La instancia encargada de colocar a los chiapanecos en espacios laborales, obliga a las renuncias
Eleazar Domínguez Torres
[dropcap]U[/dropcap]n grupo de trabajadores de la Secretaría del Trabajo en Chiapas, la cual preside Manuel Sobrino Durán, pertenecientes al área de Vinculación Laboral, denunciaron que los meses de septiembre y octubre se han convertido en los más difíciles para ellos, toda vez que en estos meses se incrementaron los actos de acoso, hostigamientos y amenazas en dicha secretaría, concluyendo en despidos injustificados.
Minerva Vázquez Flores, quien es madre soltera, explicó que el 24 de septiembre fue despedida de manera injustificada, mientras que el 23 de septiembre fue despedida Nayeli Aguilar Guzmán, quien también es madre soltera con una antigüedad laboral de 12 años y seis meses.
«En este caso particular de Aguilar Guzmán intervinieron Bernardette Rouse, jefe de la Unidad Jurídica; Jorge David Barragán, director de Vinculación e Información ocupacional y Alfredo Ruiz, Jefe de Recursos Humanos. A la compañera la amenazaron con procedimientos administrativos», refirió.
Vázquez Flores explicó que apenas el pasado 6 de octubre fue despedido Miguel Ángel Gallegos Morales con una antigüedad laboral de ocho años y seis meses, a quien el Jefe de la Unidad Jurídica le pidió su renuncia bajo amenazas de que si no renunciaba se le iniciaría una denuncia penal en su contra y en este caso se trata de una recisión de contrato anticipado.
Vázquez Flores señaló que ese mismo día fue despedido también Delfino Bravo Vázquez con una antigüedad laboral de 13 años y cuatro meses, de la misma manera por rescisión de contrato anticipado. «Uno de esos lugares fue suplido casi de manera inmediata por Ramón Moreno Rosales, cuñado de Oscar Ochoa, hermano del diputado federal Willy Ochoa».
La denunciante sostuvo que Oscar Ochoa, quien se desempeña como asesor de la Secretaría del Trabajo, el pasado 18 de septiembre «se hizo acompañar de Jorge Galán Ramírez, coordinador de los delegados, y para echarme montón pues se jalaron a dos asesores más, a Carlos Herrera y Luis Villanueva, toda esa pandilla sólo para exigir mi «renuncia con carácter irrevocable, la cual se concretó en los días posteriores».
Por lo que explicó que ante esa serie de amenazas y despidos injustificados que se han registrado en la Secretaría del Trabajo se han visto obligados a acudir a otras instancias para mantener a salvo sus derechos laborales de quienes han sido despedidos, a la espera de que las autoridades que deban conocer los casos antes descritos les den la razón, toda vez que sus derechos laborales han sido pisoteados, finalizó.
