que se basara en la experiencia, capacidad y disciplina de los cuerpos de las policías militar y naval, sumadas a la la federal y de un plan integral para ir capacitando y contratando a miles de efectivos más y que juntos, conformaran lo que finalmente se denominó como Guardia Nacional con plena vigencia constitucional.
Pero decía la realidad como suele suceder, los ha rebasado y no aceptarlo así sería un despropósito, las capacidades actuales del Estado Mexicano. Cada mañana y creo que en eso no han reparado los críticos contumaces del presidente, que desde muy temprana hora y todo los días sin excepción, el primer tema que atiende en sus oficinas de Palacio o dónde se encuentre es, precisamente, la seguridad del país. De los ciudadanos mexicanos que no es poca cosa. No les champaré a sus críticos puedan recordar -conveniente desmemoria- y me digan qué presidente (sobre todo a los sexagenarios como «yodex») habría como éste, destinado tanto tiempo y tanta relevancia al tema de seguridad del país. No se esfuercen ¡nadie!, ¡ninguno!, ¡jamás! Sin embargo, ahí están con enfermiza cerrazón comentando en sus redes cosas como; «Les dan a los migrantes dinero que necesitan los mexicanos». ¡Vienen más renuncias en el gabinete! Insulsos.
Pero porqué el título refiere que Andrés Manuel ha tenido aciertos y errores o cierta responsabilidad, de que ahora cualquier cosa que pasa en el país desde Baja California hasta Quintana Roo en el tema de inseguridad, se la cargan directamente al gobierno federal. Al presidente. Porque no hay que olvidar por cierto, que cada entidad conforme a la construcción política de la república existen Estados libres y Soberanos, no sólo para ejercer el presupuesto o reprimir a sus opositores, sino para atender una de sus primeras responsabilidades y obligaciones constitucionales; la seguridad de sus habitantes. Pero no y ahí está el detalle diría Cantinflas, como el presidente se ha echado a cuestas real y virtualmente, la responsabilidad de pacificar al país y por ello y se los vuelvo a echar en cara a detractores de pacotilla distintos a los reales de poder, que lo culpan hasta cuando roban a un transeúnte en Chetumal o una bicicleta en Ensenada y ahí están replicando las televisoras de televisa o tv azteca en los estados, ya no digamos nacional donde las y los conductores sin excepción, abren sus noticiarios con estas notas y con expresivo «dejo en su voz» y frunciendo el ceño rematan; los índices de violencia e inseguridad en este gobierno de la 4t (y dibujan comillas al aire) está ¡imparable! Y de los 250 mil muertos del pasado, ya ni hablan, ya no es nota.
Y claro que cuando cito ejemplos baladíes, no es que no se reconozca que esto no es tan sencillo, porque igual hay feminicidios que asesinan a comandantes policiacos en diferentes municipios y estados del país; o que los consabidos enfrentamientos entre carteles de la droga por el control de la plazas es del cotidiano. Y claro entre autoridades y delincuentes y en medio a fuego cruzado la sociedad inerme. Pero ahí es donde el presidente y es algo que aún no logró asimilar, del porqué razón y con todas sus letras, si temprano le dan el parte de hechos que se dieron en tal o cual estado y sea cual fuere su signo político, no sale a aclarar que ésas autoridades locales o su gobernador, no están haciendo lo conducente para combatir la delincuencia con sus propios aparatos policiacos y dar las garantías a sus gobernados. Insisto, y tiene que ser él, precisamente, quien lo asume como de su entera responsabilidad e incluso declara pomposamente, que ya se están desplegando efectivos de la Guardia nacional a dichas zonas para garantizar la seguridad de la población. ¡No!
Concluyo; y digo que no porque es de eso y estimo con franqueza, de dónde los gobernadores e incluso los alcaldes del país se están valiendo para que, valga la expresión, les valga madre asumir sus estrictas y constitucionales responsabilidades. Y no han sido pocos quienes montados en este discurso presidencial, justifican que les faltan presupuestos y elementos para combatir la delincuencia. ¡Queremos a la guardia nacional!, empieza a ser el clamor cínico de autoridades omisas e incluso cómplices. Por ello y claro que me sumo, la estrategia de crear un ente gubernamental fuerte, con disciplina y preparado como la Guardia Nacional, es la respuesta más responsable aunque cierto, no más popular, para atender el creciente flagelo social que azota el país; la delincuencia, la inseguridad y la violencia. Así y sí mucho me apuran, me dan a escoger entre combatir la corrupción e impunidad o la delincuencia e inseguridad preexistente, la segunda resulta vital. De vida. Así entonces; Seguridad; acierto y errores de AMLO. Me queda claro.

