Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

Foto: Reuters

La guerra que viene

Nadie con tres dedos de frente, puede sostener que el arranque de la cuarta transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sufrido serios descalabros en temas sustantivos como se evidencia en seguridad y no menor, en la economía con un crecimiento acumulado en 2019 de 0.1 por ciento. Sin embargo y he ahí el punto, como nunca un puñado de analistas y especialistas en estos temas o simplemente opinadores ligados al viejo régimen, al señalar yerros en el tema de seguridad por ejemplo, nunca antes ni siquiera con medida vehemencia y lo pueden checar, habrían señalado, también por ejemplo a Felipe Calderón en su momento, que al declararle la guerra al narcotráfico específicamente a los cárteles más sanguinarios y económicamente poderosos, en su accionar e insisto ahí están las cifras, uno a uno que sumaron miles de civiles, que nada debían y que producto del fuego cruzado entre elementos del ejército, marina y policías federales, fueron cayendo producto de las balas asesinas de los sicarios pero también posible de los propios efectivos, en eso que el propio Calderón llamó como «daños colaterales». Si les refiero que fueron cerca de 250 mil las víctimas de dicha guerra que se extendió con virulencia con la estrategia de exterminio, por el gobierno de Enrique Peña. Así deberíamos entonces, por mínima congruencia, analizar el fenómeno de la violencia actual, partiendo de la existencia de una guerra tal que se insiste, arrojó la muerte de decenas de miles como de otros mínimo 20 mil desaparecidos, como la causa principal de esta inercia perversa y creciente en la violencia en el país.

No es justificar los yerros que, incluso, han sido reconocidos por los responsables de la seguridad nacional y por el propio presidente. Empero sí considero resulta relevante, que conjuntamente con la nueva estrategia de combate a la delincuencia y violencia en el país, la creación de la guardia nacional conformada mayoritariamente con efectivos de las fuerzas armadas – soldados y marinos- con cerca de 75 mil efectivos en su primera fase y diseminados en 150 bases regionales a lo largo de la república mexicana, se espera que a mediano plazo, empiecen a ser factor de seguridad y paz, y que ciertamente hasta hoy no se ha logrado. Así eventos como el de Culiacán, Sinaloa, evidenció fallas de fondo y de forma en el operativo que incluso, lo informó el General Secretario de la Defensa Luis Crescencio Sandoval, la Fiscalía militar está llevando a cabo las investigaciones que le permitan conocer y en su caso de haber, se finquen responsabilidades a quienes estuvieron al mando de dicha operación de captura de Ovidio Guzmán, hijo del «Chapo», líder y fundador del Cartel de Sinaloa.

Así entonces y ciertamente con los ánimos encendidos entre los adversarios del presidente, que se entiende aunque no se justifica están molestos al perder prebendas y privilegios; más duro aún, poner a la clase política del viejo régimen como un espectador en primera fila del fin de sus redes de corrupción, ahora decía que en un intento de reagrupamiento de lo más prolijo del conservadurismo, están en la línea de hacerle frente al gobierno de López Obrador incluso como ya consignaron las redes, aliándose con una facción -se entiende- de altos rangos militares o al menos, de uno de esos de apellido Gaytán de quien incluso el presidente, le concedió su derecho a decir lo que piensa aunque fue claro en no compartir su punto de vista, dejando en claro que tal militar, no podía pensar distinto al haber sido en pasados gobiernos un alto mando militar y que en tiempos de la presidencia del famoso «tomandante» Borolas, llegó a ser subsecretario de Defensa y a un paso de ser secretario con Peña. Así o más claro. Ahora de que Marko Cortés dirigente nacional del PAN ausente de calidad moral la quiera suplir con un protagonismo excesivo y absurdo en las redes sociales, haya salido a criticar la decisión presidencial de parar el operativo de Culiacán evitando así un derramamiento de sangre, insista en que el presidente y jefe supremo de las fuerzas armadas hubiera dado la instrucción de «matarlos en caliente», al tiempo de llamarlo «cobarde» pide excitado que Andrés Manuel ¡renuncie!

Así pues, las cartas están echadas sobre la mesa y en este juego de póker político, tanto la oposición como el gobierno estimo, deben traen un as (o varios) bajo la manga. Por lo pronto y para que no se los mande a decir con terceros, el presidente ya les dijo a sus opositores hasta de que se van a morir 8como los quemados de ardor), y que si bien están en todo su derecho de opinar y pensar diferente, igual él en pleno uso de su libertad de expresión y derecho de réplica, les saldrá al paso a las calumnias y falsedades que desde los medios afines y claro desde sus posiciones políticas y de gobierno, quieran urdir para desinformar al pueblo. Así entonces, la guerra que viene se antoja descarnada por lo que los tiros de precisión informativa mayormente, tendrán que venir del propio gobierno ya que será en los medios y en las benditas redes sociales que con todo y pese a todo, serán escenario de batallas cruciales porque está visto que entre la clase política opositora incluso la que gobierna, no son precisamente las voces autorizadas para salir a fijarlas posturas que los puedan avalar. Es decir no creo que desde las dirigencias del PAN, PRI o PRD, salgan pronunciamientos que encuentren eco entre los ciudadanos. Bueno ni entre sus propios correligionarios. Están sí y de hecho lo hacen, desde sus posiciones legislativas donde existen voces con definidos posicionamientos, al menos creíbles para su respectiva grey.

Es más y concluyo; al presidente Andrés Manuel lo culpan de polarizar al país pero no son capaces de reconocerse en el espejo, de que son precisamente quienes lo acusan, los principales sujetos en atizar la hoguera al polemizar con base a cálculos perversos, que será, precisamente, la gota sobre la cabeza del tabasqueño la que termine por hacerle un hoyo a la cuatro T. Nada más que se olvidan en su cálculo con el ídem, que la gota tardará en lograr su cometido; en tanto por parte del gobierno de la república, en cuanto abra las compuertas del combate a la corrupción e impunidad aun contenidas, arrasará a su paso con quienes hoy con fines aviesos y de claro predominio de clase, quieren derrocarlo incluso con un golpe de estado que el propio presidente ha descartado. Por cierto un vejete general el tal Gaytán, ya salió a dar un mensaje en las redes sociales que sin duda da pena ajena a los propios generales y tropa. A lo que sólo agregaría; ¡quiere su cocol! ¡Me queda claro!

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