Consejeros del IEPC insultan a ciudadania con aumento salarial / Hector Estrada

Una verdadera grosería para los chiapanecos es el incremento salarial que los consejeros de Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) se autorizaron para 2014, con lo que para el próximo año cada uno de los integrantes de éste «organismo ciudadano» costarán al erario público 90 mil pesos mensuales.
La propuesta original realizada por los consejeros Lily Chang y Jorge Morales planteaba un aumento salarial fuera de toda proporción con sueldos mensuales de 120 mil pesos; es decir, el doble del salario que actualmente percibe cada uno. Todo con el ridículo «objetivo» de homologar sueldos con los magistrados del Tribunal Electoral.
Se les olvida a los consejeros chiapanecos que las funciones e investiduras de ambos organismos son completamente distintas. Han perdido de vista su misión como representantes ciudadanos en el instituto electoral local para recurrir a las mismas prácticas de los servidores públicos corruptos que sólo ven en el cargo un medio para engordarse los bolsillos a costa del pueblo.
El Consejo General del IEPC ha argumentado que dichas modificaciones presupuestales buscan compensar monetariamente a los consejeros las incrementadas jornadas de trabajo que se necesitarán durante el proceso electoral del año entrante, con 30 mil pesos adicionales de salario mensual y un presupuesto general de más 900 mil pesos para el instituto (ocho veces más que en 2014).
Se trata de un «autoregalo salarial» exclusivo de Consejo General, pues se ha dejado al resto del personal del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana fuera de los beneficios, con los mismos sueldos y con la verdadera carga de trabajo a cuestas, como si los consejeros fueran quienes realmente realizaran la labor pesada durante los comicios.
Lo cierto es que hoy la credibilidad del IEPC va de mal en peor, al interior se respira un ambiente de inconformidad e indignación por las tantas arbitrariedades que en tampoco tiempo los nuevos consejeros electorales han cometido; con prácticas de hostigamiento laboral vergonzosas que muchos empleados han padecido para obligarlos a dejar sus plazas libres.
Lo verdaderamente lamentable es que algunas consejeras que antes, desde el oficio periodístico, señalaban con tanta indignación las arbitrariedades de las autoridades hoy sean protagonistas del mismo tipo de abusos, encabezando propuestas y actos que resultan agravios para la ciudadanía misma.
A la comuna no restará más que seguir siendo observadora de las irregularidades cometidas por un instituto electoral que se aferra a acrecentar su descrédito que, junto a la turbia elección de consejeros, no deja duda que las próximas elecciones están en manos de un árbitro poco confiable.

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