Ya de salida (#3de3)

1.- El ataque perpetrado por un joven norteamericano en un centro comercial del Paso Texas en EEUU, sin duda remarca el estigma de la política xenófoba y racista, a la que el presidente de ese país Donald Trump, ha incitado con su discurso antinmigrante a buena parte de la población que cree, como él lo proclama, que los migrantes en especial mexicanos y latinos, son malas personas, delincuentes y violadores, amén que llegan a quitarles sus empleos y por supuesto su seguridad. El hecho sucedido el fin de semana pasado, ha llenado de luto a varios hogares mexicanos y norteamericanos, y la respuesta entonces ante el estado de indefensión legal y moral de la población mexicoamericana, puede ser de consecuencias impredecibles. De no actuarse en consecuencia en dicho país, es decir de buscar mecanismos de control de venta de armas, pero sobre todo mientras el presidente Trump no entienda que con su llamado al rechazo a los migrantes como fue el caso ya documentado, personas como este muchacho tendrán el aliciente perverso y enfermizo de actuar así, como muestra de un acto de adhesión y empatía con su presidente. Grave por donde se le quiera ver. México y su presidente han hecho un llamado diplomático al gobierno de Donald Trump que como dijo el presidente, lo harán por los cauces legales de ser necesario para que se castigue al joven asesino de 21 años, que ya tiene todo el odio posible sembrado en su corazón contra los migrantes; contra los mexicanos. La pregunta es; ¿Qué sigue?…// 2.- Y en este mismo tema, es decir de la creciente inseguridad y violencia que contamina al mundo, en nuestra entidad y no veo porque debería ser diferente al resto del país, también y de manera inusitada, ha crecido la ola de robos a casa habitación, asaltos a mano armada e incluso asesinatos y no menos feminicidios, que sin llegar a índices de otras entidades, no pueden verse como casos aislados sino que reflejan y no verlo así sería igual un crimen, una nueva era en donde la delincuencia organizada pudiera empezar digo, si no es que ya está, a operar en varias zonas de la entidad. Tuxtla Gutiérrez, para abreviar. Pero de la misma manera y no entraré a un debate, no hoy, al tiempo que se dan a conocer hechos delincuenciales, las autoridades encargadas de la seguridad como la procuración de justicia, emiten sendos boletines en que dan cuenta de las acciones emprendidas para reestablecer el orden y garantizar la paz en las diferentes regiones del estado. Así el que se actúe contra de organizaciones «libertarias», democráticas, campesinas o de siglas «socialistas», no es menor y considerar que son actos de represión de la lucha social, digo cuando secuestran camiones, tapan carreteras, incendian vehículos, roban mercancía y secuestran personas y hasta policías, no tienen otro nombre que delincuencia organizada o mínimo ladrones. Porque la pobreza incluso la marginación social, no es pretexto ni justifica que nadie este sobre la ley. O como el caso de los múltiples despojos de predios a legítimos propietarios por mocris o cenpaz… la chingada, en razón de su pobreza insisto o la falta de vivienda, tampoco es permisible quebrantar la ley. Nadie o al menos yo sostengo que Chiapas, no es un estado seguro claro que no. Pero tampoco puedo negar, que en muchos temas se está actuando conforme a derecho. Ahora si hay quienes tengan elementos probatorios de que se está torciendo la ley, que se actúa por consigna y se busca reprimir la lucha social, es tiempo que se diga. Habrá por ahí alguno que sostenga que quienes comentan a favor en este tema, reciben chayote. Lo que es claro y observe con atención y eche la manecillas del reloj un rato atrás, y verá que esos mismos críticos apenas ayer, pensaban, con las alforjas llenas, de modo diferente. Así es la rueda de la incongruencia. Y como siempre, no generalizo…// 3.- Y hablando de violencia, delincuencia e inseguridad, quien resume en una sola expresión este tema social que lacera a la sociedad, se llama Tuxtla Gutiérrez y tiene nombre el responsable; Carlos Morales Vázquez. Para quien, está visto, que la moral es un árbol que da moras. Y no es nada personal, como citaba el gran Pepe Figueroa, sino que hasta resulta irremediable por razones de nimio razonamiento, no hacerlo. Baste retomar lo que apenas unos días atrás en la última visita presidencial a Chiapas, los Morales y todos señalan al que preside el cabildo tuxtleco, en un ardid político tan burdo que supera con creces la obsoleta estrategia priista, le armó con cientos de invitados citados en una propiedad del pre festejado en Coita, una gran pachanga para su hermano Plácido a la sazón Ministro del Tribunal de sepa qué a nivel federal, previendo perversamente que estando el presidente en dicho bastión moralino, se dejaría engatusar e iría a darle su abrazo al buen Morales el grande y con ello, así especularon, darle el banderazo de salida rumbo al 2024. Querían zopilotear al gobernador Rutilio. Qué culebras. Y mientras tanto en ciudad «caótica», los fiscales municipales arremeten contra las vende manguito, los raspaderos y las y los que se les planten en la calle que su único delito es trabajar para sobrevivir de sus exiguas ventas. No cabe duda, Carlos Morales después de tantos intentos frustrados por ser, y ahora que por fin y sin méritos es, actúa con un odio y rencor contra la tuxtlecada. Así, valió madres la cuarta t (tragedia será)…// ¡Me queda claro! Salu2.

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