Convivir con el uniforme

El límite de 45 días para frenar el flujo migratorio ante la amenaza de aranceles ha movilizado a México. Tal como se avisó, militares con la insignia de la Guardia Nacional han hecho aparición en la frontera sur. Ahora no sólo los migrantes sino también los chiapanecos, tendrán que lidiar con la nueva realidad y sus consecuencias

Lucero Natarén / Aquínoticias

[dropcap]E[/dropcap]l límite de 45 días para frenar el flujo de migrantes ha sido la razón de implementar «refugios» en el sur del país, todo por causa de los polémicos aranceles. Hay quienes afirman que ni Andrés Manuel, Ebrard y la comisión especial a su cargo han dimensionado los alcances políticos y operativos del compromiso que firmaron de poner freno al flujo migratorio de Centroamericanos a EU. Chiapas ha donado predios para instalar cuarteles de la Guardia Nacional, se tiene previsto sean 12 cuarteles distribuidos en distintos municipios.
Donald Trump se ha referido en numerosas ocasiones a la situación en la frontera sur como en una «crisis humanitaria y de seguridad» e insiste en que es necesaria una barrera física para evitar que «delincuentes» crucen hacia Estados Unidos.
Desde ayer se están trasladando a migrantes a los albergues temporales instalados en diferentes puntos de la capital; la Arena Metropolitana Jorge Cuesy funcionará como una extensión de la Estación Migratoria Cupapé de Tuxtla Gutiérrez, debido a que hace unos días se encontraba abarrotada de migrantes que han intentado escapar en varias ocasiones.
AMLO le está haciendo un gran favor a Donald con construir «el muro mexicano en Chiapas», se tiene que parar el flujo migratorio desde la frontera sur, de lo contrario se impondrá el cinco por ciento de aranceles, todo ya está a cargo de México, la responsabilidad la tenemos aquí. Personajes como: Muñoz Ledo han realizado advertencias contundentes
-«Es inmoral e inaceptable el doble rasero entre la frontera norte y la del sur; por una parte exigimos que nos abran las puertas y por el otro sellamos el paso de los centroamericanos para hacerle un favor a los Estados Unidos», afirmó Ledo.
Es evidente la coerción que Trump está ejerciendo en contra del Gobierno mexicano no tiene otra finalidad que la de obligarlo a poner freno al flujo migratorio centroamericano.

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