Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

Ni cómo ayudarles

Cada día que pasa, aún y sin necesidad de una pandemia como la COVID-19 y de la cual, ahora se entiende, todos son expertos. Porque si aún no han abrevado su conocimiento por la profusa difusión de la que el gobierno federal ha hecho alarde para que usted esté informado y más importante aún, no sea un dato más de la estadística. Espero sinceramente, no haya tenido el infortunio de saber de la letalidad del virus al haber perdido a un conocido o incluso un ser querido, para entender que el pandémico coronavirus ¡sí mata!

Para algunos, es por demás y está visto la muerte les pela los dientes, y ahí andan en la calle buscando se contagien pero nada les pasa. Y como las estadísticas médicas hablan de contagios activos pero igual de contagios asintomáticos que lo tienen pero no lo manifiestan ni mucho menos lo desarrollan, sí son capaces de transmitirlo y por eso los picos o crestas de la curva epidémica debiendo llegar a su punto de inflexión, en vez de empezar a mostrar un «aplanamiento» y posterior descenso, en ciudades como Tuxtla Gutiérrez capital de Chiapas, por la irresponsabilidad de personas que debieran entender el momento de crisis y he ahí la pregunta sin respuesta, y lo digo con conocimiento de causa porque lo he constatado la verdad ¡no se ve a qué putas salen hacer! perdón por la expresión.

Muchos creen que por andar con tapabocas que sirve para dos cosas, ya les da inmunidad y se pasean orondos por las calles sobre todo del centro, en donde y ahí ni qué decir, se desarrollan actividades de las llamadas «esenciales» como el expendio de alimentos incluso procesados para llevar. Y digo que he constatado porque la necesidad periódica de salir a los  centros de abasto o bancario, cosa que normalmente realiza mi esposa Isabel  porque yo cumplo todas las recomendaciones para quedarme en casa, insisto en las zonas de mercados, bancos, parques y decía las calles del centro de la pandémica ciudad, ahí andan pululando gente sin oficio ni beneficio, aparente estimo. Bueno ahí están consignadas en graficas de los facebookeros en imágenes de combis repletas y que ahora, debo entender, con las nuevas disposiciones de la secretaría de Movilidad y Transporte del polémico Aquiles Espinosa, al menos de aquí al 7 de junio en el caso del transporte público ya no se verán estas tristes escenas digo, si es que no se quieren hacer merecedores a una sanción. Aunque pienso luego existo, qué peor sanción que contagiarse del mortal COVID y transmitírselo a su familia uf ¡qué sin razón!

Pero decía, cierto que muchas medidas que se han dictado desde el poder público y también señalé del amplio espectro de información sobre de los cuidados que debían de tomarse en cada paso  del avance de la pandemia, medidas como la sana distancia y el quédate en casa aún de los duros impactos sociales incluso económicos, pese a los agoreros conservadores del desastre, las cifras gracias al habernos mantenido en casa han permitido que las cifras de contagios, más doloroso de muestres, no hayan sido cómo en países europeos en que el número de fallecidos con todo y lo desarrollados que son, o para no ir al otro lado del mundo ahí tenemos al vecino país del norte el más poderoso del orbe, que en momentos de la cúspide de la pandemia sus sistemas de salud con sus grandes avances científicos, no fueron o siguen siendo capaces de atender la emergencia de salud de su población. Y no me remitiré a las cifras comparativas porque para muchos sí, pero para la mayoría no, las estadísticas de decesos son sólo números o una tenue línea de ascenso en un plano Cartesiano, pero para quienes han perdido a un ser querido, relataba, el #QuédateEnCasa ahora adquiere mayor sentido.

Es cierto también y no lo omitiré, que torno a este flagelo que sufre la humanidad si bien en México -y yo apuesto por la veracidad y certeza con la que han comunicado- se han mostrado un sinnúmero de deficiencias y fallas incluso acciones de presumible corrupción, sin negar su existencia ante evidencias algunas incluso testimoniales de personal médico o de enfermería, la insuficiencia de materiales –insumos- necesarios para la atención de pacientes con COVID-19, insisto en algunos hospitales, ha resultado es manifiesta más no generalizada. Sostenerlo lo contrario, igual, sería una gran mentira. En muchos casos los hospitales y en general el personal de salud, han sido prácticamente rebasados aunque en otras instalaciones e instituciones se tengan camas, personal y hasta los famosos respiradores que usan en áreas con enfermos en estado crítico. Así pues, es comprensible pero no se puede generalizar ni mucho menos justificar, que familiares de los pacientes sobre todo aquellos que han tenido la necesidad de hospitalizarse y sin que ello implique intubación por ejemplo, se desesperan ante la falta de información de sus familiares. Sin importarles a cuántos más enfermos de coronavirus atienden y no sólo a su pariente; amén claro y es humano referirlo, que permanecen largas jornadas sin dormir y quizás hasta sin comer. ¡Pero eso sí!,  mientan madres y amenazan cuando muchos e igual y no generalizo, son los mismos que días antes horas tal vez, les ¡valía madres! quedarse en casa; mucho menos guardar sana distancia. Incluso pacientes que han saltado de un tercer piso del nosocomio quejándose de que no los atienden o que los quieren matar. Uno muy sonado porque se hizo viral que se tiró y afortunadamente, no se mató de la caída ni de la COVID, y ahí estaban sus indignados familiares que lo recogieron, literalmente, del suelo. Horas más tarde los mismos familiares con el mismo remedo de suicida, llegaron a implorar, ya no a exigir ni mentar madres, para que fuera de nueva cuenta recibido. Y así y multiplique por «n» y súmele el número que pensó y confirmará, que este país de corruptos que se niega a morir, los sobrados de razón como los Brozo, Loret de Mola, Riva Palacios, Dresser, Ciro Gómez o periódicos enteros como el Reforma o The Washington Post, se asumen jueces de un gobierno que lo único que les ha quitado, a más del sueño, son sus privilegios y cuan jugosas ganancias. Sí su  despertar del sueño guajiro de ser –como lo fueron siempre- dueños de este país. Y saben qué, como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador ¡está bien, requetebién! Porque si los mexicanos bien nacidos y con un céntimo de amor y respeto a su país no leen lo que la reacción conservadora pretende al usar de manera perversa e indignamente la tragedia mundial, obvio  de salud y ahora económica para encasquetársela al presidente, entonces, es mi punto, bien habría que ir como fueron los conservadores de mediados del siglo XVIII, por un PRIdictador o PANemperador, para que las bonitas cortes de corruptos y sátrapas regresen a gobernarlos. Así las familias «mexicanas» de rancio abolengo podrían disfrutar, de nueva cuenta debo advertir, del grácil espectáculo de desigualdad y pobreza. Eso sí ¡con harto crecimiento económico! ¡Culeyes! Así entonces; ¡Ni cómo ayudarles! A unos y otros. ¡Me queda claro!

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