COVID-19 puede afectar participacin electoral de mujeres

La pandemia obligó a las mexicanas a regresar al ámbito privado lo que podría afectar a que sean consideraras como candidatas y, posteriormente, su desempeño en cargos de elección popular o designación

Anayeli García Martínez / Cimac Noticias 

Ciudad de México. México es el único país en el mundo que en su marco jurídico protege el ejercicio pleno de los derechos políticos de las mujeres, pero la pandemia por COVID-19 regresó a las mexicanas al ámbito privado, algo que podría afectar que sean consideradas como candidatas y, posteriormente, su desempeño en cargo de elección o designación.

Este fue el análisis de la abogada y exmagistrada electoral, María del Carmen Alanís Figueroa, al participar en un conversatorio organizado este viernes por la Facultad de Derecho de la UNAM para conmemorar el 67 aniversario del voto de las mujeres, derecho que se consiguió el 17 de octubre de 1953.

La también consultora explicó que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las mujeres aportan más tiempo para tareas relacionadas con alimentación, limpieza, cuidado de la ropa y calzado y cuidados, labores que incrementaron durante la pandemia, lo que reduce el tiempo para dedicarse a otras actividades, entre ellas la política.

Alanís Figueroa mencionó que por información que han recibido de los organismos electorales locales, durante la contingencia sanitaria las líderes comunitarias están haciendo labores para proteger la salud de las personas en sus pueblos y comunidades, sobre todo en lugares donde los servicios de salud son escasos y por tanto tendrán menos tiempo e interés en pelear por candidaturas a cargos de elección.

Si bien la paridad como principio constitucional y regla de las leyes electorales obliga a los partidos a postular mujeres en la mitad de las candidaturas, ahora existen obstáculos para que las lideres natas deseen participar, es decir, las postulaciones podrían ser otorgados a las mujeres familiares, muchas de las cuales no quieren ser parte de la vida publica e incluso son obligadas.

En las elecciones de 2021 se van a renovar 21 mil 368 cargos, entre ellos 550 diputaciones federales, 15 gubernaturas, diputaciones en 30 congresos locales y otros puestos edilicios. La mitad de las candidaturas tendrán que ser de mujeres, por cada partido político. «Esta arena (contienda electoral) puede a ser arena movediza y plagada de condiciones de desigualdad contra las mujeres», dijo la también catedrática.

A decir de quien fuera la primera mujer en presidir la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la pandemia plantea nuevas formas de hacer campaña y seguramente en los próximos comicios los partidos optarán por medios digitales, lo que requiere recursos humanos y materiales, pero además coloca a los hombres en una situación de privilegio porque para las mujeres persiste la brecha tecnológica de género.

Alanís Figueroa aseguró que en medio de la pandemia y de cara a los comicios de 2021, los estados deben diseñar nuevos modelos de acceso a las justicia tomando en cuenta las recientes reformas en materia de violencia política, publicadas en abril pasado y los partidos deben mejorar los procesos internos de elección y garantizar que las militantes accedan a recursos y a la tecnología.

La jurista aseguró que después de los avances conseguidos por las mujeres, los más recientes la reforma para reconocer la violencia política y la paridad en los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y organismos autónomos, la situación exige que todas y todos pongan un esfuerzo adicional para no ir para atrás. «Nos toca defender el voto de las mujeres: para votar, ser electas y desempeñar el cargo en igualdad de condiciones», dijo.

En el conversatorio también participó la magistrada de la Sala Superior del TEPFJ, Janine Otálora Malassis, quien dijo que desde la justicia electoral se resolvieron juicios para obtener una jurisprudencia que después fue el cimiento de la reforma constitucional en materia de paridad de 2014 y a partir de 2016 el TEPJF nombró y reconoció la violencia política de género que después dio pasó a otra reforma legal para sancionar esta conducta.

La magistrada dijo que habrá que ver de qué manera se aplican estas reformas, aunque señaló que la realidad indica que ni las sentencias ni las leyes alcanzan para respetar la paridad y la no violencia por razones de género, por ello consideró necesario continuar trabajando para construir la ciudadanía de las mujeres.

A su vez la doctora en Derecho, Leticia Bonifaz Alfonzo hizo un recorrido desde que comenzó el movimiento sufragista hasta conseguir el derecho al voto en 1953 y expuso que la historia muestra que en la política las reglas las pusieron hombres, blancos, libres, dueños de tierras, sin discapacidad y heterosexuales, mientras que las personas que quedaron fuera han conseguido derechos poco a poco.

La experta señaló que en este aniversario del sufragio de las mexicanas hay que celebrar la aportación que ellas hacen, pues su participación hace posible una democracia de calidad y el derecho al voto debe reconocerse como un evento importante porque hizo que la política dejara de ser un régimen de gobierno masculino, para ser del pueblo.

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