Crece el luto por violencia en Tuxtla

Los asesinatos continúan en la capital de Chiapas; la ciudad aún está de luto por la pérdida de Hugo Adán. Tuxtla, hoy menos que nunca, es una «ciudad segura» como unos cuantos quieren asegurar

Óscar Aquino Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]l mensaje parece ser claro: En Tuxtla, la ola de violencia no es nada más contra las mujeres, es contra todos o contra cualquiera que tenga el infortunio de estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Mientras tanto, el título de «ciudad segura» se cae a pedazos.
La población de la capital de Chiapas siente miedo ante los continuos asaltos y homicidios que se presentan a diario entre sus calles, a la luz del día y sin que nadie haga nada. La otra parte del mensaje parece decir que Fernando Castellanos Cal y Mayor terminará su periodo como alcalde capitalino sin haber podido solucionar los principales problemas que aquejan a esta localidad; por el contrario, parece que lo malo aumenta.
Aún está reciente el dolor por la muerte del biólogo Adán Gómez González, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en un camino de extravío en Chiapa de Corzo, después de que pasaran tres días desde su desaparición.
El pasado 24 de junio fue visto por última vez cerca de la Plaza Las Américas. A partir de ese día comenzaron a circular peticiones de información acerca de su paradero; se activó la alerta Amber por parte de la Fiscalía General del Estado. Pero el sábado por la mañana ocurrió lo que nadie quería: Adán fue encontrado muerto, con señales de violencia.
Esa misma tarde se realizó una marcha encabezada por los familiares de la víctima, quienes elevaron su voz buscando una respuesta por parte de las autoridades, misma que aún no tienen. Por ahora, sólo les queda el consuelo de que la Fiscalía General del Estado se encuentra investigando el homicidio de este joven que apenas tenía 35 años.
Al final de la caminata, los padres de Adán manifestaron su dolor y su impotencia por el trágico e inexplicable final que tuvo su hijo. «Mi hijo salió a tomar un café con un amigo y no regresó», dijo el padre de la víctima, gritando su pena frente al Palacio de Gobierno del Estado. La respuesta que han obtenido ha sido total indolencia de parte de las autoridades ya que muchos actores políticos que ocupan cargos actualmente, están más pendiente de lo que tienen que hacer para asegurar un puesto bien remunerado una vez que cambien las administraciones municipal y estatal.
Sin embargo, hay poca noción de lo que ocurrió desde la desaparición de Adán hasta el hallazgo de su cadáver. La FGE dio a conocer que el cuerpo presentaba huellas de violencia y heridas por arma blanca, pero no hay más. Ningún detenido. Nada.
Adán era docente en la carrera de Ciencias Biológicas por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, institución que emitió una esquela con sus condolencias hacia la familia doliente. «Se distinguió por su amabilidad, sencillez y profesionalismo», se lee en el documento de la universidad.
Por su parte, el Colegio de Biólogos de México emitió un comunicado que a la letra dice: «El Colegio de Biólogos de México, A.C. manifiesta nuevamente su repudio a la violencia e inseguridad que como sociedad vivimos día a día y lamenta profundamente la pérdida del Profesor, investigador y estudiante de Doctorado de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) Adán Enrique Gómez.
Queda claro que ningún político puede ocultar la violencia e inseguridad que a diario se vive en esta ciudad, que, además, es la capital del estado más pobre de México. Para muestra hay varios botones, por ejemplo, los asaltos, como el que ocurrió el sábado por la mañana, a plena luz del día, cuando un sujeto armado asaltó una tienda de conveniencia que se encuentra a media cuadra del Palacio Municipal o casos como el del taxista navajeado en la cabeza por los pasajeros que lo abordaron cerca de la Calzada al Sumidero.
Las redes sociales muestran las manifestaciones del pueblo tuxtleco que cada vez siente más miedo de salir a las calles para evitar convertirse en una cifra estadística que refleje las pésimas condiciones de seguridad que se viven sin que nadie dé la cara.

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